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El regreso del ‘ocho y medio’

Raúl García es el centrocampista del Atlético que menos pases da y más goles marca

Raúl García controla el balón en el duelo liguero ante el Málaga, entre Eliseu y Camacho
Raúl García controla el balón en el duelo liguero ante el Málaga, entre Eliseu y CamachoULY MARTÍN

En los entrenamientos a campo reducido y a dos porterías, uno de los movimientos en los que más insiste Diego Pablo Simeone es en la dejada de cara para el jugador que llega desde atrás. Un ejercicio con el que el entrenador colchonero busca aumentar la productividad goleadora de sus centrocampistas, una de sus obsesiones para evitar en esta faceta el exceso de dependencia de Falcao. Los cinco goles que ha marcado Raúl García (tres en Liga, uno en Copa y uno en la Liga Europa) le sitúan como el centrocampista rojiblanco más aplicado en la llegada desde la segunda línea y en el segundo goleador del equipo tras Falcao

“La clave ha sido su regreso a Pamplona. El año pasado le sentó fenomenal. Mendilibar le desencorsetó, le acercó a la portería y ahí es donde Raúl hace daño. Simeone ha sido inteligente, lo ha interpretado”, le analiza Miguel Ángel Lotina, que en su periplo como técnico rojillo escuchaba hablar de dos promesas de Tajonar. “Se hablaba mucho de él y de Javi Martínez. Este último era más joven. Se les comparaba mucho y salía ganando Raúl”, recuerda Lotina. En la banda derecha, donde últimamente le sitúa Simeone, o por detrás de Falcao, Raúl García se ha convertido en un ocho y medio. Su peso en la elaboración del juego no es prioritario, tampoco desbordar y centrar. Su trascendencia en el engranaje del equipo está enfocada a llegar y rematar por sorpresa. De lejos, es el centrocampista que menos pases por partido da (19), frente a Gabi (45), Mario (37), Koke (33), Arda (30), Emre (25) y Cebolla Rodríguez (23). “Sin ser un mediapunta, tiene una llegada descomunal. Su gran virtud es esa. No es el típico hombre de segunda línea muy habilidoso o que se gire muy bien, porque es muy grandote [mide 1,83m], pero llega sin avisar. En el campo se desordena un poco, pero eso le permite sorprender”, le analiza Lotina.

Llegó al club en una época difícil y él todavía estaba en pleno proceso de formación" Juan Iribarren, preparador físico del Atlético con Javier Aguirre

El trabajo en los entrenamientos y los goles también le han valido a Raúl García para asaltar la titularidad en una carrera que empezó en el vagón de cola. Este verano la dirigencia del club informó a Simeone de que Salvio o Raúl García debían ser traspasados para atender las necesidades de caja. Vendido Salvio al Benfica, aunque el técnico hubiera preferido que permaneciera, el mismo día que el Atlético desarboló al Chelsea en la Supercopa, el Atlético tasó a Raúl García en ocho millones ante una oferta del Fulham, que solo pretendía una cesión, por lo que la operación se abortó en Mónaco. Simeone tuvo una charla con Raúl García en la que le prometió que si se entrenaba bien terminaría jugando. “Hablé con Raúl la semana pasada y me dijo que está muy contento con El Cholo. Dice que lo que dice, lo hace. Que cumple”, asegura Vicuña, que lo dirigió como juvenil.

Pitado por el Calderón en su primera etapa, Raúl García ha dejado de ser un futbolista sospechoso para la grada. En la etapa de Quique Flores al cuerpo técnico le sorprendía que siendo el mejor en los entrenamientos su rendimiento en el campo descendiera tanto. “En la primera etapa del Atlético muchas veces no jugó en su verdadera posición”, dicen en su entorno. “Llegó al Atlético en una época difícil. Él estaba en pleno proceso de formación para la élite, tenía 19 añitos. Había muchos jugadores de nivel en su puesto y tuvo que crearse su propio espacio. El nivel de protección para él era bajo, no era canterano, la exigencia del Calderón… Triunfar allí es complicado hasta para la gente de la casa”, explica Juan Iribarren, preparador físico en la etapa de Javier Aguirre como técnico rojiblanco. “No me sorprende lo que está haciendo ahora. Lo raro es lo que le ocurrió antes, en su primera etapa en el Calderón. Esos pitos no eran normales. Quizá jugar allí de segundo punta sea más difícil y requiera un puntito más de calidad, pero si se repasan sus números no bajó de los 30 partidos en ninguna temporada”, advierte Martín González, director deportivo de Osasuna.

Su gran virtud no es ser habilidoso. Es llegar a portería sin avisar” Miguél Ángel Lotina, técnico

En su regreso al Atlético, Rulo se ha reencontrado con la amistad de Asenjo y con el recuperador Óscar Pitilla, una especie de confesor y terapeuta de la plantilla que, según desveló el propio Raúl García en una entrevista al Diario de Navarra, le escribió este sms: “Yo te digo las cosas desde el desinterés y el aprecio. Tú escucha, incorpora, rechaza y matiza, pero vive tu vida. La vida es de puta madre, pero hay que vivirla. Miras a un lado, miras a otro, y si no haces daño a nadie haz lo que a ti te dé la gana. No dejes que nadie, ni el miedo, ni la comodidad, te diga lo que tienes que dar. La vida es de puta madre, Raúl, disfruta. ¿Que quieres ser futbolista? Sé el mejor. Por lo menos, no dejes nunca de intentarlo”.

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