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McLaren circula marcha atrás

La escudería británica, desconcertada tras el adiós de Hamilton, prueba en Sepang un paquete de mejoras

Oriol Puigdemont
Jenson Button rueda en el circuito de Sepang.
Jenson Button rueda en el circuito de Sepang. AHMAD YUSNI (EFE)

Cuando Lewis Hamilton anunció el pasado mes de noviembre que a final de temporada abandonaría McLaren para fichar por Mercedes, los hubo, y muchos, que le tomaron por un chalado. Una de sus primeras apariciones televisivas como empleado de la marca de Stuttgart fue en Top Gear, el programa de motor de referencia en Gran Bretaña. Durante la entrevista, Jeremy Clarkson, famosísimo presentador de este show de la BBC, le pidió a Hamilton que argumentara su decisión de cambiar de aires. “¿Desvincularse de McLaren y firmar por Mercedes no es algo así como irse del Manchester United para recalar en el West Bromwich?”, le soltó Clarkson. La respuesta que le dio el chico de Tewin fue de lo más política —dijo que tenía ante sí un reto apasionante y algún que otro formalismo—, muchísimo más de la que daría ahora que la progresión de su nuevo equipo es tan palmaria como el descalabro del antiguo.

El desconcierto reina en la estructura de Woking, que en 2012 hizo de su monoplaza el más rápido de la parrilla en términos de velocidad pura, pero que pasó de él después, cuando llegó la hora de diseñar el nuevo. McLaren argumentó entonces que lo había hecho para prolongar el margen de desarrollo del bólido, aunque el pasado fin de semana, en Albert Park, maldijo el día en que se optó por ese camino. Jenson Button se dio con un canto en los dientes después de cruzar la meta el noveno, aunque lo hiciera a más de un minuto del ganador. Checo Pérez, su recién llegado compañero, las pasó canutas para mantenerse en los márgenes de la pista, y finalmente terminó el undécimo. “Darle la vuelta a la tortilla no es algo que podamos llevar a cabo de la noche a la mañana”, advierte Button ante el GP de Malasia (la carrera, domingo a las 9.00).

El panorama es tan dramático que Martin Whitmarsh, el director de la compañía, llegó a plantearse recuperar el prototipo anterior, una posibilidad que, al menos por el momento, ha quedado aparcada. “Probablemente, con el MP4-27 rodaríamos más rápido, pero seguiremos trabajando en el nuevo porque, potencialmente, creemos que nos puede ofrecer más carga aerodinámica”, remarca Whitmarsh. La tesis del ejecutivo la avala el cronómetro. En el primer entrenamiento de este viernes, Mark Webber superó en más de un segundo el mejor registro de la misma sesión de 2012, logrado por Hamilton, mientras que Button concluyó el undécimo, a 1,2 segundos del australiano y ni siquiera pudo superar el tiempo que su excompañero fijó hace un año.

La formación plateada sufre la misma situación que vivió Ferrari hace un curso

Da la impresión de que los Reyes Magos han visitado el taller de McLaren en Sepang. Además del paquete de mejoras inicialmente previstas ha llegado otro, experimental, para tratar de enderezar el rumbo. “Creemos tener identificados los problemas, pero la mayoría de ellos tendremos que resolverlos de vuelta en la fábrica”, puntualiza Sam Michael, el director deportivo.

La realidad de la formación británica va prácticamente en paralelo a la que Ferrari vivió hace un año. Entonces, la Scuderia se presentó en Australia con un coche un segundo y medio más lento que los más rápidos. La marca de Maranello pasó por ello, en parte, debido al trabajo que le llevó cuadrar las suspensiones delanteras pull rod (por tirantes) que acababa de introducir en el F2012, casualmente las mismas que esta vez se le han incorporado al MP4-28. A diferencia de las del tipo push rod (empujadores), esta especificación estorba menos desde el punto de vista aerodinámico, deja la zona más despejada, pero en contrapartida es bastante más delicada de armonizar. El ejemplo de Ferrari, en cualquier caso, inyecta algo de esperanza a la escudería plateada. “El año pasado, en Melbourne, Fernando rodó un segundo y medio más lento y estuvo a un tris de ganar el campeonato. Eso demuestra que no es imposible recuperarse”, resuelve Button, que tras la marcha de Hamilton se ha convertido en la brújula que debe marcarles a los ingenieros la ruta a seguir. Por el momento, McLaren parece rodar en sentido contrario.

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