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BANDERA DE CUADROS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Mercedes le debe una a Rosberg

Lewis Hamilton y Nico Rosberg se felicitan por su tercer y cuarto puesto en el GP de Malasia
Lewis Hamilton y Nico Rosberg se felicitan por su tercer y cuarto puesto en el GP de MalasiaSTRINGER/MALAYSIA (REUTERS)

Tener a dos gallos en el mismo gallinero nunca resulta fácil. Ayer se produjeron dos batallas encarnadas en la carrera de Malasia: una por la victoria y la otra por el podio. Y las dos se resolvieron de forma muy dispar. Mientras en Red Bull Vettel se saltó las órdenes de equipo y atacó sin piedad a un Webber sorprendido y batallador, en Mercedes se impuso la cordura y Rosberg acató los consejos que le dio Ross Brawn por radio en el sentido de que no adelantara a Hamilton.

“No olvides esta”, le soltó Rosberg a su jefe, cuando este intentó justificarse frente a él, felicitándole por la gran carrera que había realizado. Y no lo hará. Brawn es muy serio afrontando este tipo de situaciones y sabe cómo gestionarlas. Pero siempre defenderá los intereses del equipo por encima de las exigencias de sus dos pilotos. Ya lo hizo en el pasado cuando Michael Schumacher creía que podía pasar por encima de Rosberg y el ingeniero británico mantuvo a los dos en su sitio.

“No olvides esta”, le soltó alemán a su jefe, Ross Brawn, tras dejarse adelantar por Hamilton. Y no lo hará

La situación en Mercedes es bastante distinta de la que se produce ahora mismo en Red Bull. Allí la guerra entre los dos pilotos es encendida y se mantendrá abierta durante todo el campeonato, porque Webber se siente ultrajado y está convencido de que, al final, el equipo justificará a Vettel. En Mercedes, en cambio, Lewis Hamilton suavizó notablemente el problema cuando en el mismo podio afirmó que lamentaba que Rosberg no pudiera estar allí. “Fue una decisión del equipo”, dijo. Y pareció ser sincero al realizar aquella afirmación. Dio una muestra de que es una persona mucho más madura que antaño, y parecía dispuesto a permitir que Rosberg le adelantara si el equipo se lo hubiese exigido. Antes había protagonizado la anécdota de la carrera, cuando por confusión entró en boxes en McLaren, su anterior equipo, en lugar de Mercedes.

Rosberg admitió las órdenes de equipo y que tal vez aquello era lo mejor para asegurar los puntos. Sabe que Ross Brawn sabrá compensarle de alguna forma, en algún momento del campeonato. Porque lo que parece claro es que Mercedes ha dado un salto espectacular en esta carrera y que su coche funciona al nivel de los mejores y que estará en la batalla por la victoria o el podio en cada carrera. La cuestión sería saber qué hubiera ocurrido si la situación se hubiera producido al revés, con Hamilton detrás siendo más rápido que Rosberg. ¿Habría acatado órdenes, o le habría pasado como un rayo?

El problema en Mercedes no irá más lejos si Brawn mantiene el control. La situación en el equipo, sin embargo, es cada vez más complicada para el ex director técnico de Ferrari. La entrada en el poder de Wolf y Lauda no es precisamente un elemento estabilizador. Hay muchos ingenieros de altísimo nivel con responsabilidades: Aldo Costa, Bob Bell, Jeof Willis, Nick Fry (relegado a patrocinios) y se espera la llegada de Paddy Lowe, ex director técnico de McLaren. Por ahora el jefe sigue siendo Brawn. Pero si se le cuestiona, no me extrañaría que diera un portazo y dejara plantado al equipo. Y entonces la batalla de los pilotos podría tomar otros derroteros.

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