_
_
_
_
_

Swansea, una ciudad y dos balones

El equipo galés de Michu, exponente del crecimiento del fútbol en el país del rugby, juega hoy la final de la Copa de la Liga ante el Bradford tras superar el riesgo de desaparición

LADISLAO J. MOÑINO
Michu festeja un gol con el Swansea.
Michu festeja un gol con el Swansea.rebecca naden (reuters)

A las puertas del Liberty Stadium, una estatua de bronce rinde tributo a Ivor Allchurch, la gran leyenda del Swansea, el único equipo galés que ha militado y milita en la Premier League desde que esta adquirió tal denominación en 1992. Allchurch formó parte de los Swan Babes, una generación de jugadores de los años 50, todos nacidos en Swansea, donde el mundo del rugby, el deporte nacional, aunque en cada vez más estrecha competencia con el fútbol, asistió cómo a principios del siglo XX el balompié empezó a desarrollarse a su sombra.

Liderados por Allchurch, ese equipo de los Swan Babes escribió algunas de las grandes páginas de la convulsa historia del club. Cada día de partido, alrededor de la efigie Chico de Oro —del que Santiago Bernabéu dijo en su día que era “el mejor interior del mundo”—, un senado de veteranos aficionados debate sobre la actualidad del Swansea. La frase de Bernabéu está recogida en El Orgullo de ser un Cisne de Paul H. Jenkins, un libro que conmemoró el centenario del club en 2012, y fue pronunciada por el presidente blanco después de que Allchurch marcara ante Hungría un gol que para muchos está considerado uno de los mejores del Mundial de 1958. Cuentan que, antes de entrar al campo, los contertulios suelen limpiar con reverencia las metálicas botas de Allchurch.

El ‘dni’

►Swansea es la segunda ciudad más grande de País de Gales: 239.000 habitantes.

►Fundado en 1912; el estadio Liberty tiene una capacidad de 20.539 espectadores.

►Temporadas en Primera: 4. Mejor clasificación: 6º, en 1982, entrenado por Toshack.

► Mayor goleador: Ivor Allchurch, 146 tantos.

Unos pasos más allá, los paneles superiores del Liberty Stadium anuncian por igual partidos de rugby de los Ospreys, un club puntero en Europa, que de los Cisnes, como se conoce a los jugadores del Swansea, que hoy (17.00) pretenden hacer historia en Wembley en la final de la Copa de la Liga que les enfrenta al Bradford, de la Second Division (como una cuarta división española). Michu, la emergente estrella del club, sueña con pisar la Catedral: “Tiene que ser una pasada jugar una final allí... y ganarla, con lo que significaría para un club modesto como el Swansea”.

En las taquillas del moderno y coqueto estadio comunal, una empleada asegura que “al fútbol acuden más de 18.000 personas, 20.000 cuando se llena el estadio, mientras que al rugby van entre 8.000 y 12.000”. El rugby es el deporte más importante en País de Gales, pero en la sureña y acogedora Swansea, anclada en una bahía bañada por el Atlántico, la atracción por la pelota redonda supera a la ovalada. Y no solo eso: se calcula que el fútbol ha aportado 58 millones de libras a la economía galesa. Hasta 33.000 seguidores del Swansea (los seguidores tienen el 20% de las acciones del club) se han desplazado a Londres para asistir a una cita que dibuja el pico más alto de la montaña rusa que caracteriza la historia del club, capitalizador, junto al Wrexham y al Cardiff, de la expansión del fútbol allí donde el rugby y sus nobles valores son una religión. “Me gustan los dos deportes, pero al rugby se juega con el corazón”, asegura, muy sentido, un taxista, a la vez que se lleva la mano al pecho. “En los últimos años, bastantes aficionados eligieron el fútbol por delante de rugby por los éxitos del Swansea y por lo que supone jugar en la Premier. A algunos aficionados al rugby no les gusta el fútbol y viceversa, pero hay muchos que siguen ambos deportes”, afirma Gareth Vincent, periodista del South Wales Evening Post. “La convivencia entre los Ospreys y nosotros es muy buena, de hecho, se venden abonos que dan la opción de asistir al fútbol y al rugby”, corrobora Jonathan Wilsher, director de comunicación del club.

Con Toshack sumó tres ascensos seguidos en los 80; con Roberto Martínez halló un estilo

Solo el Bradford separa al Swansea de su mayor gloria, un título en el corazón de la cuna del fútbol. Los acusados altibajos de su historia van desde aquel equipo que bajo la dirección de John Toshack enhebró tres ascensos consecutivos a principios de los 80 hasta llegar a la máxima categoría, pasando por varios amagos serios de desaparición por quiebra, o hasta aquel partido en 2003 ante el Hull City que, de perderlo, hubiera significado la caída en las divisiones no profesionales y la más que probable desintegración del club. Un pozo sin fondo al que estuvo a punto de caer antes de que Roberto Martínez pusiera las primeras piedras del actual esplendor. Martínez, que había sido antes jugador, impuso un estilo basado en la posesión del balón. Su legado lo han proyectado después Paulo Sousa, Brendan Rodgers y ahora Michael Laudrup.

Hoy, el Spanish Swansea de Michu, Rangel, Pablo y Chico (este baja por lesión), puede llevar a la ciudad de los dos balones un título, como dijo Laudrup, salido “de un cuento de hadas”.

RESULTADOS

Premier: Arsenal, 2 (los dos de Cazorla, que lleva 11 en la Liga); Aston Villa, 1. QPR, 0. Manchester United, 2. Bundesliga: Bayern, 6 (un gol de Javi Martínez). W. Bremen, 1. Serie A: Hoy, Inter-Milan (20.45, C+ Fútbol).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_