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Al Zaragoza no se le puede dar ni media

Los blanquillos firman la goleada después de que Pizzi condenara al Deportivo con su expulsión

Apoño marca de penalti.
Apoño marca de penalti.Javier Cebollada (EFE)

Le das la mano y te coge el brazo. Axioma ajustado al Zaragoza, que ya volteó un descenso seguro en el curso anterior y que este año no da balón perdido, ocasión no batallada. Así se lo aclaró al Deportivo, inspirado en los metros concluyentes, pero con el tembleque en la sala de máquinas y en la zaga, condenado finalmente por la imprudencia de Pizzi, que discutió un penalti simulado para ver la doble tarjeta amarilla.

Como si no se hubiera repuesto o como si entendiera que la goleada encaja por parte del Madrid en la jornada anterior era un imperativo, el Zaragoza inició el duelo ante el Deportivo de lo más lánguido, incluso anémico. Lejos de que representara la voluntad de Movilla, que clavó los tacos en Valerón a las primeras de cambio para aclarar la potestad de la parcela, el equipo blanquillo estaba desconectado. Síntoma de que no pelea en el lodo, de que su fútbol ya no está condicionado por la zozobra institucional ni los reproches de la grada, otrora tan acentuados. Pero arrancar el partido destemplado fue también un error de bulto ante el Deportivo; un susto del que se repuso porque no baja los brazos y porque Pizzi se pasó de lenguaraz.

ZARAGOZA, 5 – DEPORTIVO, 3

Zaragoza: Roberto; Sapunaru, Loovens, Álvaro, Abraham; Movilla, Zuculini (Aranda, m. 26), Apoño; Víctor (Oriol, m. 83), Postiga (Romaric, m. 87) y Montañés. No utilizados: Leo Franco; Paredes, Wilchez y Pintér.

Deportivo: Aranzubia; Laure, Aythami, Zé Castro, Tiago Pinto; J. Domínguez (Santos, m. 83), Bergantiños; Pizzi, Valerón (Camuñas, m. 53), B. Gama; y Riki (Bodipo, m. 83). No utilizados: Lux; M. Pablo y Evaldo.

Goles: 0-1. M. 13. Bruno Gama. 0-2. M. 21. Riki. 1-2. M. 27. Apoño. 2-2. M. 61. Montañés. 3-2. M. 66. Álvaro. 4-2. M. 76. Postiga. 5-2. M. 82. Postiga. 5-3. M. 91. Bodipo.

Árbitro: T. Vitienes. Amonestó a Tiago, Pizzi, Abraham, Álvaro, Sapunaru, Camuñas y Loovens. Doble amarilla a Pizzi (m. 49).

La Romareda. 22.000 espectadores.

Dos pifias terribles saludaron al duelo. Primero fue Álvaro el que desatendió la trampa del fuera de juego. Lo aprovechó Pizzi, que se marcó un eslalon y filtró un pase interior al desmarque de Bruno Gama, esplendido en la definición al picar el cuero por arriba, a la escuadra y a la red. Y después se subrayó Zuculini, que se vio en un apuro y optó por el pase atrás, por el caramelo a Riki, que se adelantó al portero para lograr la diana. Dos zarpazos del Depor y una respuesta de Manolo Jiménez, intervencionista como pocos en los despachos —mánager general del club— y en el área técnica, que agitó a su equipo con la retirada de Zuculini por Aranda.

Funcionó la réplica de Jiménez porque el Zaragoza también estuvo avispado para materializar el regalo del Depor —una mano torpe de Tiago Pinto tras un mal control dentro del área; una definición de Apoño— y la simpleza de Pizzi, que perdió el norte por un penalti que no fue.

Abierto el encuentro, con el Zaragoza volcado al ataque, se sucedieron los disparos en las áreas. Uno cruzado de Movilla, otro de Valerón de cabeza que escupió Roberto, uno último de Bergantiños al larguero. Pero el protagonismo era de los blanquillos, que se presentaron en campo contrario con el balón y con las ideas claras: balones colgados al área a la espera de un rematador. Y encontraron hasta tres: Montañés, Álvaro y Postiga por partida doble.

Cuatro dianas que retorcieron al Deportivo —de nada le sirvió el tanto postrero de Bodipo— y que expresaron el carácter competitivo del Zaragoza, que no deja ni media ocasión suelta.

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