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Valeroso Getafe, impotente Deportivo

Siete partidos después, los madrileños vuelven a celebrar una victoria en Liga

Escudero, del Getafe, pelea por el balón con Gama, del Deportivo.
Escudero, del Getafe, pelea por el balón con Gama, del Deportivo. Alberto Martín (EFE)

Tuvieron que pasar nueve partidos, siete de Liga y dos de Copa para que el Getafe volviese a cantar victoria, tuvo que acercarse el Deportivo hasta el Coliseo para mostrar todos los valores que le encaminan al pozo, incapaz, por mérito propio o ajeno de acabar los partidos con once hombres, sufriente cuando padece una expulsión e ineficaz para aprovecharla cuando le ocurre al rival. Ayer jugó una hora en superioridad numérica, con ventaja inicial por un penalti y expulsión del meta Moyà. Ni así logró imponerse en una de esas citas que marcan una campaña, derrota dolorosa como pocas, palmaria de la incapacidad de un equipo que quiere y no puede, que seguramente tampoco sepa.

Mérito y loor para el Getafe, esforzado y canchero, golpeado de inicio por sus problemas para defender los balones al área. En uno de ellos, tras una falta lateral, tocó con más fe que intención el debutante Kaká para que Riki entrara como cuchillo por mantequilla entre los zagueros. Moyà le derribó en una de esos lances que el reglamento castiga de manera cruel y que incluso en esta oportunidad lindó con la rigurosidad. El penalti lo embocó Pizzi de manera que el Deportivo tenía un gol. Pero no tenía más. Le faltaba fútbol en el centro del campo, detalle nada nimio a la hora no ya de ganar un partido sino siquiera de controlarlo. A Domingos no parece que el interese mucho lo que sucede en ese sector del campo, que convierte en una rápida estación de paso. Pero al menos por una vez, un tanto arriba en el marcador y con un jugador más sobre el campo, a su equipo no le hubiera venido mal ejercer algo más de autoridad en esa jurisdicción. La tuvo el Getafe, que tampoco andaba sobrado, pero que se acopló con abnegación a su inferioridad numérica y encontró premio en un desastre defensivo del Deportivo, uno más en la cuenta de la temporada para evidenciar que en los laterales tiene un agujero negro. Erró Manuel Pablo al medir mal un despeje y dar la ventaja al rival, lo hizo Evaldo al atropellar a Barrada en el área y propiciar un penalti en el que también colaboró Zé Castro, pero falló el equipo al permitir una contra a un oponente con un hombre menos, detalle que no deja de ser paradójico con tanto musculado mediocentro sobre el campo.

Getafe, 3 - Derpotivo, 1

Getafe: Moyà; Valera (Fede Fernández, m. 68), Rafa, Alexis, Escudero; Borja (Álvaro Vázquez, m. 77), Xavi Torres; Diego Castro, Barrada, Gavilán (Codina, m. 11); y Colunga. No utilizados: Lacen, Sarabia, Hugo Fraile y Alcácer

Deportivo: Aranzubía; Manuel Pablo, Kaká, Zé Castro, Evaldo; Abel Aguilar, Álex Bergantiños (Valerón, m. 59), Jesús Vázquez (Camuñas, m. 45); Bruno Gama (André Santos, m. 73), Pizzi; y Riki. No utilizados: Lux, Insua, Salomão y Nelson Oliveira

Árbitro: Paradas Romero. Expulsó a Moyà (min. 9) y Abel Aguilar (min. 70) y amonestó a Barrada, Borja, Diego Castro, Rafa, Evaldo, Jesús Vázquez, Álex Bergantiños, Camuñas, André Santos

Goles: 0-1. M. 12. Pizzi, de penalti. 1-1. M. 24. Diego Castro, de penalti. 2-1. M. 80. Álvaro Vázquez. 3-1. M. 83. Colunga-

Coliseo Alfonso Pérez. 5.000 espectadores.

Empató Diego Castro y el Getafe emergió todavía más, controló la pelota y se sintió cómodo en un partido que se trabó, tejido por faltas, interrupciones y amonestaciones de un nefasto árbitro. Todo viró hacia un entorno entre lo tenso y lo horripilante, un duelo en el que la única manera de llegar al área era por la vía directa. Por ella pudo marcar Colunga en otra indecisión de los centrales deportivistas. Valeroso y tenaz, pocos reproches caben sobre el Getafe, sí con el Deportivo, que llegó al partido sabedor de que necesitaba sumar tres puntos, los tuvo, cedió dos y de pronto sintió, impotente, que pasaba por delante una oportunidad única para ganar. Lo sintió su entrenador, que se desnudó del blindaje del miedo para llamar a Camuñas y a Valerón y en menos de media hora se encontró con que ninguno de los tres mediocentros con los que inició el partido estaban sobre el campo, sustituidos Jesús Vázquez y Álex Bergantiños, expulsado Abel Aguilar por dos saltos con Borja en los que el árbitro vio sendos codazos que no fueron más que disputas del balón. La incapacidad de Paradas Romero para interpretar el juego abocó el partido a un paritario cara y cruz final en el que Riki tuvo un testarazo ganador que se fue a un palmo del palo antes de que Álvaro Vázquez cantara línea con un fenomenal remate desde la frontal y el redivivo Colunga consumara el bingo del Getafe con una excelsa maniobra en una baldosa del área.

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