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Robert Fernández: “Por su alegría, Cruyff transformó el fútbol moderno de ataque”

El exfutbolista repasa su carrera y analiza el Valencia-Barça

Roberto celebra un gol con el Valencia.
Roberto celebra un gol con el Valencia.Carles Francesc

A los 50 años, Robert Fernández recorre unos 400 kilómetros semanales en bicicleta con la peña del pueblo donde reside, en Rocafort (Valencia). Tras 10 temporadas en el Valencia y cuatro en el Barça, Robert es una autoridad para analizar desde las dos orillas el Valencia-Barça de esta noche.

Pregunta. ¿Cuál fue su escuela?

Respuesta. En los setenta, los niños ponían dos piedras en la calle, una portería y ya está. Si había llovido y el campo era de tierra, no jugabas. No había luz ni agua caliente. Hasta los 12 años no sabías lo que era competir en un equipo. Hoy, a los cinco o seis años, ya están en las escuelas, en todos los pueblos hay campos de hierba artificial: la superficie es siempre la misma. Y eso, junto a la mejora de los entrenadores, ha hecho evolucionar muy rápido al jugador. A los 17 años, ya está muy preparado.

P. ¿Cómo fue su etapa como internacional (29 veces)?

R. Yo era muy joven, habíamos sido subcampeones de Europa sub 21 (Zubizarreta, Butragueño, Francisco y yo) y también fuimos a la Eurocopa de Francia 84. Ese verano las dos selecciones llegamos a la final y las perdimos. La absoluta era un equipo muy duro con personalidad: Arkonada, Goikoetxea, Gordillo, Camacho, Santillana, Señor…

P. ¿Es cierta su rivalidad con Míchel?

R. No, es cierto que por nuestros caracteres fuertes íbamos a chocar. Jugábamos en posiciones parecidas y tuvimos enfrentamientos muy directos. Pero muy buena relación.

Ante el Barça, el Valencia debe arriesgar: que ellos tengan que chocar”

P. ¿Qué pasó en el Mundial del 90?

R. Fue un Mundial feo, demasiado táctico. Veníamos de ser campeones de Europa sub 21 en 1986 y Luis Suárez ascendió como seleccionador a la absoluta. Llegamos con sensaciones muy buenas: empatamos jugando mal contra Uruguay, ganamos a Corea y a Bélgica, pero Yugoslavia nos eliminó en la prórroga. A Luis Suárez lo queríamos muchísimo porque el 80% venía de la sub 21, donde él había estado muchos años. Lo pagamos todos: entró Clemente con otro estilo y aquella selección fue destruida.

P. ¿Cómo ha evolucionado el Barça desde su época?

R. Yo llegué en el 86 y Cruyff en el 88. Él marca un método que se ha ido perfeccionando. Salvo Robson, el resto de técnicos han mantenido esa línea.

P. ¿Recuerda el día que llegó Cruyff?

R. Sí. Yo salía del ascensor y él llegaba con Rexach. Fue impactante. Lo conocía porque lo había marcado, él en el Levante y yo, que era un pipiolo, en el Castellón, en 1980. Como jugador, era exquisito, genial por la manera de moverse. Como entrenador, cambia la historia del Barça y del fútbol español. Por su alegría para transformar el fútbol moderno de ataque. Antes, Rinus Míchel también aportaría mucho y, cuatro años después, conocí a Guus Hiddink en el Valencia. También Leo Beenhacker en el Madrid, con La Quinta del Buitre: no correr tanto y entrenar con el balón. Ir a entrenar era un gusto; antes de Cruyff, era un martirio: correr, correr, correr… P. ¿Costó asimilar sus métodos?

R. Al principio sufrimos mucho, al jugar con tres detrás, presionando mucho arriba…pero conseguimos ganar la Eurocopa de Berna ante el Sampdoria en 1989 y, un año después, le ganamos la Copa del Rey al Madrid en Mestalla, que le salvó el puesto. Yo alternaba en muchas posiciones y eso era bueno. Vinieron fichajes muy importantes sobre todo el de Koeman: sacaba el balón desde atrás; antes los centrales en España tenían que ser grandes y no pensar mucho para alejar el balón. La incorporación de un central con calidad técnica marca el fútbol que él quiere. Desde entonces, el Barça le da mucha importancia al portero que sabe jugar con los pies.

Valverde le ha dado normalidad al equipo. La gente no se meterá con él. Es inteligente”

P. ¿Cómo era Valverde como compañero?

R. Muy buena persona. Como ahora. Ha venido al Valencia en un momento fantástico porque la gente está contra el presidente [Manuel Llorente]; la figura del entrenador no existe. Ha habido una gestión no normal (del presidente, al elegir a Mauricio Pellegrino) que posiblemente le pasará factura. El equipo es bueno. La tercera o cuarta mejor plantilla de España. Si al Atlético le quitas a Falcao, es como el Valencia, pero se estaban haciendo mal las cosas. El Málaga tiene un magnífico entrenador [Manuel Pellegrini] que el Valencia debería haber fichado hace años. Pero Valverde le ha dado normalidad. Es un tío normal. La gente no se meterá con él. Ha sido inteligente. Y todavía mejorará al equipo con jugadores. Le va a venir muy bien al Valencia.

P. ¿Qué partido espera esta noche?

R. La historia dice que será reñido. Valencia es una plaza muy difícil para el Barça. Después del Bernabéu, la que más. También es un campo bonito: el Barça siempre ha querido jugar aquí las finales de Copa del Rey. Hay una afinidad. El Valencia ha ganado partidos siendo inferior. Pero el Barça está en otra dimensión.

P. ¿Hay que rodear a Messi?

R. No puedes rodearlo porque dejas libre a otros. Necesitas un gran compromiso y responsabilidad, pensar muy rápido y adelantarte. Si al Madrid le das metros, tiene tanta fuerza que te hará daño; al Barça tampoco te puedes esperar a que venga, lo que más le molesta es que vayas a buscarlo, que Valdés no tenga una salida limpia del balón. El Valencia debería arriesgar: ir a por el Barça y propiciar que sus delanteros tengan que chocar, que es lo que no quieren. Los delanteros del Barça son más de habilidad y no tanto de potencia como los del Madrid.

Cesc tiene llegada de segunda línea, buen chut... podría ser hasta central”

P. ¿Su jugador preferido en el Barça y en el Valencia?

R. Siempre me ha gustado Cesc, desde que era un crío. Técnicamente es mucho mejor que yo, pero tiene cosas mías: llegada de segunda línea, marca de cabeza, buen chut…Podría jugar hasta de central. En el Valencia, Albelda.

P. ¿Qué fue el motín del Hesperia [los futbolistas pidieron la dimisión de la directiva de Josep Lluís Núñez tras discutir sobre los pagos a Hacienda de los contratos de imagen de los jugadores]?

R. Habíamos entrado en una dinámica muy peligrosa; cuando hay personas incapaces de mantener la verdad como el vicepresidente [Joan Gaspart], pasa lo que pasa. Luis Aragonés estuvo de parte del grupo. Y después ganamos la Copa del Rey ante la Real en el Bernabéu. La Real estaba en un gran momento, pero sacamos el orgullo.

P. ¿Cómo era Luis?

R. Un hombre especial, con mucho carácter, muy cercano a los jugadores, pero llegó en un momento muy complicado. Hablar con Gaspart era un engaño tras otro. Allí se originaron todos los problemas que vendrían después en el Barça.

P. ¿Y Terry Venables?

R. Inglés. Simpático. Era mánager y no dirigía los entrenamientos. Eso nos chocaba. Me quiso llevar al Tottenham, pero en aquella época nadie salía de España. De eso sí me arrepiento.

P. ¿Y de dejar el Barça a punto de despegar?

R. De eso no. Porque el Valencia también estaba a un nivel muy alto. Arturo Tuzón se empeñó mucho. El Valencia siempre será un grande, tenga problemas económicos o no. El Barça y el Madrid son transatlánticos. En el Barça gané prestigio, pero tenía 29 años, un equipo para competir, un contrato importante y volvía a casa.

Venables me quiso llevar al Tottenham. Nadie se iba de aquí. Me arrepiento”

P. ¿Qué le pasó con Carlos Parreira?

R. Yo venía de una lesión muy grave del tendón de Aquiles, un año sin jugar. El club, presidido por Paco Roig, quería echarme porque yo estaba muy bien pagado. El entrenador me conocía, pero estaba presionado por el club. Un jugador veterano eso lo detecta. Empecé a jugar, pero no me daba continuidad, me cambió en un partido en casa, tuvimos un rifirrafe en la entrada a vestuarios, lo insulté y había un periodista en el foso. Sabía que la había clavado hasta la ingle. Esa noche vinieron periodistas a mi casa, saltaron las vallas. Por la mañana, llegué a su casa y me abrió la puerta con pantalón corto y música brasileña de fondo, una entrada apoteósica. Tomamos café y le dije: ‘Mister, me tiene que multar y apartar del equipo’. El club me multó con un millón de pesetas, me apartó un mes y a los 15 días me levantó el castigo. Jugué ya todos los partidos. Marqué en Albacete en una semifinal de Copa y se lo dediqué cuando lo echaron. Ahora tengo una relación fantástica con él.

P. ¿Manuel Llorente debe irse?

R. Hay que dejarlo acabar la temporada. Veo mal que le griten. No consentiría a un familiar que fuera al campo a meterse contra el presidente o el entrenador. Los jugadores, bueno, son profesionales. Eso sí, el presidente que entre no tiene que cobrar [Llorente cobra 340.000 euros anuales]. Ya es suficiente con ser presidente.

P. ¿Hoy tiene el corazón dividido?

R. Soy valenciano y valencianista, pero tengo mucho cariño al Barça. Nunca lo he escondido.

P. ¿Qué club trata mejor a los ex?

R. El Barça los trata muy bien. La relación de los exjugadores del Barça es muy buena. Hay un gran respecto. Cuando llegas a la ciudad deportiva del Barça, llevas el adn. En el Valencia, debería haber más exjugadores. En eso es un poco vergüenza.

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