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Aguas turbias en la natación

La investigación de un posible fraude en las subvenciones del CSD añade el enésimo conflicto a una federación convulsa Mireia Belmonte se entrena con una licencia para extranjeros

Diego Torres
El presidente de la federación de natación, Fernando Carpena, en la presentación del equipo de sincronizada.
El presidente de la federación de natación, Fernando Carpena, en la presentación del equipo de sincronizada.gianluca battista

El juzgado de instrucción número 42 de Madrid emprendió el martes los trámites para investigar las relaciones económicas entre la Federación Española de Natación y el Consejo Superior de Deportes (CSD) por un presunto delito de fraude en las subvenciones entre los años 2009 y 2011. El auto del juez Agustín Morales Pérez Roldán añade una última gota de conflicto a las turbias aguas de la natación española, que pasó de conquistar cinco medallas en los Juegos de Londres a zambullirse en un mar de problemas. La desorientación afecta a los nadadores más importantes, comenzando por Mireia Belmonte, que deambula en busca de una licencia federativa, al equipo de sincronizada, al borde de la desintegración, y ahora, a su presidente, Fernando Carpena, que se prepara para dar cuenta de su gestión al fiscal.

Ninguna federación cosechó más laureles en los últimos Juegos. Nadie en la multitud de dirigentes que pulularon por Kensington se hizo más fotografías para la posteridad que Carpena, que ayer valoró la noticia con su habitual calma: “Sé que la querella existe, pero no he tenido conocimiento oficial”. La querella la interpuso Jesús González Higueras, gerente de la federación hasta 2008. La dirigió contra Carpena y contra Ángel Luis López de la Fuente, ex subdirector general de alta competición del CSD, por presuntos delitos de fraude de subvenciones, apropiación indebida, estafa, y falsedad documental. El juez, de momento, solo advierte indicios de un delito de fraude en las subvenciones, “sin perjuicio de una ulterior calificación”.

Sé que existe una querella pero no he tenido conocimiento oficial”, dice Carpena

La querella expone que Carpena recibió un préstamo de 600.000 euros del CSD para gastos de los Mundiales de Natación de Roma pero que, en realidad, los dedicó a pagar, entre otras cosas, el despido improcedente del director técnico, Mauricio Coconi. Además, denuncia que la federación recibió 206.000 euros en concepto de premios por resultados en Roma, y que parte de la ayuda fue ilegal puesto que el reglamento del CSD prohíbe estos estímulos cuando los abonan los organizadores de las competiciones. La federación internacional ya había pagado a la española. El CSD, desatendiendo su propio reglamento, duplicó las primas. Lo mismo que en los Mundiales de piscina corta de Dubai de 2010, en donde el CSD volvió a doblar premios por valor de 31.200 euros. El encargado de conceder estos dineros fue López de la Fuente, brazo derecho del ex secretario de Estado para el deporte Jaime Lissavetzky.

López de la Fuente fue el responsable principal de la remodelación de la federación tras las elecciones de 2008, que Carpena ganó por un voto. Con su impulso la federación pobló sus cargos ejecutivos con funcionarios afines al CSD. Primero, con Luis Villanueva, el director técnico. Luego, con Eugenio Bermúdez, el gerente. El CSD hizo todo lo posible por reforzar la estructura de Carpena. Ambos organismos compartieron (y comparten) la misma desconfianza hacia cierto sector de la natación catalana, históricamente, la más potente de España por número de licencias, instalaciones, clubes y deportistas de elite.

La sustitución de López de la Fuente por Rosa Ortega tras la victoria del PP en las últimas elecciones generales no cambió esta percepción. Los Juegos de Londres coronaron la unión entre el CSD y la federación. Las cinco medallas animaron a Carpena a completar su plan consciente de que contaba con la aprobación oficial. En septiembre, hizo público que eliminaría de su organigrama a Jordi Murio, veterano entrenador catalán, y a Ana Tarrés, la entrenadora más exitosa de la historia de la natación española. Tarrés cree que la decisión tuvo un detonante: su respaldo a Luis Bestit, que se opuso a Carpena en las elecciones de mayo.

Está detrás de la carta", asegura Anna Tarrés

Durante dos meses, tras el final de los Juegos, Carpena y su equipo emplearon su tiempo y su esfuerzo en finiquitar a Tarrés. El día que presentaron a la nueva seleccionadora, Esther Jaumà, coincidió con la aparición de una carta firmada por 15 ex nadadoras denunciando a Tarrés por presuntos tratos vejatorios, la mayoría producidos hacía años. Ninguna de las denunciantes acudió a la Justicia. Son pocas las que han explicado con claridad la situación que denuncian. La entrenadora ha demandado a Carpena por un delito contra el honor. Tarrés no deja de señalarle por coordinar a las chicas con fines difamatorios: “Está detrás de la carta”. Ninguna de las nadadoras del actual equipo se ha quejado públicamente de su ex jefa. El proceso amenaza con desintegrar al equipo nacional de sincronizada, verdadera máquina de conseguir éxitos deportivos durante la última década.

Mientras la federación se deshacía de Tarrés, la mejor nadadora española de siempre, Mireia Belmonte, se desvinculaba del Sabadell. La ruptura tomó por sorpresa a Carpena. Hasta ayer, la chica que ganó dos platas en Londres no tenía licencia federativa porque ningún club la ha acogido. Las negociaciones de Carpena por encontrar una solución no han fructificado. El Sabadell acusa a Mireia y a su padre de querer imponer unas condiciones económicas abusivas primero y, después, de faltar el respeto al club.

Tras dos meses de vacaciones, Mireia ha vuelto a entrenarse al CAR de San Cugat para no perder el hábito. Sus compañeros la ven fuera de forma, desmotivada, y frecuentemente ausente del trabajo por motivos publicitarios. No falta en el CAR quien sospecha que su situación es irregular porque sin licencia no tiene seguro médico. Carpena dice que le han tramitado un seguro análogo al de los nadadores extranjeros. En una reciente entrevista en la Cope, Mireia confesó que había pensado en retirarse. Tiene 21 años.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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