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Cruyff dice adiós

El holandés se jubila al frente del combinado de Catalunya en el partido de hoy contra Nigeria en Cornellà

Cruyff, con la camiseta de Catalunya.
Cruyff, con la camiseta de Catalunya.europa press

Johan Cruyff se despide hoy de los banquillos, convirtiendo en histórico el partido amistoso entre Catalunya y Nigeria en Cornellà, en el que se rendirá homenaje, además, a Sergio González, el jugador que más veces ha defendido los colores de la selección catalana. Cruyff marcó la década de los años 70 del siglo pasado como futbolista, porque lideró la revolución naranja y puso en el mapa futbolístico a Holanda. Ganó en tres ocasiones la Copa de Europa con el Ajax y recibió tres veces el Balón de Oro, colgó las botas en el Feyenoord, en 1984, y desde entonces, primero como director deportivo y técnico del Ajax, y después del Barça, marcó un punto de inflexión en el fútbol mundial.

Cruyff dirigió su primer partido el 6 de junio de 1985 en el campo del Excelsior, y lo ganó (3-2). Se despide convencido de que en el balance, ha salido vencedor. “Me puedo equivocar, pero siempre siguiendo mis pensamientos, no el de los otros”, declara en una entrevista concedida a la página web de la Federación Catalana de Fútbol. “Al final, he conseguido lo que quería pero me ha costado muchas batallas”, consciente de que es difícil cambiar ciertas mentalidades y que eso le ha llevado a enfrentamientos personales. “No se podía vivir como se vivía en la época de Núñez”, recuerda.

Convencido de la necesidad de que el fútbol evolucione dejando paso a la gente joven, Cruyff se jubila como seleccionador de Catalunya, según explica, por una cuestión de principios: “Por compromiso personal. Era como una obligación que me he impuesto a mí mismo. Vine aquí, siempre me tratasteis bien y he cumplido con mi manera de pensar”.

Johan, que lleva 40 años viviendo en Barcelona, sigue sin hablar catalán, razón por la que se cuestiona su integración. “Primero: No concedo entrevistas en catalán para no dar ventaja al periodista. Me gusta que se esfuerce él por entenderme a mí. Y segundo: Como personaje mundial mi prioridad fue mostrar al Barcelona al exterior”, se justifica. “Para vivir 40 años aquí tienes que estar a gusto y que la gente te quiera”, aclara.

Al final, he conseguido lo que quería pero me ha costado muchas batallas” Johan Cruyff

En la misma entrevista, desmitifica su compromiso catalanista durante el final del franquismo, al hablar de la elección del nombre de su hijo, bautizado como Jordi, un nombre prohibido en 1974, cuando nació —“me gustó como sonaba, no sabía si se podía o no”—, y con la frase que se le atribuyó en su día, cuando el presidente de la Generalitat Josep Tarradellas volvió del exilio. “Me preguntaron qué pensaba de Tarradellas y entendí que me preguntaban por el pueblo de Taradell, que está cerca del Montanyá, donde tenía una casa. Dije que era un pueblo, escribieron que Tarradellas era el presidente del pueblo y la gente me decía: `¡oh, qué bien, tu conoces la historia!´ Tuve suerte”, reconoce.

Será el cuarto partido de Cruyff al frente de la selección catalana. Y el último. No ha perdido ninguno y dice estar impresionado por la predisposición de los jugadores por acudir a la cita anual y mostrar de donde son. “El fútbol tiene dos cosas: una es el resultado”, explica. “La otra, ser el espejo para los jóvenes y eso es lo más importante”, asegura antes de su despedida de los banquillos.

Este miércoles, Cruyff ha hablado sobre la situación de la Liga y del Madrid, y ha considerado "un fracaso" para el conjunto blanco que esté ahora a 16 puntos del Barcelona en la competición. El holandés también se ha referido a Iker Casillas como "un ejemplo para los niños", al estilo de lo que antes fueron "Butragueño y Raúl".

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