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“Me moví increíble”

“Esta es una de las victorias más emotivas de mi carrera”, se despidió en la pista del público tras sumar su 22º masters 1000, el récord absoluto

J. J. M.
Nadal con el trofeo de Indian Wells
Nadal con el trofeo de Indian WellsMichael HEIMAN (AFP)

La rodilla izquierda está vendada, pero no parece que le duela. Rafael Nadal recupera una pelota tras otra y por primera vez se atreve a resbalar sobre cemento tras siete meses lesionado. “Me moví increíble”, valora luego, tras gritar desaforadamente y correr a abrazarse a la gente de su banquillo, donde se funde con Rafael Maymò, su amigo, su fisioterapeuta, la persona que conoce más íntimamente cuánto sufrimiento, cuántas lágrimas y cuánto dolor ha costado la victoria. “Cuando conseguí calmarme, jugué increíble”, continuó. “Los siete últimos meses fueron especialmente duros para mí. Gracias a todos los que me ayudaron y apoyaron. Sin ellos habría sido imposible. Esta es una de las victorias más emotivas de mi carrera. Es impresionante”, se despidió en la pista del público tras sumar su 22º masters 1000, el récord absoluto.

“Muchas felicidades, te mereces el fantástico regreso que estás teniendo”, le felicitó Del Potro

“No sabía ni si podría llegar hasta aquí (cuando volvió al circuito), la sorpresa ha sido mayúscula”, explica luego en los micrófonos de Teledeporte. “Las dos primeras semanas fueron muy duras, estaba jugando con demasiado dolor, no habría podido seguir así. En Acapulco, la rodilla me dio tregua. Desde entonces, me permite moverme con libertad. Si hace tres semanas me dicen que podría correr como en esta final a por todas las pelotas, habría dicho: ‘Está loco”

Del Potro escucha atentamente el discurso del campeón tras firmar una semana impresionante y rozar la victoria. “Muchas felicidades, te mereces el fantástico regreso que estás teniendo”, dice el argentino tras su primera final de un masters 1000. Las palabras del rival derrotado, sin mala sangre, hablan de un Nadal que se maneja por el circuito sin aspavientos. No fueron las únicas en ese sentido. Tras la victoria del mallorquín, David Ferrer perdió el número cuatro mundial. No habían pasado ni cinco minutos cuando el alicantino tuiteó lo siguiente: “Enhorabuena (…). Simplemente el mejor”.

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Sobre la firma

J. J. M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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