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Otro reto estratosférico de Red Bull

Vettel firma la mayor remontada en 20 años: de salir el penúltimo a acabar tercero, tras Raikkonen y Alonso

Oriol Puigdemont

Si Red Bull se ha convertido en una de los símbolos más conocidos de los últimos 10 años se debe en parte a los grandes retos que se plantea como patrocinador y que publicita como nadie. Hace un par de semanas, el paracaidista austríaco Félix Baumgartner se tiró desde la estratosfera con el objetivo de superar la velocidad del sonido en caída libre, una iniciativa apadrinada por la compañía que le reportó un retorno gigantesco gracias a la millonaria audiencia que tuvo. Sin duda, la carrera que Sebastian Vettel se sacó del sombrero ayer en Abu Dabi será otro de los relatos que Red Bull empleará a partir de ahora para seguir expandiéndose y promulgando su filosofía. Más que nada, porque en ella coincidieron algunos de los elementos más reconocibles de la marca: el talento, la épica y la capacidad de superación.

Hay que ser honestos, no somos suficientemente rápidos, pero tendremos que pelear hasta el final" Fernando Alonso

La vertiginosa carrerilla que llevaba el alemán y que le permitió encadenar cuatro victorias consecutivas dio un severo frenazo la tarde del sábado, cuando los comisarios técnicos decidieron penalizarle y le desterraron a las catacumbas de la parrilla. Vettel y su equipo asumieron el reto y se encerraron para rearmarse y demostrarle al mundo que son capaces de todo. El podio que se llevó en el zurrón el chico de Heppenheim tras arrancar desde los talleres y recuperar 20 posiciones en 55 vueltas debería provocar que los más descreídos terminen por darse cuenta de la inconmensurable habilidad que esconde este dicharachero rubiales de dientes refulgentes y pinta de empollón. Por delante de él únicamente cruzaron la meta Kimi Raikkonen y Fernando Alonso, que finalmente solo le pudo recortar tres puntos en la gresca que ambos mantienen por la corona. La última remontada de un calibre similar hay que buscarla en el Gran Premio de San Marino de 1991, donde Mika Hakkinen y Julian Bailey también se zamparon a 20 rivales en su escalada hacia la quinta y la sexta plaza, respectivamente.

Clasificación del Gran Premio de Abu Dabi de fórmula 1

1. Kimi Raikkonen (FIN/Lotus): 1:45:58.667

2. Fernando Alonso (ESP/Ferrari) +00:00.852

3. Sebastian Vettel (ALE/RedBull) +00:04.163

4. Jenson Button (GB/ McLaren) + 00:07.787

5. Pastor Maldonado (VEN/Williams) + 00:13.007

6. Kamui Kobayashi (JAP/Sauber) + 00:20.076

7. Felipe Massa (BRA/ Ferrari) + 00:22.896

8. Bruno Senna (BRA/Williams) + 00:23.542

9. Paul Di Resta (GB/Force India) + 00:24.160

10. Daniel Ricciardo (AUS/T.Rosso) + 00:27.463

11. M. Schumacher (ALE/Mercedes) + 00:28.075

12. J. E. Vergne (FRA/T.Rosso) + 00:34.906

13. H. Kovalainen (FIN/ Caterham) + 00:47.764

14. Timo Glock (ALE/Marussia) + 00:56.473

15. Sergio Perez (MEX/Sauber) + 00:56.768

16. Vitaly Petrov (RUS/Caterham) + 01:04.595

17. Pedro de la Rosa (ESP/HRT) + 01:11.778

Red Bull tiene una cintura prodigiosa y eso le permite afrontar los momentos difíciles, que también los tiene, de un modo muy particular. El sábado fue un mal día para la tropa de Milton Keynes. Vettel apenas pudo rodar por la mañana debido a un fallo en las pinzas de freno de su RB8, por más que ese contratiempo pasó a un segundo plano cuando se hizo efectiva la sanción sobre el actual campeón, ya por la noche, por concluir la cronometrada con menos gasolina en el depósito de la que estipula el reglamento (un litro). La estructura energética decidió que Baby Schumi tomara la salida desde los garajes para poder afilar el monoplaza y cambiarle las hechuras. Los técnicos se olvidaron de la configuración habitual del bólido, esa que prima la aceleración y el paso por curva y menosprecia la velocidad punta, y lo transformaron en un proyectil a base de retoques en la suspensión y el cambio, además de colocarle las gomas duras cuando la mayoría optó por las blandas.

Desde el momento en que le liberaron, Vettel salió como un rayo y fue tragándose oponentes a puñados, ahora por la derecha y ahora por la izquierda, a ti por el interior y a él por el exterior, con la inestimable ayuda del coche de seguridad, que irrumpió en escena dos veces (vueltas 9 y 39), agrupó el pelotón y se lo colocó delante para que se lanzara a por él como un lobo frente a un rebaño de ovejas. Con la energía de mil latas de Red Bull, el campeón del mundo más joven de la historia (23 años, cuatro meses y 11 días) rubricó una remontada estratosférica que no pudo completar con el triunfo porque perdió demasiado tiempo en superar a Button (cuarto), y vaya si le dolió.

Red Bull tiene una cintura prodigiosa y eso le permite afrontar los momentos difíciles

“Claro que me veía capaz de conseguir este podio. Ha sido una gran carrera en la que teníamos mucho que perder y al final no hemos perdido nada”, resumió Vettel, que de esta forma tan brillante defendió la batuta del Mundial, aún en su poder con un margen de 10 puntos sobre Alonso. “Aún no somos suficientemente rápidos, hay que ser honestos con nosotros mismos, pero pelearemos hasta el final”, explicó el español, que sigue a la espera de una reacción por parte de Ferrari que no termina de llegar.

En dos semanas, Vettel tendrá la primera oportunidad de proclamarse campeón mundial, en Austin. Lo será si termina en el podio y Alonso no puntúa.

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