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historias de un tío alto
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El fin de los Spurs

Duncan y Ginobili tratan de parar el lanzamiento de un rival.
Duncan y Ginobili tratan de parar el lanzamiento de un rival.eric gay (AP)

Una vez más, los Spurs de San Antonio encabezan la Conferencia Oeste de la NBA. Una vez más, están preparados para alcanzar los playoffs. Una vez más, Tim Duncan, Manu Ginobili, y Tony Parker son los mejores jugadores del equipo.

Pero no por mucho tiempo. En algún momento, y probablemente sea pronto, Duncan y Ginobili serán (finalmente) víctimas del Padre Tiempo. Una lesión de tobillo de Tony Parker será su última lesión. A Gregg Popovich le pondrán de patitas en la calle. Esta encarnación de los Spurs de San Antonio llegará a su fin. Y esto me hace pensar en la muerte de mis padres.

Para mí, pensar en la muerte de mis padres es un ejercicio teórico porque mis padres siguen vivos. Mi padre tiene 70 años, anda tres kilómetros todos los días y pasa gran parte de su tiempo trabajando en la historia genealógica de mi familia. Mi madre tiene 60 años y terminó un máster en sanidad pública hace solo cinco.

Los finales no son tristes en sí mismos. Cuando Tim Duncan deje de jugar, probablemente será el momento de que Tim Duncan deje de jugar.

Pero algún día, mis padres ya no estarán. Me parece aterrador. No me parece aterrador el hecho de que vayan a morir. Todo el mundo muere. Me parece aterrador porque me da miedo arrepentirme de no haber pasado más tiempo con ellos mientras estaban vivos y sanos y de no haber apreciado los buenos tiempos mientras duraban.

Creo que sentiremos algo parecido con esta versión de los Spurs de San Antonio. Desearemos poder volver a la época de nuestras vidas en la que Tim Duncan lanzaba tiros a tablero, Manu Ginobili tiraba tiros de tres desequilibrado y Gregg Popovich lo observaba todo con una sonrisa reacia.

Puede parecer que le estoy dando demasiada importancia a esta época de los Spurs, o que trato de atenuar el impacto emocional de la muerte de mis padres. ¿Pero acaso no es nuestra reacción ante cualquier tipo de pérdida un anhelo de hacer que vuelva el pasado? Todos mis abuelos están muertos, pero no deseo que estén vivos, no que tengan 97 años y estén decrépitos. Me gustaría que estuviesen vivos como cuando mi abuelo me dejaba dormir en su autocaravana aparcada en la entrada de su casa, o como cuando mi abuela me dejaba ver el canal MTV, o como cuando llegábamos la mañana del día de Navidad y veíamos las tarjetas con nuestros nombres colocadas sobre la mesa, igual que el año anterior.

Los finales no son tristes en sí mismos. Cuando Tim Duncan deje de jugar, probablemente será el momento de que Tim Duncan deje de jugar. Cuando mis padres mueran, cuando yo muera, cuando ustedes mueran, será el momento (esperemos) de esas muertes.

Lo que será triste será lo que lamentemos de la época en la que nosotros —o ellos— estábamos vivos.

¿Qué hay que hacer entonces? Lo que hay que hacer es disfrutar mientras ello dure, independientemente de lo que “ello” sea para cada uno.

Si sus padres están vivos, vayan a comer con ellos. Si sus matrimonios funcionan, saboreen cada momento. Si su grupo favorito sigue junto, vayan a verlo en persona. Y si echan por televisión el partido de los Spurs de San Antonio, véanlo y recuerden que algún día mirarán hacia atrás y desearán estar aquí otra vez.

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