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Mata se la juega a Villas-Boas

El mediapunta reafirma al Chelsea en el liderato con dos goles y una asistencia sobre el Tottenham (2-4) de su extécnico

J. QUIXANO
Mata celebra un gol ante el Tottenham.
Mata celebra un gol ante el Tottenham.ANDY RAIN (EFE)

No tuvo reparos en machacar a su mentor en la Premier, en jugársela a base de bien al técnico que le dio carrete nada más llegar al Chelsea, con el que brilló como pocos. Tampoco tuvo alternativa. Mata ya no juega bajo las órdenes de Villas-Boas, ahora entrenador del Tottenham y, por tanto, un rival más. Justo la semana después de no ser citado con la selección por Del Bosque, marcó dos goles y regaló otro a Sturridge para solventar un duelo eléctrico, con más tantos que fútbol, abierto y emocionante, espectáculo del que persigue y presume la Premier.

Remozado a base de bien, sobre todo con jóvenes imberbes de gazuza desarrollada, el Chelsea tiene de todo este año, quizá con la laguna de un organizador, el punto flaco que se extiende en la competición inglesa porque gusta más la ida y venida, con escasas fronteras. Pero al contrario que en el curso pasado, cuando el equipo tenía más urgencias que caprichos, Roberto di Matteo ha logrado mezclar el talento con el fútbol, sobre todo en la zona de tres cuartos. Un cóctel que funciona a las mil maravillas; el equipo blue es el líder invicto (siete victorias y un empate) y tras su triunfo frente al Tottenham (2-4) –que no pudo contar con la participación de Bale porque su compañera estaba a punto de dar a luz- parece reducir la Premier a tres equipos, puesto que el epicentro del fútbol parece trasladarse cada vez más a Manchester (el City se impuso a domicilio ante el WBA y el United retorció en Old Trafford al Stoke), puesto que el Arsenal y los Spurs discutirán por la cuarta plaza si el Everton pierde comba, puesto que el Liverpool no cuenta, perdido en las profundidades de la tabla.

TOTTENHAM, 2 - CHELSEA, 4

Tottenham: Friedel; Walker, Caulker, Gallas, Vertonghen; Sandro, Huddlestone (Livermore, m. 67); Lennon, Dempsey (Adebayor, m. 74), Sigurdsson; y Defoe. No utilizados: Lloris; Naughton, Dawnson, Falqué y Townsend.

Chelsea: Cech; Ivanovic, David Luiz, Cahill, Cole; Mikel, Ramires; Oscar (Sturridge, m. 84), Mata, Hazard (Lampard, m. 90); y Fernando Torres. No utilizados: Turnbull; Romeu, Lampard, Moses, Azpilicueta y Bertrand.

Goles: 0-1. M. 16. Cahill. 1-1. M.46. Gallas. 2-1. M. 53. Defoe. 2-2. M. 65. Mata. 2-3. M. 68. Mata. 2-4. M. 89. Sturridge.

Árbitro: Mike Dean. Mostró la cartulina amarilla a Ivanovic, Huddlestone, Gallas, Walker y Ramires.

Las necesidades, en cualquier caso, impulsaron al Chelsea en la Champions del año anterior hasta conquistarla, por más que a cada duelo se repusiera de un infarto, como los vividos frente al Nápoles, Benfica, Barcelona y Bayern. Ahora, sin embargo, entendida que la fórmula del cerrojo fue una casualidad laureada, Di Matteo pretende repartir el balón en posiciones avanzadas, con Hazard y Óscar en la composición, con el aliño de Mata para dinamitar, con las carreras de Ramires y la puntilla de Torres. Muchas ocasiones que también se acentúan en las jugadas a balón parado, como explica que su zaga acumule ya seis dianas en el torneo (suma Ivanovic tres, dos más de Cahill y una última de Cole). Fue, precisamente, Cahill quien reventó un balón muerto, un desastroso despeje de Gallas con la testa al centro del área, para doblegar la inicial resistencia del Tottenham. El balón, furibundo, rozó en el muslo de Caulker y besó la red defendida por el veterano Friedel (41 años), todavía titular aunque el club desembolsara en verano 12 millones por Lloris, del Lyón.

Las ocasiones de los 'blues' se acentúan en las jugadas a balón parado, como explica que su zaga acumule ya seis dianas

Pero nada más comenzar el segundo acto, tras una falta lateral al segundo palo donde apareció Vertonghen para poner de nuevo el balón en juego, Gallas se rehízo con un tanto reparador. Minutos después, Defoe revertió el encuentro con otro tanto que impulsaba a Villas-Boas del banquillo, como si tuviera un resorte, a grito pelado, embriagado de felicidad. Pero Mata, que atiende a las órdenes del pupilo de Villas-Boas, de Di Matteo, apareció de la nada –sobre todo porque apenas había dado señales durante el duelo- y cazó dos balones. El primero en la frontal, después de un nuevo gazapo de Gallas, de otro rechazo al centro. Y luego, tras aprovechar un pase interior y cruzar el esférico. Dos redes y una victoria sellada en los compases finales, cuando persiguió un balón que Walker no quiso despejar. Robo, espera eterna hasta la llegada de Sturridge, pase y gol. Mata, el aguafiestas de Villas-Boas.

Por otra parte, el Anzhi de Hiddink y Eto’o –futbolista mejor pagado en el planeta con 20 millones anuales- superó al Spartak de Moscú y se reafirmó como líder del torneo con cinco puntos de ventaja, aunque cuenta con un partido más sobre el CSKA Moscú. Daguestán pretende entrar en la historia y sus millones le ha costado.

Otros resultados en la Premier: Norwich, 1-Arsenla, 0; Fulham, 1-Aston Villa, 0; Liverpool, 1-Reading, 0; Manchester U, 4-Stoke, 2; Swansea, 2-Wigan, 1; WBA, 1-Manchester City, 2; y West Ham, 4-Southampton, 1.

Rio Ferdinand se niega a ponerse la camiseta contra el racismo

Salieron los jugadores del Manchester United a calentar con una camiseta negra antes de medirse al Stoke en Old Trafford (4-2), duelo resuelto con dos goles de Rooney -que se hizo también un autogol-, otro de Welbeck y uno más de Van Persie. Pero no todos llevaban la elástica en la que rezaba Kick Out Racism [Expulsa al racismo, campaña que empezó el martes y acaba el 29 de octubre], puesto que Rio Ferdinand portaba la sudadera roja del Mufc.

"Estoy decepcionado con Rio Ferdinand por no llevar la camiseta. Es una vergüenza para mí y el tendrá que asumirlo, habrá consecuencias", aseguró al finalizar el encuentro Sir Alex Ferguson, el técnico del Manchester United. Ferdinand no dio explicaciones, pero está claro que era una protesta ante la FA, que sancionó con cuatro partidos a John Terry (del Chelsea) por sus insultos racistas sobre su hermano, Anton Ferdinand (QPR). Un castigo menor que el que vio Luis Suárez (Liverpool), con ocho encuentros, por un episodio similar con su compañero de equipo, Evra.

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