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La policía investiga a Carballo padre

El seleccionador de gimnasia femenina ha sido inhabilitado por el CSD

Amaya Iríbar
Jesús Carballo, en una imagen de archivo.
Jesús Carballo, en una imagen de archivo. ANDRES GARCIA (DIARIO AS)

Jesús Carballo no ha ido al Centro de Alto Rendimiento de Madrid la última semana. El seleccionador de gimnasia artística femenina desde hace más de 30 años fue apartado del cargo por el Consejo Superior de Deportes (CSD) tras ser denunciado por al menos una exgimnasta, según reveló el programa Al Primer Toque de Onda Cero la noche del viernes. “Estoy sereno y con la conciencia muy tranquila”, dijo a la mañana siguiente Carballo, quien aseguró desconocer quién le ha denunciado y por qué.

Aunque el contenido de la denuncia no ha trascendido —“trato vejatorio” se dijo en el programa de Onda Cero—, el asunto es grave. Primero porque ha sido denunciado ante la policía, pero también por la celeridad con la que ha actuado el CSD para inhabilitarle. El lunes Carballo recibió la notificación de que había sido inhabilitado, según confirmaron fuentes de la federación.

La denunciante es una gimnasta que compitió en el equipo nacional a finales de los años 70 y principios de los 80, así que ronda los 50 años, y que prefiere mantener el anonimato. Los hechos se remontarían a esa época por lo que podrían haber prescrito. Las gimnastas suelen alcanzar la madurez deportiva entre los 16 y los 18 años. En aquella época podían competir al más alto nivel incluso más jóvenes y solían retirarse antes de los 20.

Carballo, que tiene 68 años, ha sido seleccionador nacional femenino desde los años 70. Sus primeros Juegos Olímpicos fueron los de Moscú 80, a donde acudió con tres gimnastas, y desde entonces no se ha perdido uno solo. Con él, la gimnasia española logró sus primeros éxitos internacionales. Desde las primeras clasificaciones del equipo completo para los Juegos, en Los Ángeles 84 con la ayuda del boicot de los países comunistas y en Seúl 88 por derecho propio, a las primeras medallas: el oro de Elena Gómez en suelo en los Mundiales de 2002 o el bronce de Patricia Moreno en el mismo aparato en Atenas 2004. En los dos últimos ciclos olímpicos, sin embargo, el nivel del equipo había descendido, incapaz de clasificarse para los Juegos, y en Londres 2012 solo pudo competir Ana María Izurieta.

Muchas de sus gimnastas, de todas las décadas, salieron ayer en tromba a defender al entrenador en las redes sociales y también circuló una carta de apoyo. Ahí estaba Isabel Soria, mundialista en 1985, o Mercedes Pacheco, olímpica en 1996, y también algunas de sus alumnas actuales, como Izurieta o Roxana Popa. “Me siento muy apoyado. Me han llamado de toda España, de todos los equipos”, dijo el entrenador. “Solo queda esperar”.

La federación española, que preside Jesús Carballo hijo, el que fuera campeón del mundo de barra fija, no ha hecho ningún comentario oficial sobre la situación del entrenador.

La destitución de Carballo es la segunda de un seleccionador nacional por causas que nada tienen que ver con la competición en los últimos meses. La federación de natación decidió prescindir de Anna Tarrés al frente del equipo de sincronizada después de que un grupo de nadadoras retiradas denunciara sus métodos. El caso de Carballo es diferente. Está en manos de la policía.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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