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Un ‘tres pulmones’ ante Alonso y Busi

Matuidi, un portento en la recuperación, es el eje de la pizarra de Deschamps

LADISLAO J. MOÑINO
Matuidi, rodeado de rivales, ante Georgia.
Matuidi, rodeado de rivales, ante Georgia.MIGUEL MEDINA (AFP)

La herencia futbolística más perdurable que dejó la Francia que conquistó el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000 fue la de consolidar la fórmula de armar centros del campo con dos medios defensivos y, también, de producirlos. El éxito de la propuesta expandió por el fútbol francés una fabricación febril y en serie de futbolistas de ese corte. Las escuelas de formación de los clubes y la de la federación francesa, en Clairefontaine, se volcaron en ese tipo de especialistas tácticos, todos con la recuperación de la pelota y la interpretación de las coberturas como principales características. Dacourt, Toulalan, Flamini, Alou Diarra, M’Vila, Diaby, Capoue…

La nómina en la selección gala es amplia. La mayoría, en algún momento, fueron comparados con las tres grandes referencias de aquella Francia hegemónica, Deschamps, Vieira y Makelele. El último en adquirir ese rol de pilar francés es Blaise Matuidi (25 años), centrocampista del PSG, de orígenes angoleños, llegado precisamente al club parisino en 2011, procedente del Saint Ettiene, para paliar la retirada de Makelele. “A veces es demasiado generoso en sus esfuerzos, estoy acostumbrado a verle jugar así 90 minutos cada cuatro días. Un día sentí escalofríos viéndole”, ha dicho de él el seleccionador francés, Didier Deschamps. “Es un tres pulmones”, le define Alain Perrin, su primer entrenador en el Saint Ettiene, en France Football.

Es muy fuerte e intenso", dice Parejo, del Valencia, que lo sufrió en la Champions

Xabi Alonso, que volverá al centro del campo para retomar su pareja con Busquets, y los jugadores del Valencia, que padecieron a Matuidi hace poco en el cruce de octavos de Champions, saben de qué hablan Deschamps y Perrin. En Mestalla, Matuidi recuperó 19 balones, e hizo ese trabajo a todo campo en un ejercicio imponente de ubicuidad. “Es muy intenso y muy fuerte en la recuperación”, confirma Dani Parejo, del Valencia. “Es uno de los mejores de Europa en su puesto”, le reconoció Ancelotti. Para el entrenador italiano es su pieza más valiosa para estructurar al PSG, y para los multimillonarios dueños del club es intransferible pese a que algunos grandes le siguen.

“Francia acostumbra a jugar con gente muy fuerte en el centro del campo desde hace tiempo y Matuidi responde a ese perfil”, advierte Toni Grande, el ayudante de Del Bosque, al que ya le impactó en Madrid, lo mismo que Pogba en su debut ante Georgia, otra muestra más de esa fabricación imparable de mediocentros defensivos del fútbol galo. La importancia de Matuidi la volvió a recalcar ayer Del Bosque: “Estuvo muy bien ante Georgia, hizo buena pareja con Pogba, que también es muy bueno de cabeza”.

Deschamps durante la rueda de prensa.Foto: atlas

En el Calderón, la falta de centrales obligó a Del Bosque a jugar con Busquets y a romper por primera vez en una gran cita el binomio que forma con Alonso. Si Valbuena fue el revulsivo ofensivo, Matuidi sostuvo a Francia cuando jugó replegada y le dio equilibrio cuando en el segundo tiempo accedió al intercambio de golpes que tanto daño le hizo a España. Ante la crecida francesa en el segundo tiempo, Del Bosque dudó entre reforzar el medio del campo con Javi Martínez o matar el partido a la contra dando entrada a Torres. Optó por la segunda opción y la apuesta no le salió.

En la mente del seleccionador y en la de sus ayudantes está muy presente la trascendencia de la batalla que se librará hoy en el centro del campo. Esperan a una Francia que cederá el dominio, pero agresiva en la recuperación y rápida en el despliegue para condenar cada error en el pase. Y ahí, Matiudi es clave en la pizarra de Deschamps, porque en su evolución trata de incluir la llegada desde la segunda línea y la mejora técnica, el paso que le ha recomendado Laurent Blanc, que le incluyó en su primera lista cuando se hizo cargo de Francia tras el Mundial de 2010. “Defensivamente es un crack, pero además ha empezado a marcar goles y a ser más decisivo en ataque”, le analizó el central Sakho.

Matuidi, admirador infantil de las roulettes de Zidane y de Okocha, no es ajeno a las expectativas que genera, pero no parece descentrarse: “No puedo olvidarme de que mi primera misión es defender. Mi trabajo consiste en robar balones y en darlos de la manera más sencilla posible”.

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Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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