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El Madrid vence en el alambre

Sergio Rodríguez lidera la reacción de los blancos en el último cuarto para remontar (64-72) ante Unicaja

Faustino Sáez
Sergio Rodríguez entra a canasta ante Augusto César Lima
Sergio Rodríguez entra a canasta ante Augusto César LimaJorge Zapata (EFE)

Detrás de la barba frondosa se esconde un genio. Sergio Rodríguez actúa con la determinación de quién domina las cuentas atrás y con la intrepidez del que conoce la combinación para abrir cualquier caja fuerte. El Chacho volvió a liderar a un Madrid ofuscado que salió vivo de Málaga gracias al memorable último cuarto del base canario. 14 puntos (12 de ellos en los últimos 10 minutos), tres asistencias y cuatro faltas recibidas fueron su hoja de servicio ante un meritorio Unicaja que llegó a dominar por 14 puntos pero acabó sucumbiendo ante el inagotable repertorio madridista, que camina con un paso igual de firme en el territorio nacional y en el europeo y suma victorias incluso en sus días grises. Justo al contrario que su rival que, tras quedarse fuera de la Copa, se complica su andadura en la Euroliga.

UNICAJA, 64 - REAL MADRID, 72

Unicaja: Calloway (5), Simon (16), Dragic (0), Panko (10) y Zoric (10) —cinco inicial-; Williams (4), Urtasun (3), Vidal (2), Vázquez (12), Lima (2) y Perovic (0).

Real Madrid: Llull (8), Fernández (15), Suárez (6), Mirotic (4) y Hettsheimeir (0) -cinco inicial-; Rodríguez (14), Draper (3), Carroll(9), Pocius (4), Reyes (4), Slaughter (5) y Begic (0).

Árbitros: Fernando Rocha (Por.), Eddie Viator (Fra.) y Olegs Latisevs (Lit.). Eliminaron por cinco faltas personales a Slaughter (min. 38).

8.300 espectadores en el Martín Carpena.

Los verdes llegaban como líderes en la estadística de rebotes totales; los blancos encabezaban el apartado de las capturas ofensivas. Pero las hostilidades se desataron desde la línea del 6,75. Rudy y Llull tomaron pronto medidas al aro rival mientras Simon ponía la réplica en los de Repesa. Sin embargo, la efervescencia inicial devino en precipitación en el bando madridista que vio como se resentía su efectividad.

Los de Laso, como un tiro en lo que va de curso, se lanzaron a la carrera desde el pistoletazo inicial conforme reza su ideario. Pero, por momentos, confundieron el vértigo con la prisa. Lo aprovechó Unicaja que, agarrado a Fran Vázquez, comenzó a hacer faena en la pintura. El pívot gallego cogió el tranquillo a sus parejas de baile y dio la primera ventaja a los suyos (20-19, m. 12). Su impulso armó de convicción al cuadro malagueño y a la parroquia del Carpena. Panko y Zoric se sumaron a la causa mientras el Madrid se movía tan acelerado como irreflexivo ante el aro.

El canario destartaló el trabajo de los de Repesa que llegaron a ganar por 14 puntos

Tensas las filas, el Unicaja decidió afrontar la misión con las mismas armas que su enemigo: intensidad y velocidad de transición. Las pérdidas de balón y los pobres porcentajes de tiro (9 de 24 en tiros de dos y 3 de 11 en triples al descanso) lastraban a los blancos que, en el ajetreo, pagaban su desacierto ofensivo con un progresivo desorden en defensa. Del 24-25 (min. 15) se pasó al 46-32 (min. 23) sin que el Madrid encontrara el manual de instrucciones para descifrar el partido.

Simon lucía puntería desde el perímetro, desmontando algún intento episódico de defensa en zona madridista, y Zoric presentaba su candidatura a rememorar una de sus mejores faenas. Hace un año, en el mismo escenario, el pívot croata de Unicaja firmó el partido de su vida: 32 puntos, nueve rebotes y dos tapones, que no le bastaron para conseguir el premio de la victoria. Anoche se repitió la historia.

Rudy evitó en el tercer acto que la cuerda se rompiera a favor del cuadro malagueño

Solo la determinación de Rudy Fernández, que lideró un parcial de 8-0 para los blancos en el tercer acto, evitó que la cuerda se rompiera a favor del cuadro malagueño. Solo el acierto del escolta mallorquín permitía a los de Laso mantener la compostura. Ajeno a sus bioritmos habituales, el Madrid apeló entonces a su afilado perfil competitivo para mantener su condición de invicto en el Top 16.

Sergio Rodríguez reclamó de nuevo los focos, como en las últimas batallas, para resolver la papeleta. Firme y templado en el tramo decisivo; iluminado cuando de descifrar puntos de inflexión se refiere, El Chacho se agigantó para agarrar el premio de la victoria. Acompañado por la brújula de Draper y el tino de Carroll, el base canario destartaló con pericia el plan de Repesa y tomó Málaga. El domingo, el Madrid completará su minigira por la Costa del Sol de nuevo ante el Unicaja. Ayer, se apuntó el primer asalto con mucho oficio y un genio: Sergio Rodríguez.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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