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Lendoiro y la imagen de marca

El presidente del Deportivo asegura que el club, pese a los 156 millones de deuda y la administración concursal, es “viable y tiene futuro”: “Antes solo éramos el Coruña”

Lendoiro, durante una rueda de prensa.
Lendoiro, durante una rueda de prensa.XURXO LOBATO

“Es un día importante”, previno el presidente Augusto César Lendoiro. Era el día después del demoledor informe sobre su gestión al frente del Deportivo, una radiografía hecha por los responsables de la administración concursal de la entidad, con 156 millones de deuda, sobre la que habrá varios recursos y en la que se basará la Justicia para determinar si la persona que lleva casi un cuarto de siglo al frente del club gallego podrá continuar en el cargo. Lendoiro habla de cuestiones opinables o interpretables, pero en esa jornada de valoraciones quiso dejar claro un mensaje. “Lo que me tranquiliza es que nadie ha osado decir que nos hemos llevado algo o que se hicieron negocios extraños. Ahora que se habla tanto de la corrupción, nadie puede decirlo de nosotros”.

“Me tranquiliza que nadie diga que nos hemos llevado algo”, comenta el directivo

 Lendoiro cree que el actual Consejo de Administración del Deportivo es el adecuado para pilotar la situación que ha generado. “Si alguien puede salvarla somos nosotros”, reseña. E insiste. “El club es viable y así lo reflejan incluso los administradores cuando han conocido las interioridades de la entidad”, clamó Lendoiro, que anunció que unas horas antes el club había acudido al Registro Mercantil a solucionar un detalle que le puede poner contra las cuerdas y que impide que por ahora pueda percibir el dinero que le adeuda el club. En 1999 la Junta de Accionistas aprobó que cobrase el 1% del presupuesto anual del club por hacerse cargo de la presidencia en “un desempeño incompatible con cualquier otro acto público o privado, con dedicación exclusiva y a tiempo completo”. No semejaba trabajo mal pagado. “Pero, ¿quién sabe si me podían echar a los tres meses? Y yo no venía precisamente de la calle”, explica Lendoiro, que hasta hacía pocos meses había sido presidente de la Diputación de A Coruña, que había sido concejal en el ayuntamiento herculino, senador, diputado o alto cargo en la Xunta de Galicia y que antes de dar el paso a la política fue director gerente de un colegio.

Ocurrió que aquella determinación de 1999 jamás se reflejó en el Registro Mercantil. Hasta ayer. Se podría deducir por tanto, y así lo deja entrever la administración concursal, que no se generó el derecho a cobrar ese sueldo, según Lendoiro “el más conocido de España”. “Hubo algún más o menos con el registrador”, reconoce el presidente deportivista. Aquel fallido intento pudo deberse a que el entonces encargado del registro no estuviera de acuerdo con que Lendoiro percibiera ese porcentaje, pero el mandatario no quiso entrar en detalles sobre ese particular. Se remitió al acta de la Junta de Accionistas y zanjó: “A efectos societarios no hay ninguna duda. Eso ya está arreglado”.

“Si alguien puede salvar al club somos nosotros”, asegurael máximo dirigente

A Lendoiro le agrada más el discurso de la viabilidad, que el de las visitas al Registro, donde acudió el pasado mes de noviembre para certificar la supresión del límite accionarial que impedía que una persona agrupase en su poder más del 1% de los títulos del club, decisión que se adoptó en hace casi seis años. “El club tiene futuro. Cuando llegamos al club éramos el Coruña para toda España, con 5.000 socios, ahora somos el Deportivo en Europa y en el mundo, y con 26.000 socios y accionistas. Esa imagen de marca vale mucho dinero”. Según la administración concursal vale dos millones y así lo refleja en un inventario en el que proliferan las discrepancias y que convierte según el abogado y el economista encargados por el juez la diferencia entre activo y pasivo en un déficit de más 82 millones. Por el camino queda la valoración de la plaza en Primera División. El club se remite a la Liga de Fútbol Profesional para valorarla en 58,4 millones. Los administradores le otorgan un valor de 20. “Pudieron también poner 30 o 5”, lamenta Lendoiro, que defiende que a otros clubes que entraron en concursal les valoraron como activo la concesión de un estadio municipal y al Deportivo, que la tasaba en más de 17 millones, no. Para los administradores el valor de esa concesión y derechos de uso es nulo y apuntan a que la práctica empleada por el Deportivo durante años fue la de consignar valoraciones de concesiones administrativas que prohíbe el Código de Comercio para cuadrar balances y que una vez agotadas las posibilidades de revalorizar activos simplemente se dejó de pagar a la Agencia Tributaria para que el club perviviera.

Pero Lendoiro expresa su desacuerdo. “El papel lo aguanta todo”, espetó para referirse a algunos puntos del informe presentado al Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña.

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