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“Es la ley de la globalización”

Igor González de Galdeano defiende la ruptura con los principios del Euskaltel y el fichaje de corredores extranjeros para mantener la esencia vasca en el WorldTour del ciclismo

Carlos Arribas
Igor González de Galdeano, a la derecha, saluda al presidente de Euskaltel, Alberto García.
Igor González de Galdeano, a la derecha, saluda al presidente de Euskaltel, Alberto García.TXETXU BERRUEZO

Si quieres vasco, ficha no vasco. Esta ley, que podría haber sido dictada por Lampedusa en el Gatopardo, es la que ha debido seguir Igor González de Galdeano, mánager del Euskaltel, para lograr que los vascos de su equipo, su fuerza y núcleo, puedan seguir corriendo las mejores carreras junto a los mejores ciclistas y equipos. “Es la ley de la globalización, del ciclismo en el que queremos estar”, dice Galdeano. “¿O qué preferiríamos, ver a Samuel en la Vuelta a Portugal en vez de en el Tour de Francia?”. 

Es la defensa del responsable del Euskaltel, duramente criticado en su tierra por el nacionalismo al haberse atrevido a fichar extranjeros (por primera vez desde la fundación del equipo, hace casi 20 años), y no de los más conocidos -un marroquí, un griego, un portugués, dos alemanes, un ruso y dos eslovenos-, para conseguir los puntos que le permitan seguir en el WorldTour. “Con solo ciclistas vascos, aunque tuviéramos a todos los profesionales del pelotón, no tendríamos puntos suficientes”, dice el director vitoriano. “Además, los que hemos fichado no son tan malos como dicen. Tienen puntos, claro, y calidad, como el marroquí Chaufí, que tiene experiencia en Europa y estuvo a punto de pasar por la escuela de la UCI en Suiza. Y, aparte, el plan es dar más importancia a lo vasco, que tengan más protagonismo: si hubiéramos traído figuras extranjeras habríamos perjudicado al producto nacional”.

La importancia de no estar en el WorldTour la calcula Galdeano recordando el drama del Geox del año pasado, que con Sastre, un exganador, y Menchov no fue invitado al Tour; o en lo que le puede pasar al Saxo de Alberto Contador en 2013, que si no logra finalmente la plaza en la gran liga se verá obligado a someterse a los deseos de los organizadores para tener hueco en sus carreras: así, por ejemplo, si el saxo quiere correr el Giro, quizás la carrera italiana obligue al de Pinto a aparecer por Nápoles, aunque el corredor sepa que sería contraproducente para su Tour.

“Habíamos hablado con los de ASO, los organizadores del Tour”, dice Galdeano. “Y nos daban buenas palabras por si no llegábamos al WorldTour, pero no garantizaban nada”.

En el Euskaltel 2013 habrá 29 corredores: 20 vascos o de la cantera, un andaluz y ocho extranjeros. “Sí, es un cambio de filosofía muy fuerte”, admite Galdeano. “Podríamos haber sido igual 20 ciclistas vascos sin extranjeros, pero en Segunda División. Y quizás lo más fácil habría sido eso, pero condenados a ser un equipo pequeño. Vamos hacia donde va el ciclismo, y nuestros patrocinadores, Euskaltel, instituciones vascas, Orbea, que ponen casi 10 millones de euros, quieren estar en ese club. Fuera de él no querían estar”.

A diferencia de otros responsables de equipo que critican la forma en que la UCI ordena la clasificación, Galdeano admite lo que hay sin cuestionarlo, sin preguntarse si sus paradojas, la paradoja que le obliga a fichar extranjeros para preservar el espíritu vasco en el World Tour, son inevitables. “El sistema es lo que es”, concluye.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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