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Mucha montaña para huir de la sombra de Armstrong

El Tour de Francia presenta la edición de 2013, marcada por la retirada de los siete títulos del ciclista tejano. La ronda incluye la ascensión a 28 puertos de montaña y tres contrarrelojes

De izquierda a derecha, Andy Schleck, Alberto Contador y Bradley Wiggins, durante la presentación del Tour 2013
De izquierda a derecha, Andy Schleck, Alberto Contador y Bradley Wiggins, durante la presentación del Tour 2013LIONEL BONAVENTURE (AFP)

Dos días después de que la Unión Ciclista Internacional borrase siete años de su historia, el Tour empezó a mirar hoy a su futuro, y el más inmediato es la ronda de 2013, que hace la número cien. La edición del año que viene se presentó con gran pompa esta mañana en París, la ciudad en la que Armstrong selló la más grande historia de esta carrera hasta que el lunes dejó de serlo. Habrá mucha épica porque habrá mucha montaña: Mont Ventoux y Alpe d’Huez por partida doble, como ejemplos. También, como se había anticipado, mucha postal francesa: Saint Malo, el Monte Saint-Michel, Versalles y una nueva estampa en la colección de paisajes, Córcega.

El recorrido del Tour 2013
El recorrido del Tour 2013AP

Aunque Froome, segundo la pasada edición, se desmarcó (“menos duro de lo que esperaba”, dijo) y Contador calificó el recorrido de "equilibrado", sobre el papel será una de las ediciones más montañosas de la historia: seis etapas de media montaña y cuatro de alta montaña, cuatro finales en alto, tres contrarrelojes -una de ellas por equipos- y 28 puertos (el triple que en la edición anterior). No habrá prólogo y la primera etapa se disputará, el sábado 29 de julio, entre Porto Vecchio y Bastia; la segunda, entre Bastia y Ajaccio; y la tercera, entre Ajaccio y Calvi. Tres etapas en Córcega, con sus repechos, y de ahí el pelotón tomará el barco y disputará la primera contrarreloj, por equipos, en Niza. La montaña llegará en el segundo fin de semana: el sábado 6 de julio, con la llegada a Ax 3 Domaines y el domingo, con subida a cinco puertos pirenaicos (entre ellos el Peyresourde) pero no al Tourmalet. El Monte de Saint-Michel será el final de la primera contrarreloj individual, el miércoles 10 de julio. El domingo 14 de julio se celebrará la fiesta nacional francesa con más de 240 kilómetros y final en Mont Ventoux: un calvario para culminar la etapa más larga sobre un monte pelado, escenario de tantas agonías. La segunda contrarreloj, de 32 kilómetros, se disputará el 17 de julio y será corta (32 kilómetros) pero de montaña. Y el 18 de julio, ya en Los Alpes otro de los platos fuertes: el Alpe d’Huez, por dos veces. Así que se llegará a París, el 21 de julio, sin resuello. Y además, y por primera vez, de noche.

Wiggins saluda al público en el podio de París, en 2012
Wiggins saluda al público en el podio de París, en 2012GETTY

Ese es el recorrido, presentado con cuenta atrás incluida, la que marca el centenario y debe marcar la llegada del futuro limpio. En la primera intervención, la de Jean-Etienne Amaury, presidente de ASO, la empresa que monta la carrera, ya se vio que será difícil cortar todos los lazos que unen pasado y futuro. No solo porque en esas cien ediciones están también las que, probablemente, se borrarán, sino porque la sombra de lo que hizo Armstrong es alargada. “El dopaje es una plaga que va contra los valores del deporte”, opinó Amaury, que luego pidió estar ojo avizor en el futuro, para que no vuelva a ocurrir. Luego tomó la palabra Christian Prudhomme, director general del Tour. Allí estaban dos ministros franceses y también los últimos ganadores: Wiggins, el vencedor (algunos dicen que sin lustre) de este año; Evans, campeón en 2011; Contador, el mejor en 2009; y Schleck, campeón en 2010, aunque el primero en París fuese Contador. También la historia de aquel Tour tuvo que corregirse, en aquel caso por el positivo por clembuterol de Contador, el que él achaca a un solomillo.

Se subirán 28 puertos de montaña y habrá cuatro finales en alto

“Tenemos el escenario, los actores y el público, así que esto sigue adelante”, dijo Prudhomme. Y aunque era el día para mirar al futuro, tampoco se libró del pasado, el de los siete Tours de Francia que van de 1999 a 2005, que probablemente quedarán eliminados de la historia como si no hubieran existido (“no hay lugar para Armstrong en el ciclismo”, dijo Pat McQuaid, presidente de la UCI). Esa decisión debería tomarla la UCI en una reunión que su comité ejecutivo celebrará este viernes, según anunció McQuaid en la conferencia de prensa en la que anunció que no discutiría el demoledor informe de la USADA en el que, por primera vez que Armstrong era un tramposo. Pero, por si acaso, Prudhomme ya ha hecho público qué prefiere el Tour: borrar la historia, y no, desde luego, que gane el segundo de cada uno de los años en que Armstrong dominó la carrera con puño de hierro. “El Tour será más fuerte que el dopaje, el enemigo número uno del Tour”, dijo hoy el director general. Empezará a comprobarlo el 29 de julio, en Córcega.

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