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El zurdo de la cuna del fútbol

José Carlos nació en Minas de Riotinto, desde donde el juego se expandió a toda España

LADISLAO J. MOÑINO
José Carlos, en la Ciudad Deportiva del Rayo
José Carlos, en la Ciudad Deportiva del RayoÁLVARO GARCÍA

Desde que era un niño, José Carlos (Minas de Riotiinto, Huelva; 1987) recuerda escuchar una vieja historia. Su pueblo “era la cuna del fútbol español”, el lugar desde el que el deporte rey empezó a expandirse y a desplegar su magnetismo por todo el país.

“En las calles o en mi casa se hablaba muchas veces de este tema y de que había disputas con otras localidades por atribuirse la cuna del fútbol, que finalmente fue reconocida a Minas de Riotinto”, presume este extremo zurdo del Rayo Vallecano para el que “es un orgullo ser el representante en Primera División” de un municipio “con tanta historia” y trascendencia en el devenir del fútbol en España.

La propagación del football desde esta población onubense, siguió el mismo patrón que en el resto del planeta: se dio con el asentamiento en su territorio de los ingleses, los padres del juego. El 14 de febrero de 1873 la Río Tinto Company Limited compró por 92.756.592 pesetas al gobierno de la I República los yacimientos de cobre, oro y plata existentes en la cuenca del Rio Tinto. Con los ingenieros y los operarios británicos desplazados para la explotación de la cuenca minera llegaron también sus usos y costumbres de ocio: no solo del fútbol, sino del tenis, el cricket, el polo o el golf.

“Me hace gracia que las madres no dejaran ver el fútbol porque se jugaba en calzoncillos”

“Cuando era un crío jugábamos en una pista de fútbol sala cerca del barrio de Bellavista, donde los ingleses vivieron aparte de los habitantes del pueblo. Aún se conserva su barriada con las típicas casas inglesas (de estilo victoriano) y el campo rural de golf, el de cricket y hasta el club social. Aquello tiene mucha historia y merece la pena conocerlo”.

El propio José Carlos participó como extra en el documental El nacimiento de una pasión sobre los orígenes del fútbol en España. “Nos pusieron unos calzones largos y bigote para imitar a los futbolistas de la época. Fue un acontecimiento en todo el pueblo, hasta nos pagaron algo de dinero por particfipar”.

Aún le hace gracia a José Carlos la prohibición que las madres de aquellos tiempos impusieron a sus hijos: “He leído hace poco que al principio no dejaban a las niñas y a los niños ver cómo jugaban los ingleses porque decían que iban en calzoncillos”.

Áunque se marchó a los 18 años para integrar la cantera del Recreativo y después del Sevilla, “donde jugué un par de partidos como titular con Manolo Jiménez”, José Carlos dice que cada vez que puede se escapa al pueblo porque “allí recargo bien las pilas”. Al Rayo llegó este verano tras un año en el AEK de Atenas, donde percibió la atroz la crisis económica del país heleno: “Los griegos se portaron y querían que continuara, pero yo quería volver a España”.

“¡Le pegas así de bien a la pelota y con la derecha y luego en los partidos haces un tiro y medio!”, le recriminaba ayer Paco Jémez durante el entrenamieno. “Está rindiendo, pero nos tiene que dar más porque tiene mucho talento, desborda y es zurdo, aunque también maneja la derecha”, le describe su técnico. “Con una sola pierna o eres Messi o tienes poco que hacer en la élite”, concluye José Carlos, que no culpa a nadie por no haber explotado: “Hay que ser autocrítico, mirar hacia dentro de uno mismo y trabajar para mejorar. Si no me dieron más oportunidades a lo mejor no las merecí”.

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Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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