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Alexis perdona, Messi castiga

Los goles del argentino, frente al desacierto del chileno decantan a favor del Barça un duelo muy equilibrado No perdió el equipo local por el planteamiento de Alcaraz, sino por el acierto del delantero

Ramon Besa
Messi marca el primer gol del Barcelona.
 
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Messi marca el primer gol del Barcelona. .Miguel Angel Molina (EFE)

No hay prácticamente portero ni campo que se resista al gatillo de Leo Messi. Anoche dejó dos goles de signo distinto en Granada. Uno sirvió para que contara 300 como jugador del Barcelona y el otro supuso la victoria azulgrana ante el invicto equipo del metódico Lucas Alcaraz. El homenaje de Los Cármenes a Enrique Porta, el histórico delantero del Granada de los años setenta que abatió el mismo año al Barça y al Real Madrid, solo sirvió para agrandar la leyenda del 10.

La cuenta del argentino es imparable: lleva 14 jornadas consecutivas marcando por lo menos un gol y ya suma 37 en el campeonato. Imposible de defender para el Granada, que se batió como un jabato, de igual a igual contra el Barcelona, a ratos superado y en otros superior, siempre presente en el partido. Messi convirtió en vulnerable a Toño. Hasta el portero, normalmente muy puesto, flojeó ante el 10, que marcó después de un rechace y en un libre directo, suficiente para cantar victoria.

GRANADA, 1; BARCELONA, 2

Granada: Toño; Nyom, Íñigo López, Mainz, Siqueira; Torje (Brahimi, m. 76), Mikel Rico, Recio, Nolito (Buonanotte, m. 74); Ighalo y Aranda (El-Arabi, m. 58). No utilizados: Roberto; Borja Gómez, Juanma Ortiz e Iriney.

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Adriano (Jordi Alba, m. 38); Thiago, Busquets, Cesc; Pedro (Iniesta, m. 72), Messi y Alexis (Tello, m. 61). No utilizados: Pinto; Puyol, Iniesta, Montoya y Song.

Goles: 1-0. M. 26. Ighalo, asistido por Nolito. 1-1. M. 50. Messi aprovecha un rechace de Toño tras un disparo de Cesc desde fuera del área. 2-1. M. 73. Messi, de falta.

Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a Siqueira, Nyom y Thiago.

22.000 espectadores en el estadio Nuevo Los Cármenes.

Al Granada le ganó simplemente Messi.

No tiene dudas el Granada desde que Alcaraz dio con un plan de juego y una alineación estable en dos partidos tan exigentes como fueron la visita del Madrid y la salida a A Coruña, ambos resueltos con victoria y sin encajar un gol, síntoma de su fortaleza. Quería perseverar ante el Barça, y más después de saberse que no jugaban Xavi, Iniesta ni Alba, obligado Roura a administrar esfuerzos camino de Milán y a la espera del Madrid, bien encarrilada como está la Liga. No perdió por el planteamiento de Alcaraz.

Jugar sin apremios ni agobios, con más seguridad que necesidad, abona la posibilidad de que el encuentro sea abierto e interesante, más que especulativo y táctico. A cambio, a veces falta, tensión competitiva, el punto de dramatismo que solo aparece cuando los partidos son definitivos, el momento de gloria al que aspira el futbolista. Así las cosas, llegados a tal extremo, la agresividad de delanteros como Aranda, Nolito e Ighalo tuvo más incidencia de partida que el voluntarismo del infortunado Alexis.

Al chileno, mejor sin que con la pelota, le cuesta en exceso encontrar la meta, igual da que el portero sea malo o bueno como Toño. Excelente en el desmarque, el Chico Maravilla no encuentra la manera de cerrar la jugada, y se vence de forma irremediable en el control o después en el tiro. Messi le puso hasta tres veces ante el arco y pifió las tres, la última especialmente grave. A los azulgrana de nada les valió dominar el balón y la divisoria porque penalizaron en las dos áreas, también en la suya, como ya es norma.

Resulta tan difícil ver un gol de Alexis como fácil es que tome un gol el Barça, abatido en los últimos nueve partidos, ayer después de una jugada excelentemente atacada por Nolito y finalizada por Ighalo. Los goles en contra son tan constantes como los fallos de Alexis y las lesiones de Adriano. Obsesionado porque el Barcelona no se adelantara en el marcador, el Granada se encomendó a Toño y fue muy selectivo en ataque: siempre acabó las jugadas y casi siempre lo hizo bien.

Alcaraz ha armado un equipo intenso, agresivo con la pelota y bien protegido por su portero, el único que no se espantaba ante los centros cruzados del profundo Alves. A falta de un plan B por la lesión de Villa, el partido parecía no tener remedio para el Barcelona sino marcaba el 10, y el argentino no perdonó después de un mal rechace precisamente del guardameta a un tiro de Cesc. Acabó Messi con la imbatilidad del Granada de Alcaraz y empezó un nuevo partido en Los Cármenes.

Los azulgrana acamparon en campo del Granada y enfocaron a Toño. Una vez sustituido Alexis, de nuevo desatinado en un servicio de Cesc, el remonte azulgrana se daba por descontado en Granada. Tello no se aturulla en el tiro ni ante Messi. El acoso de los muchachos de Roura fue tan constante que ya no solo se reparaba en la defensa local sino en las intervenciones del juez de línea que marcaba el ataque del Barça. La incertidumbre duró hasta que volvió a irrumpir el 10.

Messi transformó un libre directo, mal defendido por Toño, y ya no hubo manera de cambiar el marcador, favorable al Barcelona después de dos salidas frustradas a Anoeta y Mestalla. El Granada se vació en un último esfuerzo tan generoso como estéril, apesadumbrado por los goles de Messi, cuya figura se agrandaba cada vez que los rivales y sus compañeros fallaban ante el portero. No había más goleador anoche en Granada que Leo Messi.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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