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“En el hospital me juré aprender de mis errores”

Lorenzo, de nuevo campeón de MotoGP, se enorgullece de su paciencia tras ganar el título en el mismo escenario en el que perdió parte del dedo hace un año

N. T
Jorge Lorenzo, feliz en el podio
Jorge Lorenzo, feliz en el podioBRANDON MALONE (REUTERS)

La mirada inquieta. La sonrisa atenta. Y la lengua suelta. Así estaba Jorge Lorenzo nada más proclamarse campeón del mundo de MotoGP por segunda vez. Tanto que confesó que solo pensaba en que cayera la noche: “Me siento liberado, como si estuviera en el cielo. Me muero de ganas de que llegue esta noche, para disfrutarla y emborracharme, porque soy muy profesional y eso es algo que no hago nunca. Hoy toca. Sin pasarse, claro”, quiso matizar. Bebería, dijo, mojitos o caipirinhas, que es lo que le gusta, aunque desconocía si le harían el cóctel por tierras australianas. Lorenzo aseguró que este había sido un campeonato mucho más duro que el que ganó hace dos años. “En 2010, cuando Valentino se lesionó, aunque yo había empezado muy fuerte, es obvio que me quedé sin un rival muy importante. Digamos que fue más fácil que este curso”, concedió.

“Sabía que los rivales estaban muy fuertes y yo tenía que ser muy constante, no cometer errores, ni asumir más riesgos de los necesarios”, explicó. Ese fue su objetivo desde el inicio de la temporada. Y lo ha cumplido a la perfección. Por eso, de lo que más orgulloso dice sentirse es de su paciencia cuando las cosas se han puesto difíciles, cuando no se podía o era difícil ganar carreras. “En años anteriores hubiera cometido un error”, señala.

Lo cometió en este mismo escenario en el que se ha proclamado campeón la temporada pasada. Cuando se dejó parte de la primera falange de su dedo anular en el asfalto de Phillip Island en la sesión de calentamiento del mismo domingo de la carrera. Trataba de pillar a Casey Stoner, ardua tarea, prácticamente imposible en Australia. “El año pasado viví aquí uno de los peores episodios de mi carrera, el más terrorífico. Por eso ahora siento una gran emoción”, indicó.

Ha aprendido de sus equivocaciones. Y es cada día más fuerte. “Cada vez que he estado en el hospital me he jurado recordar todos esos malos momentos que he pasado para no volver a cometer los mismos errores. Después de la lesión tenía dudas sobre si podría pilotar igual o coger el embrague de la misma manera”, se sinceró. Pero no es el mismo. Es todavía mejor piloto. Lo ha demostrado durante el año: “Las cinco victorias iniciales me permitieron no sufrir y poder jugar con aquella ventaja, poder hacer segundo sin poner en peligro el campeonato”, explicó. Y no sucumbió a las críticas o las suspicacias de aquellos que esperaban que siguiera apostando a la victoria sí o sí. “Desde fuera todo se ve diferente. Quizá en otra situación hubiera apostado por una estrategia diferente, pero después de la caída de Dani en Misano jugué mis cartas de la mejor manera posible”, responde.

Una parte de mi quería mantener la calma y así asegurarme el Mundial, pero la otra me pedía cazar a Stoner

Y la jugada le ha salido redonda. Incluso este domingo, en el que contó con un golpe de suerte. Pedrosa se cayó justo delante de sus narices al principio de la carrera: “Cuando lo he visto, una parte de mi quería mantener la calma y así asegurarme el Mundial, pero la otra me pedía cazar a Stoner. Al final he visto que él tenía un gran ritmo y me he quedado en segunda posición, lo que no está mal  porque ahora soy campeón del mundo por segunda vez”. Y concluyó: “Fue algo muy grande igualar a Crivillé, poder superarle es una emoción enorme”.

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Sobre la firma

N. T
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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