Isco, el alma del Málaga

En un equipo plagado de experimentados y referentes jugadores, Isco, a sus 20 años, es el alma de un distinguido Málaga. Con la misma autoridad y descaro con el que debutó tres días atrás con la selección española, Isco lideró la remontada de su equipo ante un voluntarioso Levante, eficaz como pocos al amparo de su estadio. Pellegrini tiene una joya a la que está dando brillo. Marcó Isco dos veces, de penalti y llegando desde la segunda línea, para derrotar a un Levante que no se rinde nunca.

 Fiel a su estilo, el Málaga quiso marcar el ritmo del juego, con su despliegue dulce y pausado. No le dejó el Levante, intenso como siempre, generoso en el esfuerzo, concentrado y comprometido, rápido y vertical en el ataque. Una fórmula mil veces repetida en el Ciutat de València y ante la que los adversarios sufren para encontrar un antídoto. Mejor dispuesto, el conjunto de JIM dio su primer aviso al cuarto de hora tras un remate de cabeza a bocajarro que Caballero respondió con autoridad, al igual que en todo el encuentro. El propio Rubén cedía poco después un balón al centro del área con destino a Martins. El nigeriano ganó la posición a Demichelis, y este le derribó. El penalti lo transformaba Barkero.

Con el marcador a favor, el Levante aplicó el guion que mejor sabe: se resguardó en su parcela y puso en práctica el estilo directo, siempre con Martins de destinatario, vencedor en las carreras con los defensas malacitanos. Sin embargo, le resultó contraproducente el cambio de proceder. El Málaga creció a partir de retener el esférico, con un omnipresente Isco. El Levante no ofrecía fisuras, hasta que un leve contacto de Chris sobre Baptista fue interpretado por el colegiado como penalti. Aseguró Isco el lanzamiento con dureza y colocación para empatar el partido. Fue el punto de inflexión. Isco se ató el balón a los pies y marcó el segundo. Es el alma del Málaga.