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Nadal ya pisa pista

El mallorquín, que no juega desde Wimbledon por una lesión en la rodilla izquierda, vuelve a coger la raqueta

J.J.M. Agencias
Madrid / Manacor -
Nadal golpea la pelota en presencia de su tío Toni.
Nadal golpea la pelota en presencia de su tío Toni.

Rafael Nadal volvió a pisar hoy la pista dura del centro de entrenamientos de Manacor, en Mallorca. Acompañado por Toni Nadal, su tío y entrenador, además de por Rafael Maymò, su fisioterapeuta, el tenista anunció oficialmente su vuelta a los prácticas, aunque no quiso ponerle fecha a su retorno a la competición. Sin embargo, planea jugar una exhibición el 28 de diciembre y debería llegar a tiempo de disputar el Abierto de Australia, donde defiende la final alcanzada en 2012. El número cuatro mundial, campeón este año de Roland Garros, no juega un partido oficial desde la segunda ronda de Wimbledon 2012, donde le eliminó el checo Lukas Rosol. Desde entonces, una rotura parcial del ligamento rotuliano de la rodilla izquierda, donde también sufre una molesta hoffitis, le han mantenido alejado de las pistas.

“Vamos despacio, con cautela, día a día, y veremos si mi cuerpo y la rodilla en particular vuelven a aceptar las cargas y puedo estar compitendo lo antes posible, pero siempre dentro de la paciencia y la seguridad de que las cosas van bien. Además, mi lesión no es para retirar a nadie”, declaró el campeón de 11 grandes, que tiene 26 años, a los periodistas que acudieron a ver su entrenamiento. “(Me toca) entrenarme poco a poco y encontrar el momento adecuado para volver”.

Nadal nunca estuvo en reposo total. En octubre, por ejemplo, recibió la visita del argentino Juan Mónaco, entonces uno de los diez mejores jugadores del planeta. Aunque entonces no confirmó que volviera a pisar las pistas, a los dos amigos se les vio vistiendo trajes de neopreno para zambullirse de buena mañana en el mar. El mallorquín nunca descuidó su preparación física y puso especial énfasis en mantener su capacidad de resistencia. Bajo el mando de Joan Forcades, su preparador, se sometió a duras sesiones de entrenamiento en su gimnasio. También nadó con frecuencia. Con el consentimiento de sus médicos, los doctores Cotorro y Sánchez, compitió en el campeonato de golf de Baleares y se entrenó en sus recorridos preferidos.

Una vez que se rompió su sueño de ser el abanderado de España en los Juegos de Londres y cuando tuvo que renunciar al Abierto de Estados Unidos, ya nunca tuvo prisa por volver. Que no hubiera rastro de dolor en la rodilla fue su prioridad: competir en el otoño le aseguraba llegar sin ritmo al tramo del curso que peor se adapta a su juego (la temporada de cemento bajo techo) y le impedía utilizar el ránking protegido en 2013 (al estar seis meses de baja, podrá jugar como número tres mundial).

Ahora, el mallorquín ya mira al próximo curso, sin prisa pero sin pausa: tiene casi dos meses hasta que arranque el primer grande del curso (14 de enero).

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