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“Me han echado por miedo”

Pellegrino carga contra Llorente en su despedida como entrenador del Valencia: “Ha sido un calentón”

Pellegrino, durante el partido ante la Real.
Pellegrino, durante el partido ante la Real.MANUEL BRUQUE (EFE)

Con los ojos acuosos, consecuencia de una noche en vela, Mauricio Pellegrino (Leones, Argentina, 1971) se despidió con la elegancia de siempre, pero una contundencia inesperada contra el presidente del club, Manuel Llorente. La decisión de destituirlo en la noche del sábado, tras caer en Mestalla contra la Real Sociedad (2-5), le pareció al técnico argentino “injusta”, producto “de un calentón y del miedo”. El miedo del presidente a los gritos proferidos contra su persona por parte de la hinchada, que le exigió su marcha. Al comunicarle la decisión, en la noche del sábado, Pellegrino ya le dijo a la cara al presidente que le había faltado personalidad para aguantar la presión de la grada.

Fueron apenas unos segundos de conferencia de prensa, sin preguntas, pero Pellegrino, tan reposado otras veces, repasó su trayectoria con lucidez y dinamita. “He pasado 10 años en el club como jugador y técnico. He vivido cuatro o cinco pañoladas con [Héctor] Cúper y con [Rafa] Benítez y… si no hubo final feliz, al menos la gente al final estuvo orgullosa del equipo”.

“Firmé por dos años. Creo en los procesos de trabajo”, añadió, “y estoy convencido de que la situación del Valencia es coyuntural [la dos goleadas sufridas en la Liga, la anterior frente al Málaga por 4-0]. Estamos clasificados para los octavos de final de la Champions, peleando por ser primeros de grupo, y en la siguiente ronda de la Copa del Rey”.

Los jugadores no hemos estado a la altura de Mauricio. Es una gran persona y un magnífico entrenador” Albelda, a través de Twitter

“Quiero agradecer a la afición y a los jugadores la oportunidad que me han dado y ojalá la vida me dé la oportunidad de volver a trabajar aquí”, sentenció Pellegrino, que deja el Valencia después de apenas cinco meses al frente del equipo, con las luces de vibrantes partidos ante el Atlético y el Bayern y las sombras de pobres actuaciones, sobre todo fuera de casa contra rivales de menor entidad. Castigado por un vestuario lleno de jugadores caprichosos que solo se motivaron en las grandes citas. El capitán del equipo, David Albelda, a pesar de jugar muy poco, apoyó a través de su cuenta de Twitter al preparador argentino. “Los jugadores no hemos estado a la altura de Mauricio. Es una gran persona y un magnífico entrenador”. Lo mismo opinó Roberto Soldado: "El míster ha demostrado su capacidad en el día a día trabajando con nosotros, pero lo que trabajábamos durante la semana no lo hacíamos luego en el partido. Tenía carácter, tenía capacidad como para dirigir al equipo pero no hemos estado a su altura ni tampoco a la de la camiseta que llevamos".

Al marcharse de la sala de prensa, Pellegrino recibió la ovación de un puñado de aficionados radicales personados en Paterna a intimidar a los jugadores. Los ultras, pertrechados con capuchas, se encararon con algún periodista, saltaron una valla de seguridad y reclamaron de mala manera su derecho a hablar con los jugadores. El club avisó a la policía nacional y esta los desalojó de la ciudad deportiva.

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