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Cristiano marca la diferencia

El portugués inclina el duelo con su primer tanto de falta de la temporada

Diego Torres
Ronaldo festeja su gol.
Ronaldo festeja su gol.Cristobal Manuel (EL PAÍS)

La geografía de los remates en la primera parte del derbi dijo mucho del modo en que se jugó el partido y de sus protagonistas. Hubo cuatro disparos, dos por equipo. De los cuatro, dos fueron obra de Cristiano. De los cuatro, solo uno, el de Falcao, fue realizado dentro del área. De los cuatro, solo uno acabó en gol. Fue el gol más importante del derbi, por la influencia que tienen los tantos que abren el marcador en estos dos equipos y en partidos trabados como el que se jugó en el Bernabéu. Lo hizo Cristiano de falta directa. Fue un golazo y explicó el valor del portugués como definidor. Cristiano tuvo el enorme mérito de ser resolutivo sin apenas recibir balones, participando de las jugadas de forma marginal, frente a una defensa que no concedió ni espacio ni tiempo de pensar a los mejores pasadores del Madrid. En un partido de exigencia extrema, el gol fue el premio a un despliegue esforzado y profesional.

El portugués agotó toda su energía en un  duelo áspero para atacar y también para defender

Cristiano trasciende sus altibajos anímicos. Sus relaciones con la directiva y con la plantilla no pasan por su mejor momento pero su entrega es indiscutible. Ayer agotó toda su energía en un partido áspero. Para atacar y para defender. En ambos casos, disputando balones divididos ante rivales de pierna fuerte. Peleaba por una pelota en el minuto 15 cuando provocó el primer error del Atlético. Nervioso en el duelo con el portugués, Arda Turan tocó el balón con la mano a unos 35 metros de la portería de Courtois. Fue la ocasión perfecta para Cristiano, que comenzó a medir los pasos para ejecutar la falta directa. Özil se colocó para la zurda pero fue Cristiano el que envió el misil a la base del palo derecho del portero rojiblanco. La estirada de Courtois no alcanzó a rozar la pelota. Fue su gol número 13 en Liga. El primero de falta que hace esta temporada.

Comentaban estos días los jugadores del Madrid que, a pesar de la crisis de resultados, el equipo juega igual que la temporada pasada. Recordaban que la única diferencia era que entonces a Cristiano le entraban más los disparos de larga distancia. Esta especialidad había resultado decisiva en el tramo final del último campeonato. Entre otras bombas, sus compañeros recordaban la que le metió al Atlético en el Calderón en una noche fundamental para reafirmarse en el liderato. No es lo mismo con Cristiano que sin él. Sobre todo, cuando el juego del equipo no permite explotar otros recursos. Sin la pegada, este año el Madrid perdió 11 puntos respecto al Barça y ocho puntos en relación al Atlético.

La afición aprovechó su diana para homenajear al ídolo con una ovación

La hinchada aprovechó el gol para homenajear al ídolo. La ovación recorrió las gradas en la noche fría: “¡Criostiaaaaanoooo…!”. Fue un canto de agradecimiento al esfuerzo del jugador en condiciones difíciles. La disciplina defensiva del Atlético no permitió ni un centímetro de holgura. Koke y Diego Costa taparon entre los dos a Xabi y a Ramos para que el Madrid no pudiera sacar el balón con limpieza y Özil se quedó desconectado. Sin el apoyo del alemán, uno de sus principales asistentes, Cristiano se buscó la vida en la montonera. Entre las líneas de presión de ambos equipos, que subían y bajaban, que apretaban y no permitían ni un poco de claridad.

Cristiano fue el jugador que más faltas provocó en el partido. Fue motivo constante de inquietud para los centrales del Atlético y para Courtois, que le paró la segunda falta directa. Cuando los jugadores se fueron fatigando y el partido se abrió, según transcurría la segunda parte, Cristiano mandó dos tiros a los palos y provocó el segundo gol. Corrió a por un balón largo que parecía perdido y se lo escondió a Juanfran, que no le supo encimar en el vértice derecho del área. Cristiano se pasó la pelota a la pierna izquierda y asistió a Özil, que apareció libre de marca por el otro palo. Fue el mazazo definitivo. El golpe que cerró el derbi.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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