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Maximino y la ‘vieja familia’

Entre los 11 guardias civiles que testifican en la Operación Puerto se cuela la declaración en la sala el exdirector del Seur que ganó la Vuelta en 1990

Carlos Arribas
Fuentes, junto a su hermana Yolanda, a su llegada al Juzgado.
Fuentes, junto a su hermana Yolanda, a su llegada al Juzgado.Emilio Naranjo (EFE)

La vieja familia del ciclismo se reunió ayer y en el vestíbulo de los juzgados todo fueron por un momento besos, abrazos y recuerdos. A los acusados, a los barridos de la faz del ciclismo por el paso del tiempo, por sus errores, por la indiferencia de los que siguen adelante, les visitó Maximino Pérez, uno de los suyos. Maximino, mítico en sus tiempos, los del Seur que ganó la Vuelta con Giovanetti (1990) o el MX-Onda o el Relax-Fuenlabrada de los ciclistas modestos a los que desde la radio José María García se encargaba de animar las etapas tontas, fue el que acuñó lo de la vieja familia, y sus achuchones emotivos, y palmadas de ánimo y miradas tristes a Eufemiano Fuentes y a su hermana Yolanda, y a Ignacio Labarta, Vicente Belda y Manolo Saiz recrearon, en efecto, durante unos minutos en el desolado paraje el ambiente de las salidas de las viejas Vueltas a España.

A Contador se le espera el viernes 22, por videoconferencia desde Pinto

Las nuevas vueltas, las del llamado ciclismo 2.0, la del modelo Sky que crea escuela, el de la ciencia y la tecnología al servicio del entrenamiento y el rendimiento, siguen disputándose veloces y ajenas. A la calle Julián Camarillo, donde los juzgados, llegan de rebote las acciones de los Valverde, Greipel y Cavendish que encarnan la regeneración estos meses de comienzos del año. Estas son tan lejanas para acusados, acusadores, defensores, juez y fiscal como, seguramente, para los 11 guardias civiles que desfilaron, disciplinados y obedientes, para testificar y ratificarse en todas las acciones que emprendieron y llevaron a cabo en mayo de 2006, cuando desarticularon la banda de Fuentes. Su pase por la sala, algunos, y sus palabras televisadas videoconferencia, el resto, le sirvió a Julián Pérez templado, triple abogado defensor —Fuentes, Belda, Labarta— para marcarse un trabajado ejercicio de estilo con pico y pala, pura zapa, con el objeto de que en la conciencia de todos los presentes en la sala calaran inconscientemente, gota que empapa por repetición, las palabras hemolisis, temporizador, congelado, refrigerado, poliespán, nieve carbónica, arcón, cadena de custodia y cadena de frío, los conceptos en los que en un esfuerzo denodado para demostrar que si llegado el momento se muestran rotos los glóbulos rojos preciosos de alguna bolsa no es para nada culpa del delicado trato que su cliente principal las dispensaba, sino de la brutalidad de la los agentes y sus protocolos para conservar unas muestras que, deberían haber recordado, no servirán para más reinfusiones sino, quizás, para análisis de ADN que, permiso de la juez mediante, salgan a la luz los nombres de los tramposos ocultos detrás de números y apodos. El trabajo de un abogado que cree en las virtudes pacientes del corredor de fondo y que minutos después pediría a la juez que devolviera a su defendido Fuentes la fianza de 120.000 euros depositada en mayo de 2006 para evitar la prisión preventiva.

Más elegante y sutil el trabajo de la fiscal, que espigó con sus preguntas entre los registros del sumario para coleccionar un florilegio cargado de sentidos gracias a las respuestas afirmativas de los números: ¿Es verdad que Alberto León tenía entre sus pertenencias una tarjeta Amex a nombre de Eufemiano? ¿Y un kit de extracción sanguínea? ¿Y una neverita portátil? ¿Y el maletín lleno de sobres cargados de billetes de Manolo Saiz? ¿Y en la casa de Fuentes no había una caja de cartón con la leyenda de Choina para Fuentes llena de medicamentos?

El lunes regresan las cámaras robotizadas a la sala y la señal institucional, pues el juicio recupera a personajes populares: empiezan a declarar como testigos los ciclistas. No lo harán, definitivamente, ni Darío Gadeo ni Pedro Díaz Lobato, retirados por la acusación, ni Michele Scarponi ni Gianpaolo Caruso, que no recibieron una citación enviada por el juzgado a la vieja dirección de su equipo Liberty en Cantabria. A Alberto Contador se le espera el viernes 22, presumiblemente por videoconferencia desde su Pinto, cuando regrese de correr el Tour de Omán.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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