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ATHLETIC, 1 - DEPORTIVO, 1

Luces apagadas en San Mamés

No le faltó llegada ni pujanza al Athletic, pero sí colmillo y empató frente a un Deportivo inspirado en el remate

De Marcos y Aguilar luchan por el balón.
De Marcos y Aguilar luchan por el balón.Miguel Toña (EFE)

Estaba el Athletic en condiciones de alejarse de las tinieblas, de un estío en el que perdió de forma indeseada a su faro defensivo, se enconó con el ofensivo, cuestionó lo incuestionable y escuchó grabaciones que parecían maniobras orquestadas en la oscuridad. Estaba, en definitiva, en la vía para lograr su tercera victoria en cuatro jornadas y superar al Deportivo, oponente incomparable cuando se trata de encender las luces ajenas, dadivoso en defensa, plagado de ausencias en esa línea. Se adelantó el Athletic para cantar victoria y recobrar sensaciones con un once en el que sólo la irrecuperable ausencia de Javi Martínez le alejaba del equipo tipo que puso la gabarra en la parrilla de salida, pero no supo vencer, igualado en el marcador por un Deportivo que atinó en su único remate con codicia entre los tres palos. Respira el equipo de Oltra, que sale del descenso, pero salva con más esfuerzo que juego una incómoda estación en el tránsito hacia la permanencia.

Athletic, 1 - Deportivo, 1

Athletic: Iraizoz; Iraola, Ekiza, Amorebieta, Aurtenetxe (Ibai Gómez, m. 69); Iturraspe; Susaeta, Herrera, De Marcos, Muniain; y Llorente. No utilizados: Raúl; San José, Ramalho, Castillo, Isma López y Toquero.

Deportivo: Lux; Laure, Aythami, Roderick (Insua, m. 79), Ayoze; Álex Bergantiños, Abel Aguilar; Bruno Gama, Valerón (Camuñas, m. 71), Pizzi; y Riki (Bodipo, m. 83). No utilizados: Marc Martínez; Manuel Pablo, Jesús Vázquez y Juan Domínguez.

Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Amorebieta, Iturraspe, Aurtenetxe, De Marcos, Ayoze, Abel Aguilar y Laure

Goles: 1-0. M. 21. De Marcos. 1-1. M. 51. Abel Aguilar.

San Mamés. Unos 35.000 espectadores.

El Athletic empezó como lo hacen los equipos en dudas, tanteando y tanteándose; el Deportivo fue como una gaseosa sin fuerza, un espumoso que quiso la pelota, pero se quedó sin ella por falta de sustancia. Pasado un cuarto de hora el Athletic aceleró y el Deportivo se fue a boxes, advertido por un testarazo de Llorente que se estrelló en el larguero. La ausencia de Aduriz propició la primera titularidad de la temporada para tan monumental delantero, el mismo que en el Mundial de Sudáfrica tiró como bolos, en genial comparación de Pepe Reina, a los centrales lusos Carvalho y Bruno Alves. Roderick, una de esas promesas que trata de promocionar el agente Jorge Mendes, era entonces un juvenil. Futbolísticamente sigue siéndolo. También de estreno en un partido de la máxima exigencia, padeció un calvario ante el riojano en todas las facetas, en campo abierto y en la marca. No fue el único. Todo el Deportivo fue a rebufo del Athletic, que durante media hora antes del descanso anduvo sobre las huellas de las pisadas de sus mejores días con Bielsa: la presión y la asociación, las permutas, esa movilidad que le hace imprevisible y que generó un desastre cuando Susaeta e Iraola plantearon un dos contra uno sin pelota a Ayoze. El lateral deportivista tapó a Iraola mientras Bruno Gama acudía a la ayuda, pero cometió un error conceptual, una de esas máximas que se aprenden en primero de prebenjamín: al oponente se le encima por detrás, no por delante. Gama lo hizo con Susaeta y le agasajó con los metros precisos para recibir un pase filtrado por Iturraspe y conceder un pase de la muerte para el gol de De Marcos.

Ese primer y tardío revés mostró la fragilidad del Athletic, castigado en la primera opción que encontró el Deportivo, un córner rematado por Aguilar en el que un rechazo dio una segunda opción al colombiano tras la única aparición relevante de Valerón. El empate abocó el partido a una única dirección porque no tuvo contragolpe el Deportivo, tampoco la pelota. Defendió entre regular y mal, con dudas e imprecisiones, más por acumulación que con talento, armado con un chico del filial, Pablo Insua, que tuvo que debutar porque Roderick se lesionó y ya son tres los centrales con dolencias musculares en el equipo. No le faltó llegada ni pujanza al Athletic, pero sí colmillo. Y lo pagó.

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