Kevin va pasito a pasito: plata en 800

La rivalidad entre Kevin López y Adam Kszczot viene de años, de cuando ambos se peleaban en categorías inferiores y casi siempre ganaba el polaco. El largo duelo, vibrante, bonito, tuvo su último episodio ayer en Gotemburgo. Kszczot, que tiene 23 años, uno más que el sevillano, entendió el mensaje que su rival le había enviado en las semifinales del sábado y lo devolvió multiplicado para defender su título de campeón de Europa de 800m (1m 48,69s) y dejar al español con una plata que mejora su actuación de hace dos años, pero que le sabe a poco.

“Mentiría si no dijera que estaba casi seguro de que le podía ganar”, admitía el español al acabar la prueba. La estrategia del español fue la misma que en semifinales, pero salió peor y tuvo que esforzarse más para ponerse en cabeza, que es lo que a él le gusta. Y estuvo mucho más pendiente de sus rivales, mirando en cada recta a la gran pantalla del pabellón. Hasta que a falta de 400m notó el cansancio: “No iba igual de suelto que en semis. Cuando me ha pasado el polaco estaba fundido”.

Kszczot había empezado a ganar antes, con el ritual intimidatorio que escenifica antes de la salida, repleto de gestos, de miradas, de golpes para activar sus músculos. Y con unas piernas que le hacen “estar un puntito por encima”, como dice uno de los responsables del equipo.

López fue bronce en París hace dos años y ya ha ganado al campeón otra vez este año. También repitió final Luis Alberto Marco, que fue sexto (1m 51,69s). Sarrapio hizo el mejor salto de su vida para acabar quinta en triple (14,07m); Úrsula Ruiz, octava en peso (17,22m), y los chicos del 1.500m sucumbieron en una carrera brutal en la que se impuso el francés Mekhissi-Benabbad (3m 37,17s): Casado fue quinto (3m 39,36) y Bustos,octavo (3m 40,14s).