La crisis de los Lakers no tiene fin

La desolación inunda el Staples Center. Los Lakers, lejos de reaccionar, cada vez funcionan peor. Juegan mal y son capaces de perder contra equipos de medio pelo, como es el caso de Orlando esta temporada. No importa lo superiores que sean sobre el papel los Lakers. Los Magic les dieron un auténtico baño, especialmente en el último cuarto en el que obtuvieron 40 puntos, y cerraron con un inapelable 103-113.

Orlando está en la 11ª posición de la Conferencia Este, con 10 derrotas y seis victorias, tras dar la sorpresa en Los Ángeles. No importa. Cualquier equipo parece capaz hoy por hoy de superar a unos Lakers que navegan a la deriva. Todos sus indicativos son alarmantes, muy vulnerables en defensa y muy previsibles y fallones en ataque.

Situación desesperante

D’Antoni cuenta con dos pívots All Star, Pau Gasol y Dwight Howard, pero su equipo pierde la batalla por el rebote y suma cinco menos que un rival sin grandes referentes en el interior de la pintura. Incluso en el apartado de la intimidación ganaron la partida el joven montenegrino Nikola Vucevic y el fortachón pero no muy alto Glen Davis, de 2,06 metros. Los Magic sumaron 10 tapones, por solo dos los Lakers.

Volvió a vivirse una desesperante situación en los últimos minutos del partido cuando los Magic aplicaron la receta que tantas veces sufrieron durante los años que Dwight Howard estuvo en sus filas. Se dedicaron a ejecutar el denominado ‘Hack a Dwight’: cometer faltas sobre el ahora pívot de los Lakers, sabedores de sus horribles porcentajes desde la línea de tiros libres. Les salió redonda la estrategia. Howard falló 12 de los 21 tiros libres de que dispuso.

Irregular Pau

Otro indicador que delata el deficiente funcionamiento del sistema de juego de los Lakers es que sumó 14 asistencias menos que los Magic. D’Antoni volvió a prescindir de Pau Gasol en los momentos decisivos del partido. A falta de seis minutos para el final lo relevó y dejó en la cancha la pareja interior formada por Howard y Jamison.

El pívot español logró buenos números en la primera parte, con 11 puntos y una serie de 4 de 7 en el tiro. Pero en la segunda parte falló los cuatro lanzamientos que ejecutó. Concluyó el partido con 11 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias. Algunos analistas son especialmente críticos con Gasol y los rumores sobre un posible traspaso son cada vez más numerosos. Ante los Magic jugó poco más de 28 minutos, más o menos lo mismo que Jamison y diez minutos menos que Howard, autor de 21 puntos y 15 rebotes, y que Kobe Bryant, que logró 34 puntos, con una floja serie de 12 de 27, además de 7 rebotes y 5 asistencias.

Los Lakers suman de nuevo más derrotas, nueve, que victorias, ocho, y ocupan la octava plaza de la Conferencia, aunque empatados con el noveno y el décimo, Dallas y Denver. Sus tres próximos partidos son lejos del Staples, en Houston, Nueva Orleans y Oklahoma City.

Ricky vuelve a los entrenamientos

Ricky Rubio se entrenó por primera vez con su equipo, Minnesota Timberwolves, nueve meses de romperse los ligamentos de la rodilla en un partido ante los Lakers. Todavía no se ha establecido la fecha en que el base español reaparecerá en un partido oficial. “Después de tanto tiempo, estoy otra vez en la cancha. Me he sentido bastante bien, aunque un poco extraño por ahora. Hasta que no me sienta perfectamente, no jugaré”, explicó Ricky.

Rick Adelman, el entrenador de Minnesota, se refirió al retorno del base a los entrenamientos: “Ha pasado el balón muy bien, y ha cogido posiciones. Siempre va a estar ahí. Se trata de que adquiera condición física. ¿Cuánto tiempo va a tardar? Esa es la cuestión”.

En su primera temporada en la NBA, Ricky Rubio disputó 41 partidos hasta que se lesionó el 9 de marzo en un encontronazo con Kobe Bryant durante un partido conta los Lakers. Con Ricky, los Wolves ganaron 21 partidos y perdieron 20. Promedió 10,6 puntos, 4,2 rebotes, 8,2 asistencias y 2,2 robos por partido. Minnesota, muy perturbado por las lesiones, está en la 11ª posición de la Conferencia Oeste con 7 victorias y 8 derrotas.

Controvertido Wallace

Lo de Rasheed Wallace ante Phoenix fue salir a la cancha, no tocar balón y ser expulsado. Todo en 85 segundos, el tiempo que tardó en cometer una dura falta sobre Scola y en protestar, mientras Dragic lanzaba el tiro libre con el que se castigó la falta técnica, gritando una de sus frases favoritas: Ball don’t lie (El balón no engaña). Se trató de la expulsión en que un jugador permanece menos tiempo en la cancha. Wallace acumula cuatro faltas técnicas esta temporada. Los jugadores que más técnicas suman este curso son su compañero de equipo Carmelo Anthony y el pívot de los Kings de Sacramento, DeMarcus Cousins.

Wallace, a sus 38 años y después de haber estado un año inactivo, firmó por los Knicks por una temporada con el salario mínimo, 1.350.000 dólares. Siempre ha sido un jugador muy castigado con faltas técnicas y en 2003 fue sancionado con siete partidos por amenazar a un árbitro, Tim Donaghy. Especialista defensivo, esta temporada promedia 7,7 puntos, 4,4 rebotes y 15 minutos de juego, los mejores momentos de su carrera fueron cuando defendía la camiseta de los Detroit Pistons, con los que ganó el anillo en 2004. Ha sido cuatro veces All Star, la última en 2008.

Los Knicks ganaron a Phoenix por 106-99, a pesar de las bajas de Stoudemire, Kidd y Camby, de la expulsión de Wallace y de que Felton también se lastimó durante el partido. El equipo de Nueva York es segundo en la Conferencia Oeste con 12 victorias y 4 derrotas, solo superado por Miami.