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El Deportivo no tiene candado

La fragilidad defensiva pasa factura al conjunto de Oltra, colista, que asegura que su afición “disfruta con el equipo”

Llorente remata ante la defensa del Deportivo.
Llorente remata ante la defensa del Deportivo. efe

A veces los calendarios deparan curiosos guiños. Hace dos temporadas, la que finalizó con su traumático descenso, el Deportivo se presentó en el Vicente Calderón para jugar la decimoquinta jornada de Liga. Lo hizo con 17 puntos en mitad de la tabla. Hoy llega a la misma estación vecina al Manzanares y en idéntica hora tras ganar dos partidos de catorce, la mitad que aquella campaña con Lotina al comando. El equipo tiene siete puntos menos que entonces y, tras el empate del Espanyol en el partido adelantado al pasado viernes, es colista. Hace casi medio siglo que a estas alturas de la Liga el equipo coruñés no está en tal tesitura, pero José Luis Oltra, su entrenador, apunta una sorprendente percepción ante lo que que acontece: “La gente disfruta este año y el anterior más que en otros momentos, está contenta con el juego y nuestra propuesta”.

Que el Deportivo juegue bien es una cuestión debatible e interpretable, que suma menos puntos de los que necesita para estar lejos del fondo de la tabla es una evidencia, también que solo los cuatro equipos que encabezan la clasificación meten más goles. Así que todos los diagnósticos apuntan a su incapacidad para defenderse, un defecto que desde el vestuario se empeñan en colectivizar, pero que hoy debe subsanarse además ante la ausencia de sus zagueros más expertos. Marchena y Zé Castro, que componen el dúo de centrales titulares, están lesionados y la primera alternativa, Aythami, debe de cumplir sanción. Así las cosas, y salvo inesperado giro, Oltra recurrirá a Roderick (21 años) e Insua (19), cuarto y quinto en el escalafón de centrales, para el eje de la zaga.

Ante el Atlético, recurrirá a Roderick (21 años) e Insua (19), cuarto y quinto en el escalafón de centrales, para el eje de la zaga

Hijo de un exfutbolista brasileño que se afincó en Portugal tras jugar en equipos de segundo nivel, Roderick Miranda completa su segunda cesión (ya estuvo en el Servette suizo) para curtirse y regresar al Benfica, club en el que su mentor Jorge Mendes le consiguió un contrato hasta 2017. Subcampeón del mundo con la selección lusa en el último Mundial sub-20, apenas ha jugado dos partidos de Liga este ejercicio. En ambos dejó dudas. Pablo Insua juega habitualmente en el filial, en Tercera División. Hace dos jornadas debutó en Primera, diez minutos en San Mamés. El verano pasado estuvo en el plantel de la selección española campeona de Europa sub-19, donde ejerció de central reserva a la sombra del vizcaíno Jonas Ramalho y el madridista Derik Osede.

Con dos promesas justo donde el equipo tiene la lupa se jugará José Luis Oltra parte de su futuro en un club que solo ha destituido tres entrenadores en 25 años, pero que ahora precisa de manera imperiosa salvar la categoría para no comprometer su viabilidad. Para el técnico también es una temporada importante porque seguir en la misma línea supone profundizar en un defecto que ya puede convertirse en seña de identidad. Oltra no logra poner el candado a sus equipos. Su penúltima aventura entre los grandes le deparó una destitución en Almería tras dirigirlo, entre Liga y Copa, en 24 partidos en los que encajó 49 goles. Solo en uno de ellos, justamente contra el Deportivo, mantuvo la puerta a cero. Anteriormente en Tenerife se fue a Segunda como el equipo más goleado (74 tantos). Incluso en su efímera experiencia con el Levante al final de la campaña 2004-05 le marcaron ocho veces en cuatro jornadas. Por ahí anda su promedio como entrenador de Primera División: 1,97 goles en contra de media por partido. Necesita tres para ganar. “No siempre los vamos a hacer”, asume Riki, autor el pasado domingo de dos irrelevantes dianas. “En los dos partidos que ganamos mantuvimos la meta a cero. Tenemos que jugar juntos, hacer ayudas, ser solidarios y no descolgarnos y propiciar superioridades del rival”, recomienda el delantero.

“Solidez e inteligencia para manejar los partidos”, reclama el centrocampista Abel Aguilar. Su compañero Álex Bergantiños habla de “concentración”. “Volver más juntos en los repliegues y estar atentos en los marcajes en las acciones a balón parado”, incide. A la postre, el mejor defensa del Deportivo es Oltra, que echa balones fuera. “No creo que haya pesimismo entre la afición, la prensa es generadora de opinión. No soy el único que os culpa –espetó en rueda de prensa-, también Michel o Mourinho lo hacen, cualquier entrenador. Y es porque detectamos que las preguntas siempre se centran en lo negativo”.

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