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“El futbolista debe creer que manda él”

Campeón del mundo y de la Eurocopa, el seleccionador de España ha hecho de La Roja una marca universal

Del Bosque recibe el premio de manos de ScolariFoto: atlas | Vídeo: S. S.

Vicente del Bosque (Salamanca, 1950) ríe a la puerta de su despacho en la ciudad deportiva de Las Rozas mientras posa con los dos trofeos conseguidos como seleccionador: el de campeón del mundo en Sudáfrica 2010 y la Eurocopa alzada el pasado verano en Polonia y Ucrania. El día de la entrevista, antes de Navidad, Del Bosque parecía más preocupado por la situación laboral de millones de españoles y, especialmente, por el futuro de la sanidad pública.

Pregunta. Usted es hombre que lee periódicos. ¿Anda preocupado por lo que lee?

Respuesta. Siempre me gustó estar informado. Por la mañana desayuno con las páginas en Internet y leo los deportivos. Y soy muy fan de los crucigramas de EL PAÍS. Archivo el de los domingos, es estupendo. De vez en cuando los encuentro y los hago en algún viaje. El otro día camino de Brasil se reían de mí porque llevaba uno de octubre del 2005. Antes los hacía un tal Peko, creo que se llamaba, pero Mambrino es estupendo, tiene estilo. Los dos son buenísimos, tienen un qué. A mí me pones el de uno al lado del otro y acierto de quién es. Como el que sabe de vinos, que diferencia enseguida el vino de Ribera de un Rioja, pues yo hago lo mismo con quien hace los crucigramas. Leo por la noche porque siempre encuentro artículos que no necesitan prisas. Cuando en casa se van a la cama, me cojo el periódico.

P. No tiene pinta de ser hombre con prisas…

R. No te creas. También me dan apuros. Alguna vez dije que me tiritaban las piernas en el banquillo y me tiritan. Me alteran muchas cosas, más de las que parece.

P. ¿Por ejemplo?

R. En la profesión, pues el desarrollo del trabajo, los momentos previos al partido, básicamente, la incertidumbre de cómo saldrá. Y si las cosas no van bien, me entra un sudor frío, no se vayan a pensar que me quedo tan tranquilo. Puede parecerlo, pero no es lo que sucede en realidad, la cosa va por dentro…

El futbolista debe creer que manda él

P. Y en la vida, ¿qué le preocupa, qué le inquieta?

R. Principalmente, intentar que mis hijos sean majos. Eso es lo que quiero. No digo unos estudiantes excelentes, unos profesionales de éxito, no, digo que sean majos, que la gente diga: “Pues son majos, buena gente, respetuosos, solidarios”. Me preocupa que caigan en tonterías. Esa es mi preocupación máxima. No tengo otra.

P. ¿Ni con Álvaro?

R. Alvarete es una cosa especial, tiene que cuidarse un poco más porque tiene tendencia a engordar, le gusta comer, y tiene diabetes… pero es muy responsable y tiene a la sargento en casa, así que se cuida mucho.

P. Usted dijo que fue un regalo…

R. De entrada no lo esperas, así que tras su nacimiento nos hicimos tres preguntas. Primero, ¿por qué a nosotros? Esa la haces muy rápido y rápido la respondes con la segunda pregunta: ¿Y por qué no nos va a tocar, que tenemos medios y podemos ayudarle a ser feliz?

En el banquillo me tiritan las piernas. Ahí me alteran muchas cosas”

P. ¿Y la tercera?

R. Ahora muchas veces nos preguntamos: ¿Qué sería de nosotros sin él? No entendemos la vida sin Alvarete. Dicho esto, sé que algunas familias que tengan que afrontar esta situación… sé que es difícil, pero después de los años no es que nos haya venido bien, pero no lo cambiamos por nada. He aprendido mucho de él. Tiene una cierta ironía, es cierto. Y te llenan los pequeños avances, te sientes feliz. Pero la formación, que sean buenos chavales, es para los otros dos también.

P. Resulta evidente que es usted más emotivo de lo que pudiera parecer...

R. Me emociono más por lo positivo que por lo negativo. He aprendido mucho de él.

P. ¿Le pregunta por el fútbol?, ¿le habla de mediocentros y falsos nueves?

R. Está informado. Sabe más que mis otros dos hijos de aquí a Lima. Sigue la actualidad, lee los periódicos. No llega a plantearme según qué debates, pero sí tiene sus preferencias, claro, como cualquier español. Con Xavi tiene una especial predilección y siempre le felicita por los goles. Lo bueno es que Xavi le contesta ¡nada más terminar el partido! Yo le digo que no sea pesado, que les deje, pero...

Mi preocupación máxima es que mis hijos sean majos, buena gente”

P. ¿El secreto de seleccionador es no ser pesado?

R. Intento no serlo. Lo importante de nuestra función es que hagamos creer al jugador que manda, pero que haga lo que nosotros queremos. No es engañarle, es escucharle hablar de fútbol y de la vida. Pero en cosas sustanciales debe ejercer el entrenador, claro. Hay cosas que son una pijada, no merece la pena desgastarse en cosas menores. Eso no es dar síntomas de debilidad, al jugador hay que escucharle. En cualquier actividad es bueno saber escuchar.

P. ¿Usted discutía mucho?

R. Siempre fui muy obediente. Llegué en el coche del observador del Madrid, un R-8 sin muchas perspectivas, tenía 17 años. Era una aventura, más que nada. Ni pensaba en ser profesional ni vivir de esto. He ido quemando etapas de año a año sin marcarme muchos objetivos, sin querer llegar a ser nada. La gente del fútbol base, los Malbo, Asenjo, García Palacio y García Collado me transmitieron los valores de la casa. Era gente que te bajaba los humos, con naturalidad, gente muy buena como personas, que es lo fundamental.

Alvarete tiene predilección por Xavi y siempre le felicita por los goles”

P. ¿El Madrid te formaba?

R. Sin ninguna duda. Sin ninguna duda. Sin ninguna duda. [Lo dice tres veces]. En eso Don Santiago [Bernabéu] estaba muy atento. Parecía que no, pero estaba muy cerca de los chavales que llegaban de provincias. Le recuerdo perfectamente. Era un tío estupendo. Hablaba con mucha naturalidad… y asumía la misión de marcar la línea del club.

P. ¿Se ha perdido moral en el fútbol?

R. Hablamos en general, no del Madrid, ¿eh? Quede claro. No, no creo que haya ningún retroceso. Estamos en una sociedad distinta pero no creo que haya habido una pérdida de moral, ni en el fútbol ni en lo social. Conozco chavales maravillosos dedicados al voluntariado, gente mayor que está en el paro y se dedica a ayudar a los demás, chavales y mayores.

Del Bosque, con la Eurocopa y la Copa del Mundo
Del Bosque, con la Eurocopa y la Copa del Mundoalejandro ruesga

P. ¿Al maravilloso mundo de los futbolistas de élite, llegan los problemas del pueblo?

R. Hombre, pues claro. Es muy raro no tener a alguien cercano que no esté en el paro o bajo la amenaza de que pueda estarlo en breve. Yo también me apunté al paro.

P. ¿Cuándo?

R. Cuando me fui del Madrid. Pensé que mi obligación como ciudadano era apuntarme en el paro. Luego estuve en un convenio especial al irme a Turquía paro seguir pagando la seguridad social. Me endemonio cuando me acusan de tributar fuera de España. Yo siempre he pagado aquí a Hacienda. No me sentiría a gusto de no hacerlo. No me siento más patriota que nadie, pero si saco un duro de España me sentiría fatal. Siempre fue así: dinero percibido, dinero cotizado, por mucho que algunos digan que ganamos en Ucrania y lo tributamos allí. Es mentira; directamente, el 53%.

P. ¿Tiene la sensación de que el país está destrozado?

R. No, creo que estamos en el mismo nivel que cualquier país dentro de la comunidad económica europea. Si ves la Bolsa no vamos muy distintos de los demás. Y en el mundo del fútbol hemos dado pasos adelantes sustanciales. No somos distintos de eso.

Yo también me apunté al paro, y siempre he cotizado en España”

P. ¿El fútbol es una burbuja económica a punto de estallar?

R. No, no creo, aquí se han hecho cosas buenas. A nivel de clubes, principalmente en la conciencia de que la cantera es absolutamente necesaria. Todos en nuestra selección han salido de algún sitio y eso es un trabajo de los clubes. Del Barcelona, claro, pero no exclusivamente. Pero es que el Madrid…

P. Siempre ha reivindicado los productos de La Fábrica...

R. Yo no llamo a los jugadores pensando de dónde son. Si he de citar a nueve del Barça los llamo. Pero crecí en el Madrid y sé el trabajo que se hace allí. Soy de una generación a caballo de dos generaciones extraordinarias: llegué después del Madrid de los yeyés que ganó la Copa de Europa, en el 73, y me echó la Quinta del Buitre. Yo fui de la Quinta de los García. De los pobres, dicen, pero ganamos cinco Ligas y cuatro Copas. Mantuvimos al Madrid en lo alto sin gasto. Pero no podemos olvidar que del Madrid salió Casillas, que es 140 veces internacional. Todos salen de algún lado, claro...

P. ¿El fútbol ha cambiado tanto desde que usted debutó en Primera con el Córdoba?

R. No. No se crean. También había estrellitas. Ahora hay menos barro en los campos, eso sí. Los campos del norte eran famosos. La Real, el Athletic, el del Oviedo... Ahora da gusto jugar. Ya no hay fútbol del norte ni del sur.

La sustancia del fútbol es igual, pero se abren distancias entre los equipos”

P. ¿Y de ricos y pobres?

R. Eso sí. En lo que es la sustancia no ha cambiado, pero se abren las distancias entre los equipos. Y es peligrosa, mejor que no la hubiera.

P. ¿Usted iba asiduamente al Helmántico de crío?

R. Mi padre era socio de La Unión, pero no había para mi hermano y para mí, así que nos quedábamos en la puerta hasta cinco minutos antes del final, que entrábamos a buscarle. Es curioso porque ahora siempre me voy cinco minutos antes. Era en Tercera División, cuando se jugaban fases de promoción eternas, algún año Segunda... Luego mis ídolos fueron Grosso y Pirri. A esos ya los veía porque desde los 17 iba todos los domingos al Bernabéu...

P. Hablando de trabajar. Se ha puesto en cuestión que usted no tiene nada que hacer a diario...

R. Con esa respuesta no contesto a nadie, no quiero buscarme enemigos. Yo llego a las 9.15 y tengo mi actividad. Si vengo aquí no es para sentarme. Tengo actividad relacionada con el futbol y otras de representación sin exhibirme. Hay cuestiones que te exige el cargo... Tengo la conciencia de que ser seleccionador exige servir al cargo.

Del Bosque, durante la entrevista.
Del Bosque, durante la entrevista.alejandro ruesga

P. Eso decía Guardiola cuando ejercía de entrenador del Barcelona…

R. Supongo que él lo aprendió de los entrenadores que tuvo como yo lo aprecié en los míos. He tenido una gran suerte. No digo nombres, pero todo el mundo sabe a quién me refiero, gente que ha sido más que un entrenador de fútbol, mucho más. No es que les haya copiado, pero sí me sirvieron de ejemplo.

P. ¿Cómo es su relación con los futbolistas, llega a tener conversaciones de índole privado?

R. El contacto es escaso, pero da para eso, sí, claro. Tengo conversaciones sobre la vida. Siempre surge, es inevitable. Pero hay cosas que evito, como que se sinceren conmigo sobre su situación en el club porque no me incumbe y me incomoda saberlo. Es raro que les hable de su equipo, salvo si hay algo que puede servir para mejorar nosotros. Busco referencias para que se sientan cómodos y si en el Liverpool Xabi jugaba con Mascherano, y creo que tiene que jugar con Busi, pues hablo con ellos para que no se sientan incómodos. Al final se trata de no ir en contra de sus características. También hay veces que han de jugar un rol distinto al de su equipo...

P. ¿El fútbol es igual al que usted veía de pequeño?

R. Sí. No creo que se pierda la esencia de un vestuario. Hay cosas que no deben de cambiar. Por ejemplo. Vamos a empezar un entrenamiento y los chavales se ponen a tocarla con el interior y es un espectáculo. Nadie les dice que lo hagan pero disfrutan porque la tocan de maravilla con el interior, que es el golpeo más seguro que hay. Si un niño domina el juego de interior ya puede jugar al fútbol. Y los jugadores de la selección son superdotados técnicamente. A mí me joroba el que no se mueve y se queda sentado. Me gusta que se lo pasen bien. El otro día leí a Rexach en el As decir que ahora se habla de ir a trabajar. ¿Trabajar? Entrenarse es otra cosa. No es ir de cachondeo, pero el matiz de entrenarse y trabajar no es lo mismo. Y yo estoy más cercano a entrenar que a trabajar.

P. ¿Usted todavía la toca?

R. Me gusta, el toque no se pierde. Tocar la pelota es un gran placer... Aunque me encuentro más limitado, sigo disfruto con el balón. ¡Y dándole con la cabeza! Pero me retiré una vez, y se acabó, ya no me retiro más. La última vez que jugué fue en el homenaje a Camacho. Me vi en televisión al día siguiente y me vi muy mal, casi ridículo. “No juego nunca más”, pensé. Y no he jugado más. ¡Y eso que le metí un gol a Gatti! Parecido a uno que le metí a Mora, de vaselina. Me acuerdo porque marqué tan pocos... Al fútbol hace años que no juego, otra cosa es tocarla, eso sí.

Del Bosque, junto a la Eurocopa de 2012 y la Copa del Mundo de 2010.
Del Bosque, junto a la Eurocopa de 2012 y la Copa del Mundo de 2010.ALEJANDRO RUESGA

P. Siempre habla maravillas de sus jugadores. ¿No exagera?

R. No, se ve, lo veis. Es obligado hablar bien de estos chicos, pero también es verdad que ya no son vírgenes, que tienen sus dobleces. Que no tengan rintintin con cosas que les diga es imposible. Tú ves que te miran en silencio y que alguno no se entera de nada de lo que le dices, pero el de al lado está esperando que salgas para echarse unas risas a tu costa. ¡Tienen su maldad porque son futbolistas! Siempre fue así el vestuario, eso no ha cambiado. Y eso no significa que no respeten al entrenador, no. Es un grupo de chavales extraordinarios que trata igual al compañero que a Paloma [jefa de prensa de la federación] o a los camareros del hotel. Son gente maja, por eso ganan.

No soy tan tonto para pensar que si me dan un premio individual es que lo gané solo”

P. ¿Cómo se siente entre los mejores entrenadores del mundo?

R. No soy tan incauto de pensar que me dan un premio a mí por mis méritos. El otro día hablaban de darme un premio a mi carrera no sé donde... ¿Mi carrera? Desde el 69, desde que jugué la primera final juvenil de Copa del Generalísimo, en el Bernabéu, como previa a un Elche-Athletic, hasta la Eurocopa, hay un recorrido largo de victorias y derrotas. Yo he fracasado también, ¿qué se creen? Recuerdo una derrota en Belgrado, 2-0. Nos echó el Estrella Roja en los penaltis después de haber ganado la ida 2-0 en el Bernabéu... O como entrenador, el año del centenariazo, la final de la Intercontinental contra Boca en Japón, que fue un dolor... También he fracasado, pero son muchos años, he conocido a mucha gente, he hecho amistades, ese es el mejor premio que me ha dado el fútbol. Pero me preguntabais por el Balón de Oro.

P. Sí...

R. No soy tan tonto al pensar que si me dan un premio individual es que me lo he ganado solo. Ahora mismo, los verdaderos artífices son los jugadores. Ya no hablo de Toni Grande ni de Miñano ni de todos los que están ayudándome en la federación [señala a Paloma], gente que está haciendo un servicio a la selección. No soy tan tonto de pensar que he ganado algo sin ellos.

Sin Xavi e Iniesta, Messi seguiría siendo el mejor, burlaría a todos”

P. ¿Qué piensa hacer con un Balón de Oro en casa? ¿Eso dónde se pone?

R. Le haremos un hueco, pero no es mi pretensión. Ni siquiera estar entre los tres mejores. Determinar quién es el mejor entrenador es imposible.

P. ¿Y quién dice que Messi es el mejor? ¿Sería igual sin Xavi o Iniesta a su lado?

R. Pues sí, Messi seguiría siendo el mejor, sería igual sin ellos. Si Messi se pusiera a jugar en la calle regatearía a todos, burlaría a todos, como decíamos antes.

P. ¿Usted burlaba?

R. ¿Yo? Todo el día, en la calle. Con un amigo o con una pared. De chavales no teníamos muchas cosas, pero éramos felices jugando al fútbol. Lo único que pedía para Reyes era un balón... o un amigo que lo tuviera y jugara de portero.

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