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Un Madrid infinito

Los blancos imponen su inagotable repertorio ante el Estudiantes (74-87) en un derbi con un primer tiempo primoroso

Faustino Sáez
Begic lucha un balón con Carl English
Begic lucha un balón con Carl EnglishKote Rodrigo (EFE)

El derbi madrileño reunía en el Palacio a los dos equipos más generosos de la competición. Los dos mejores ataques, los dos conjuntos más valorados y las dos apuestas más vistosas y desinhibidas. El espectáculo respondió con creces a las expectativas. Fue un duelo vibrante, un pulso divertido y dinámico, tenso e intenso, un festival anotador que ganó el Madrid por amplitud de repertorio ante un Estudiantes que, orgulloso y optimista, le exigió su mejor versión hasta quedar desfondado.

Sin descanso, ambos se entregaron de salida a un excelso intercambio de canastas sin reparar en corsés tácticos ni amasar la pelota, rivalizando en puntería y consistencia física en un primer tiempo primoroso (52-58) de rachas y alternancias. Bajaron el pistón en los 20 minutos finales que concluyeron con un parcial de 22-29. Germán Gabriel y Carl English se quedaron secos ante la vuelta de tuerca de la defensa del Madrid y los de Laso mantuvieron con solvencia su condición de invictos en la Liga. Suman 11 victorias en otras tantas jornadas y ya tiene al segundo clasificado a tres de distancia. Un ritmo frenético. Un repertorio inagotable.

Estudiantes, 74 - R. Madrid, 87

Asefa Estudiantes: Granger (9), English (16), Kirksay (6), Gabriel (24) y Barnes (0) -quinteto inicial-; Jaime Fernández (2), Clark (5), Nogueira (7), Kuric (5) y Fisher (0).

Real Madrid: Llull (15), Rudy (17), Suárez (1), Mirotic (14) y Hettsheimeir (0) -quinteto inicial-; Sergio Rodríguez (9), Begic (9), Reyes (8), Pocius (0), Carrolll (6), Slaughter (4) y Draper (4).

Parciales: 21-23; 31-35; 12-14 y 10-15.

Árbitros: Conde, Jiménez y Fernández. Eliminado: Granger (min. 40).

12.123 espectadores en el Palacio de los Deportes.

El derbi es territorio de pasiones desbocadas y pronósticos indescifrables con el precedente del año pasado como ejemplo y la jornada 11ª como paralelismo. Los blancos llegaban entonces con una racha de ocho victorias seguidas y los colegiales encadenaban cuatro derrotas. Entonces, las predicciones saltaron por los aires y el Estudiantes de Pepu se dio uno de los contados alegrones que pudo rascar en una temporada calamitosa frente a un Madrid huérfano de Rudy e Ibaka tras la conclusión del lockout. En esta ocasión, los blancos no dieron pie a la sorpresa y con Rudy en la convocatoria, repuesto de su lumbalgia, aguantaron el tipo, ganaron la batalla del rebote y volvieron a disparar su casillero. Entre el escolta mallorquín, Llull y Mirotic anotaron 46 puntos frente a los 50 que aportaron nueve de los 10 jugadores del Estudiantes que participaron en el derbi. Germán Gabriel, conmovedor en su esfuerzo, sostuvo a los suyos con el premio honorífico de concluir como máximo anotador de un choque notable.

Un triple de Granger selló el parcial de 14-0 con el que Estudiantes aterrizó en el partido. Llull había sido el primero en desatar las hostilidades, pero pronto despertaron los locales. English, que había fallado su primer triple, tiró de galones y con cinco puntos consecutivos enseñó el camino a los suyos. Laso había apostado de nuevo por Hettsheimeir en el quinteto inicial y, como ocurriera ante el CAI, el rival aprovechó su falta de rodaje para buscarle las cosquillas. Germán Gabriel, el más listo de la clase, se adueñó de la pintura y puso en órbita a los de Vidorreta. Pero, detectado el desajuste, Felipe, Begic y, sobre todo, Mirotic equilibraron el pulso bajo los aros y elevaron el nivel de brega. Comenzaron a saltar chispas mientras los puntos caían sin solución de continuidad.

A la aportación de los pívots se unieron Rudy y Carroll desde el perímetro y el líder devolvió el golpe con un 7-23 que le dio la iniciativa en el marcador (23-31, m. 14). En plena galopada, una técnica a Felipe Reyes descabalgó momentáneamente al Madrid y los estudiantiles se reengancharon al duelo gracias a la pareja formada por English y Germán Gabriel (35-35, m. 15). Entre ambos, lograron compensar la inagotable batería madridista hasta que una ráfaga de artillería de los pistoleros blancos dejó tiritando a los del Ramiro. Dos triples de Carroll y siete puntos de Rudy encarrilaron a los de Laso que amenazaban con descoser el derbi (35-47, m. 16).

Se resistió Germán Gabriel (20 puntos al descanso). Una exhibición de puntería del pívot, con tres triples calcados desde la cabeza de la bombilla, coronaron un segundo acto de película (31-35) y una primera mitad de filmoteca. 52-58 en veinte minutos de baloncesto conmovedor. Un febril intercambio de golpes que elevó el concepto recreativo del juego a su máxima expresión.

A la vuelta de los vestuarios, la defensa del Madrid cerró el grifo y el Estudiantes se quedó seco. English y Gabriel, que llevaban 14 y 20 puntos respectivamente al descanso, solo sumaron seis más entre ambos en los dos cuartos finales. Su apagón acabó con la resistencia de los de Vidorreta que doblaron la rodilla extenuados ante un rival infinito.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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