_
_
_
_
_

El clásico copero hierve por anticipado

Robert Álvarez
HANGA ROMPE EL TABLERO. En un ataque del Manresa, el húngaro Adam Hanga machacó el aro con las dos manos y el tablero se resquebrajó. El partido se paró 35 minutos hasta cambiar la canasta.
HANGA ROMPE EL TABLERO. En un ataque del Manresa, el húngaro Adam Hanga machacó el aro con las dos manos y el tablero se resquebrajó. El partido se paró 35 minutos hasta cambiar la canasta. j. alberch (acb)

A cuatro días para el clásico con el que arrancará la Copa del Rey, el jueves en Vitoria, el Real Madrid causó una magnífica impresión en Bilbao (74-94). Ni la cancha, Miribilla, ni el rival, el Uxue Bilbao, se antojaban proclives para un equipo que penó allí con dos de sus últimos grandes reveses: la eliminación en la Euroliga, hace un año, y en las semifinales de la Liga Endesa, hace dos. No pudo contar Pablo Laso ni con Rudy Fernández, con un golpe en la mano derecha, ni con Pocius. Esas ausencias otorgan más valor al arrollador triunfo del Madrid, que confirmó su inercia —suma 35 victorias en 39 partidos esta temporada—, y el perfecto funcionamiento de sus engranajes.

Enfrentarse al Madrid es hacerlo a un montón de desafíos, por la calidad de sus numerosos jugadores, por su estilo velocísimo, sin tregua, exigente al máximo para sus rivales, y por los recursos tácticos y colectivos de los que le ha ido dotando Laso desde la temporada 2011-2012. Llull, Sergio Rodríguez y un Draper que va asumiendo y perfeccionando su papel mezclan cada vez con más soltura en su función de arquitectos del juego. A la vez, son capaces de erigirse en ejecutores. Ante el Bilbao, 21 puntos corrieron por cuenta de un Llull imparable y 13 de un Sergio Rodríguez que ha dado muestras de una fiabilidad que antes se echaba de menos. Mirotic es capaz de jugar de tres y de cuatro y, a su calidad indudable, a los 17 puntos y siete rebotes, añade el deseo de ganar en intimidación y en capacidad física. No pestañeó a la hora de hacer frente a Lamont Hamilton, de 2,11 metros y 111 kilos, incluso cuando el pívot de Nueva York llevó el pulso directamente al terreno meramente físico.

El Madrid transmite una sensación de equipo, si no imbatible, sí, de entrada, superior a cualquier otro. “Es el mejor equipo de Europa”, previno ya antes del partido Katsikaris, el entrenador del Bilbao. “¿Por qué este bajón? Es algo normal. Nos está pasando a todos. Menos al Real Madrid, que tiene una plantilla superior”, afirmó Zan Tabak a propósito de las dos recientes derrotas del Caja Laboral y de sus apuros para vencer al Valencia (79-75). El anfitrión, el equipo que vivió en la euforia con el relevo de Ivanovic por Tabak y la plasmó con 17 victorias seguidas, no llega en su mejor momento a la cita. Eso dice al menos el entrenador croata, preocupado por la baja de Oleson, por el necesario tiempo de adaptación de su sustituto, David Jelinek, que jugó 13 minutos y sumó dos puntos ante el Valencia, y también por el estado físico de San Emeterio, que notó un pinchazo en una rodilla.

El Madrid transmite una sensación de equipo casi imbatible; el Barça, pendiente de Navarro

En Vitoria, el Barcelona Regal también estará pendiente hasta última hora del estado físico de Navarro, baja desde el 28 de enero a causa de una elongación muscular. Su ausencia en Manresa no representó mayores problemas para el Barcelona, que venció por 76-88. Ha mejorado en las últimas semanas el equipo de Xavi Pascual, a pesar de lo mucho que le costó ganar los dos partidos anteriores ante el Valladolid y el Bilbao. Su trío de bajitos, Marcelinho, Sada y Jasikevicius, ha mejorado notablemente su rendimiento, premisa imprescindible para hacer frente al Madrid de Llull, Sergio Rodríguez y Draper. Ante el Manresa debutó Oleson como jugador azulgrana. No pareció necesitar de ningún periodo de adaptación. En los 25 minutos que estuvo en la cancha sumó 10 puntos, tres rebotes y tres asistencias. Tomic, con 24 puntos y ocho rebotes, demostró que su poderío es devastador cuando no tiene encima un defensor físicamente poderoso o se le pone delante una defensa en zona muy abierta, como hizo el Montepaschi Siena en la Euroliga.

El Herbalife Gran Canaria rompió su racha de tres derrotas con un contundente triunfo en Fuenlabrada (66-99). El equipo de Pedro Martínez es un asiduo en la Copa y comparece como tercer clasificado en la Liga Endesa, solo superado por el Madrid y el Caja Laboral. El Asefa Estudiantes también llegará a Vitoria tras ganar en una pista complicada, la del CAI Zaragoza (77-82). Los de Txus Vidorreta cuentan esta temporada con dos jugadores especialmente en forma: Carl English, que sumó 27 puntos, y Germán Gabriel, autor de 18 puntos, siete rebotes y tres asistencias.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_