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26ª JORNADA DE LIGA | GRANADA, 1 - MALLORCA, 2
Crónica
Texto informativo con interpretación

Hemed da vida al Mallorca

Un gol del israelí en la última jugada del partido mete en apuros al Granada y alivia la delicada situación del equipo balear (1-2)

Rafael Pineda
Pina y Giovani felicitan a Alfaro por su gol.
Pina y Giovani felicitan a Alfaro por su gol.Miguel Ángel Molina (EFE)

Parecía imposible que el Granada o el Mallorca pudieran ganar un partido marcado con tintes de final. Lo intentó siempre el equipo andaluz, que pudo llevarse los tres puntos en tres acciones muy claras de las que dispuso Aranda. Lo intentó el Mallorca, incansable, con un remate de Hemed al palo a falta de cinco minutos. Justo cuando ambos se iban a repartir las migajas del empate, el delantero israelí emergió poderoso en el área rival para hacer un tanto de cabeza en la última jugada del choque. Toño detuvo el balón, pero este traspasó la línea de gol. Los Cármenes, lleno, enmudeció con un tanto tan inesperado como crucial. Triunfo agónico del cuadro balear, materializado en una acción que le puede cambiar la vida por lo mucho que supone en el impacto emocional, porque mete en un lío a un rival directo y porque le sitúa a cuatro puntos de la salvación. Un gol que le trae de vuelta del mundo de los muertos. El Granada, mientras, debió conformarse con el empate. Pagó muy caro un final donde defendió de forma horrible. Alcaraz fue a por el partido y desprotegió su centro del campo. Un saque de esquina, el único que lanzó el Mallorca en todo el partido, coloca a su Granada en apuros. Tendrá que seguir peleando por evitar el descenso tras dejar pasar la oportunidad de apuntillar a los baleares.

GRANADA, 1 - MALLORCA, 2

Granada: Toño; Juanma Ortiz, Mainz, Íñigo López, Siqueira; Buonanotte (Torje, m. 86), Mikel Rico, Recio, Nolito (Brahimi, m. 65); Aranda e Ighalo (El Arabi, m. 72). No utilizados: Roberto; Borja Gómez, Iriney y Angulo.

Mallorca: Aouate; Hutton, Anderson, Nunes, Luna; Martí, Pina, Tissone (Javi Márquez, m. 80); Alfaro (pereira, m. 86), Víctor (Hemed, m. 70) y Giovani. No utilizados: Calatayud; Bigas, Kevin y Nsue.

Goles: 1-0. M. 8. Nolito. 1-1. M. 12. Alfaro. 1-2. M. 94. Hemed.

Árbitro: González González. Amonestó a Ighalo, Luna y Hutton.

Los Cármenes. Lleno. 22.000 espectadores.

Y eso que en pocas ocasiones un equipo se encuentra con un panorama tan agradable en un duelo de tanta importancia. El Granada, que ha perdido algo del impulso que le proporcionó Lucas Alcaraz y sus fichajes invernales, sorprendió con un inicio arrebatador, de esos que se fijan en los manuales de todo entrenador. No se enteró el Mallorca de la película, lleno de centrocampistas de corte defensivo y con un lateral zurdo, Luna, al que le cuesta un mundo defender. Por ahí se gestionó el primer gol del Granada, el que debía abrir un mundo entre los dos equipos. Juanma Ortiz, que sustituyó al sancionado Nyom, dibujó un centro preciso al área tras un magnífico recorte a Luna. Nolito conectó un cabezazo suave, de los que desarman a un portero más por colocación que por fuerza. Con Los Cármenes lleno y la ventaja en el marcador, parecía complicado que al Granada se le escapara la oportunidad de apuntillar al Granada. Manzano se quedó petrificado en la banda, resolviendo el enigma de cómo atacar con un centro del campo con tres hombres de corte defensivo. La solución se la dio Giovani, su único futbolista distinto, con cambio de ritmo.

Cuando todo estaba controlado por el Granada, un mal despeje de Íñigo López permitió que el balón le quedara a los pies del mexicano. Giovani aceleró y centró al corazón del área. Alfaro, que no destaca en nada pero tiene gol, materializó el empate. Se serenó el Mallorca a raíz de la igualada, más intenso, sostenido por Pina, ante un Granada sin velocidad ni bandas, con Buonanotte buscando demasiado el centro y bien tapado su manantial de fútbol, Mikel Rico. Apenas pasó apuros el Mallorca salvo en una acción aislada de Nolito bien resuelta por Aouate. Al delantero le faltó generosidad en la acción, con Siqueira esperando el pase.

Oscurecido por un juego plano y lleno de interrupciones, sobre todo por faltas de uno y otro equipo, el partido necesitaba una chispa para desmontar un empate que, si bien aliviaba al Granada, de poco le servía al Mallorca. Fue el momento de Aranda, que harto de perderse en la banda viró al centro. Tuvo el delantero dos ocasiones claras, aprovechando su buen instinto para el desmarque. Las marró ambas, como Víctor, que en esta ocasión se encontró con un enorme Toño. Arriesgó Alcaraz con la entrada de El Arabi y Brahimi. Se encontró con el aviso de Hemed, al palo, y el golpe de la última jugada del encuentro, con el remate de Hemed. Quizás lo justo hubiera sido el empate, pero el azar terminó por condenar al Granada para revitalizar al Mallorca. El Granada debe aprender la lección.

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