Un pistard francés, primer líder de la París-Niza

Abandonada por las grandes figuras, que prefieren el descanso (Valverde, Wiggins) o la Tirreno-Adriático (Contador, Purito, Froome, Evans), la París-Niza debería ser la carrera de las revelaciones jóvenes (Van Garderen, Talansky) y también la oportunidad inmensa de ciclistas de segundo nivel, de especialistas en pruebas cortas por etapas.

Lo que ocurrió esta fría tarde, cuatro grados en Houilles, en las afueras de París, en un corto prólogo, no entra, sin embargo, en ninguna de las dos categorías. El primer líder de la prueba, que terminará el próximo domingo, se llama Damien Gaudin, francés de 26 años, lo que ni es revelación ni aprovechamiento, sino sencillamente sorpresa, el golpe afortunado de un corredor conocido hasta ahora en carretera por sus golpes puntuales, como el prólogo de la Vuelta a Luxemburgo de 2011 en que solo le derrotó Fabian Cancellara.

Gaudin, del Europcar, es un especialista en pista con varios títulos nacionales en persecución y americana que en carretera se había distinguido como muy sólido y pesado rodador, amante de la París-Roubaix y gregario devoto, como muestra su farolillo rojo en la Vuelta 2009. Sobre un recorrido muy técnico, y muy corto, de 2,9 kilómetros, distancia ideal para un persecucionista, Gaudin, que rodó a poco más de 45 por hora de media, aventajó en 1s a Sylvain Chavanel, el mejor contrarrelojista francés, y al holandés Lieuwe Westra.

El mejor español fue el joven conquense del Movistar Jesús Herrada, 12º, a 5s, y entre los favoritos a la victoria final tanto su compañero de equipo Rui Costa como el holandés Robert Gesink cedieron 1s más.