“El estilo del portero argentino llegó a España conmigo”

Navarro Montoya (Medellin, Colombia, 1966), “el Mono”, asegura que tiene un buen recuerdo de su paso por la Liga española. El exguardameta nacionalizado argentino llegó en el mercado invernal de la temporada 1996-1997 a un prácticamente descendido Extremadura procedente del Boca Juniors, y en los dos cursos siguientes fichó consecutivamente por el Mérida y el Tenerife. Los tres equipos perdieron la máxima categoría.  "Llegué a clubes pequeños que peleaban por no descender. Me ha tocado salir campeón [en sus años en el Boca ganó, entre otros, la Supercopa de 1989, la Recopa del 90 y el Torneo apertura de 1992] y también la otra cara del fútbol". Su estilo fue inconfundible, sobre todo por su juego con los pies, por sus uno contra uno, y esa extravagancia que dejó huella. "Nunca dejé de entender el fútbol sin una sonrisa", afirma.

Pregunta. ¿Cuál es el estilo del portero argentino?

Respuesta. En Argentina hay dos vertientes: una, de la que siempre he sido adepto, que tiene que ver con el arquero-jugador. Guardametas que participan en el juego, que tratan de prevenir un problema y juegan bien con los pies; y otra vertiente que es más conservadora, porteros ágiles, rápidos, de grandes reflejos, que se sienten cómodos en el área pequeña.

P. ¿Dónde nace el estilo del portero argentino?

R. Creo que hubo un gran innovador que marcó el inicio de la escuela que yo sigo: Amadeo Carrizo. Fue un icono del arco en Argentina que jugó en la década de los 40 y 50 en el River Plate. El primero que empezó a salir del área y a sacar bien la pelota. El que inició un camino alternativo a lo era el arquero argentino de siempre.

P. ¿Quién diría que trajo ese estilo a España? ¿Carnevali? ¿Pato Fillol?

R. No, no. Bueno, el Pato es uno de los mejores arqueros de la historia de Argentina y del mundo, pero era un guardameta más de arco, de reflejos, de capacidad física. No era tan participativo ni jugaba tanto con los pies ni tampoco era de salir mucho. Yo creo que el arquero argentino que llegó antes que yo se caracterizaba por eso. Pero yo creo que esa forma de entender el juego llegó a España y a Europa conmigo. Leo Franco, que fue mi compañero en el Mérida, tiene cosas mías, Germán Burgos también…

P. No ha sido habitual que un grande de la Liga española haya fichado a un portero sudaméricano, como ha ocurrido en otras posiciones.

R. La posición de arquero, en España, siempre ha sido muy conservadora, con un estilo muy marcado. El único diferente para mí fue Molina, el guardameta del Atlético. Valdés en el Barça también ha tenido que empezar a salir más con los pies… Pero el arquero español siempre es de sentirse cómodo bajo palos, de grandes reflejos. Por eso quizá los equipos grandes siempre prefirieron nativos o si lo buscaban fuera eran europeos, más parecidos a los de España. Arqueros de mi estilo hemos jugado mucho tiempo en equipos grandes similares al Madrid o el Barcelona, como Boca o River, equipos de exigencia.

P. No en la Liga…

R. Pero los arqueros españoles se han adaptado y nos han copiado cosas. El otro día Casillas decía que el portero ideal tendría que tener el juego con el pie y el saque que tenía yo. Y escuchas a Pepe Reina y dice lo mismo, o nombran a Germán Burgos. En España se han adoptado algunos de los matices que teníamos los que vinimos de Sudamérica.

P. ¿Cuál cree que es la aportación del fútbol sudamericano al español?

R. Muy grande. Sobre todo en la mentalidad. En Sudamérica, por nuestra idiosincrasia, tenemos una rebelión implícita ante la adversidad, el resultado adverso o el rival. En eso el fútbol español ha cambiado. Antes los equipos pequeños contra un grande iban a perder por lo menos posible. Hoy van a ganar, por más que no lo logren. También ha servido para que vivan esta época de oro, brillante. Es un matiz que se ha agregado a la llegada de futbolistas como Xavi o Iniesta. Siempre digo que antes los españoles jugaban con la furia del toro y ahora lo hacen con el arte del torero.

P. ¿Cuál es el último portero sudamericano que resaltaría de la Liga española?

R. Hay muy buenos. Leo Franco tiene una gran carrera, Willy Caballero merece una oportunidad en la selección y también resaltaría a Cristian Álvarez en el Espanyol aunque ahora no esté jugando.

P. ¿A Caballero lo identifica con el estilo argentino que comentaba antes?

R. Creo que es un exponente, aunque más cercano a Fillol que a Navarro Montoya, por nombrar estilos. Creo que ha mezclado cosas de ambos y para mí es de nivel de selección. Lo viene demostrando desde que llegó al fútbol español.

P. ¿Ha cambiado el fútbol español desde su paso por la Liga?

R. He visto un evolución gradual en los últimos 10 o15 años que tiene que ver con un cambio de estilo a partir de la llegada del sabio de Hortaleza [Luis Aragonés] y refrendado después por Del Bosque. Han creado un estilo icónico, referencial y que marca tendencia.