Salom, subcampeón de Moto3
Tres motos oficiales de KTM copan el último podio del año Viñales concluye tercero el Mundial
Eliminado el hombre más fuerte del fin de semana de la lucha por la victoria, Jonas Folger, asomaron un buen puñado de candidatos a subirse al podio, pero la batalla quedó en manos de tres KTM oficiales, que se disputaron el primer escalón del podio en la última curva de la última vuelta. Y, como en Japón, el vencedor fue Danny Kent, un jovencito que dará mucho que hablar la temporada próxima. Antes, al alemán del equipo de Aspar, que había logrado la pole el sábado, se le había parado la moto en la vuelta de calentamiento previa a la formación en la parrilla, consiguió regresar al box y pudo salir desde el carril de los talleres; aquello le obligaba a remontar y arriesgar, lo que tampoco era un mal plan en una carrera en la que había muy poco en juego ya. Pero Folger volvió a tener problemas con su Kalex –con motor KTM– y abandonó tras ocho vueltas cuando rodaba por detrás de más de una veintena de pilotos.
Kent volvió a pegársela a Cortese como ya hizo en el circuito de Motegi; le adelantó en la última curva
Las condiciones de la pista, mojada tras el primer chaparrón de la jornada, animó a los más osados: Luis Salom, que se puso en cabeza a las primeras de cambio; Oliveira, un piloto que no hace ascos al agua; o Álex Márquez, un valiente jovenzuelo con nada que perder, hermano del campeón de Moto 2 Marc Márquez. El primero –que estaba defendiendo el subcampeonato de la categoría frente a Viñales–, se fue viniendo abajo a medida que avanzaba la prueba y la pista iba drenando, pues los neumáticos, especiales para correr bajo la lluvia, no aguantaron el tirón inicial. El portugués besaría el asfalto a nueve vueltas del final cuando, emparejado con Efrén Vázquez –con quien peleaba por la segunda plaza del podio– como rodaba este, tras intentar un adelantamiento por el interior, perdió el control de su moto y se llevó por delante al chico del equipo de Alzamora. Uno y otro cambiaron el podio por el asfalto y tuvieron que abandonar. También lo hizo Márquez, aunque este –campeón de España y novato en el Mundial– se fue al suelo solo, sin previo aviso de un asfalto muy mojado todavía, tras apenas cuatro vueltas, cuando rodaba en primera posición.
Así, poco a poco, en una carrera que contó con 11 abandonos, fueron los más pacientes quienes se llevaron el gato al agua. La experiencia de Cortese, por ejemplo, se hizo valer, otra vez, en Valencia. El campeón de Moto3 se lo tomó con calma hasta alcanzar la cabeza del pelotón a mitad de la prueba. Y allí resistió desde entonces, tras un inicio conservador, hasta que su compañero de equipo, Kent, volvió a pegársela como ya hizo en el circuito de Motegi: le adelantó en la última curva y no fue suficiente el rebufo para recuperar la primera posición. El alemán terminó a solo 56 milésimas del británico. Y en tercera posición, con otra KTM, el malayo Khairuddin, a 58 milésimas de segundo.
Muy discreta terminó siendo tanto la carrera de Salom como la de Viñales, que se debería haber visto obligado a arriesgar más de la cuenta si quería recuperar el segundo puesto de la general que ha defendido durante tantas semanas. Llegó a Valencia a nueve puntos del mallorquín, de modo que a este, que fue perdiendo posiciones a medida que la pista se secaba, le bastó con no perder mucho de vista al chico de Roses (Girona) para defender el subcampeonato. Y así fue. Aunque Viñales terminó adelantándole en los últimos giros, su escalada (cayó a las 13ª posición en la salida), no fue suficiente. Y el octavo puesto final solo le sirve para igualar la tercera plaza que ya logró el curso pasado, el de su debut mundialista.