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Como una final olímpica

El Madrid-Barça, “un empujón para el baloncesto”, pasa a la historia de los grandes duelos

R. ÁLVAREZ
Pete Mickeal y Tomic luchan por un rebote con Carlos Suárez
Pete Mickeal y Tomic luchan por un rebote con Carlos SuárezDavid Aguilar (EFE)

El hall del hotel de Vitoria donde se hospedan todos los equipos de la Copa del Rey se convirtió en un hervidero durante la lluviosa mañana posterior a un partido histórico. Sobre ese Barça-Madrid inolvidable del jueves, saldado con el triunfo azulgrana tras dos prórrogas (108-111), giraban el 90% de las conversaciones. El seleccionador español, Juan Antonio Orenga, se congratulaba del espectáculo: “Fue un partido emocionante al máximo, de los que enganchan. Cuando parecía que un equipo estaba hundido, resurgía. Quedará en la retina de quienes lo vimos”.

El clásico, con una audiencia media de 1,8 millones de espectadores, fue el tercero en las 30 ediciones de la Copa que concluye con una doble prórroga. La primera vez fue en 1992, en un Zaragoza-Baskonia (83-87). La segunda, en 1997, con los mismos protagonistas que el jueves, Madrid y Barcelona. El triunfo en aquel partido disputado en León fue también para los azulgrana (115-110). Rafa Jofresa, que formó con el Barcelona, compara: “Entonces hubo dos o tres jugadores que destacaron muchísimo [Arlauckas anotó 37 puntos y Djordjevic, 30]. Ahora, también, como Mickeal o Tomic, pero no tanto. Han sido los equipos al completo los que han rendido a un nivel altísimo. Lo recordaremos durante mucho tiempo. Fue un partido de los que atraen a la gente y crean afición, un empujón para el baloncesto”.

Zoran Savic, exjugador del Barça y del Madrid, subraya la importancia de la labor del entrenador azulgrana, Xavi Pascual. “Hubo de todo en el partido y muchísimos detalles que pudieron decidir. Xavi estuvo muy bien tácticamente”. Fuentes de la directiva barcelonista destacan el provecho que obtuvo el equipo del emparejamiento de Mickeal con Rudy, de los bloqueos en los que Carroll acabó encontrándose delante al cinco del equipo azulgrana, Jawai o Tomic, y del hecho que se ganara un partido en que el acierto en los triples fue muy bajo, del 18%, con un 4 de 22.

Orenga lo compara con Pekín 2008 y Londres 2012; Llorente recuerda el triple de Solozábal

José Luis Llorente, exjugador del Real Madrid y presidente de la Asociación de Baloncestistas Profesionales, bromea con su falta de memoria pero constata que el clásico disputado en Vitoria le remitió a algunos de los episodios más recordados a través de los tiempos: “El triple de Solozábal en Valladolid, un par de Ligas que ganamos en el Palau Blaugrana, el palmeo de Santillana. Es un partido que da para mucho y de este en concreto se hablará durante muchos años”.

A Orenga el partido le dejó sensaciones parecidas a las de los mejores que ha vivido durante los últimos años, como las de las finales olímpicas de 2008 y 2012 de España ante Estados Unidos. “Se podía producir un punto de inflexión muy negativo para el equipo que perdiera, pero ambos han salido reforzados como claros candidatos a ganarlo todo”. El seleccionador se congratula en especial por el notable rendimiento de los españoles: “Llull, Sergio, Navarro... siempre dan la cara”.

“Los dos equipos fueron muy duros y la primera parte fue muy buena. En la segunda, la producción ofensiva se colapsó. El Madrid parecía tenía las de ganar, por cómo venía jugando. Pero no ha conseguido ganar al Barcelona en varios partidos decisivos y eso es algo que deberá tener cada vez más en cuenta”, concluye Jofresa.

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Sobre la firma

R. ÁLVAREZ
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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