El Palau festeja a lo grande los diez años de su primera Euroliga

El club azulgrana decidió celebrar el décimo aniversario de su primer título en la Euroliga con algo más de un mes de anticipación ya que el 11 de mayo se estará disputando la final four de la Euroliga en Londres y se quería evitar que coincidiera el festejo con una cita tan importante y en la que aspira a estar de nuevo el Barça de Xavi Pascual, que le dio el segundo título al club en 2010 en París.

Marc Gasol es mejor que Pau. Cuando tiene el balón puede hacer de todo" Svetislav Pesic

Vestido de gris, acorde con el día nuboso en la ciudad condal, Pesic (Pirot, Serbia, 1949), compareció en el hotel aledaño al Camp Nou donde ha sido invitado a rememorar junto a sus exjugadores el triplete de 2003, incluida la ansiada primera Euroliga. Han pasado 10 años y el reencuentro del coach —como todo el mundo le llama— con la gran figura de aquel equipo, Dejan Bodiroga, y con el capitán, Rodrigo De la Fuente, rebosa emotividad y alegría.

La Euroliga era entonces una asignatura pendiente para el Barcelona. Cinco veces había llegado a la final y cinco veces la había perdido. “Todos los jugadores querían ganarla y entendieron que formaban parte de la primera generación que podía conseguirla. Por eso fue más fácil motivarles”, subraya Pesic. “Nuestro vestuario era magnífico: había calidad, experiencia y carácter, algo imprescindible, sobre todo para ganar fuera, por ejemplo aquel decisivo partido en Atenas contra el Olympiacos, en una cancha difícil, pequeña, con un ambiente terrible. Fucka hizo el partido de su vida. Recuerdo muchas imágenes, el ambientazo que hubo en el Palau Sant Jordi en la final four... Yo no me di plenamente cuenta de lo que supuso aquello hasta el día siguiente cuando me tomé mi primer café con leche y me puse a pensar qué hubiera pasado si no llegamos a ganar. Me estremecí”.

Navarro, con 22 años, ya quería ganar en el entrenamiento hasta a Bodiroga y Jasikevicius" Pesic

Pesic, que se incorporó al Barcelona recién concluido el Mundial de 2002 que ganó como seleccionador de Yugoslavia, valora los títulos que obtuvo con el club azulgrana. “Todo el mundo sabe que ganar la Euroliga por primera vez fue histórico, y también los grandes resultados que conseguimos con la Liga, la Copa y las tres veces que ganamos al Madrid. Para mí, tiene más mérito ganar la Liga porque son 34 jornadas y los playoffs”.

Bodiroga, ahora vicepresidente de la Federación de Serbia, valora lo conseguido aquella temporada. “Fue algo grande. Con un equipo nuevo logramos el triplete y superamos una presión mayor de lo habitual”. El legendario alero serbio, que antes de fichar por el Barcelona, ya había ganado la Recopa con el Real Madrid y dos Euroligas con el Panathinaikos y el Mundial con la selección yugoslava, explica sus sensaciones ante los retos que asumió al fichar por el Barcelona en 2002. “Era como empezar de cero. De no lograr lo que logré con el Barcelona, hubiera sido cuestionado. Pero siempre me gustaron los retos y las motivaciones especiales”.

El 10 de aquel equipo de 2003 volvió a ver su camiseta colgada en la grada por un sector de la afición durante el partido ante el Maccabi. “Lograr aquel triplete tuvo mucho mérito porque la Liga ACB es más fuerte que en otros países. Me está gustando mucho cómo juega el Barcelona en los últimos años. Ahora hay más partidos y cuentan con una plantilla más amplia de la que teníamos nosotros”.

En su segundo y último curso en el Barcelona y después en el Girona, Pesic tuvo a sus órdenes a Marc Gasol. “Es mejor que Pau. Cuando tiene el balón puede hacer de todo: jugar dentro, como un jugador exterior e incluso como un base. Ya entonces poseía un gran talento. Tuvo un problema y lo solucionó: hubo un momento en que tuvo que decidir si se dedicaba a esto como profesional. Luego, se confirmó como el mayor talento que ha dado España en su posición”.

También tuvo Pesic a sus órdenes a Navarro y a Sada. “Juanqui era un jugador con mucho futuro. Solo tenía 22 años y ya ejercía un papel muy importante. No es que le guste el baloncesto, es que lo vive. Disfruta. Quería competir y ganar hasta en los entrenamientos a Bodiroga, a Saras (Jasikevicius), a todos. También teníamos a Varejao, pero solo podíamos contar con él en la Euroliga. En la Liga solo permitían dos extracomunitarios. Le faltaba experiencia, pero era muy trabajador”.

Pesic, que compagina su cargo como entrenador del Bayern Múnich y de la selección alemana, se hace el remolón pero acaba opinando sobre la labor de Xavi Pascual al frente del Barcelona. “Es muy importante tener un entrenador de la casa, con el que se identifiquen los jugadores, el público, todos... aunque Europa es muy pequeña y ahora no te preguntan si eres de Catalunya, de Alemania o de Serbia. Es un gran entrenador, pero un entrenador nunca puede vivir del pasado, sino del presente y del futuro. Le respeto mucho por el juego de su equipo y por sus resultados. Pero siempre queremos ganar más y más. Y aun así, ganándolo todo te puede venir un colega como me pasó a mí y que te diga: ‘Tu equipo no juega un baloncesto moderno’. Yo le contesté: ¿Sabes qué es el baloncesto moderno? Ganar, ganar y ganar”.

Poco antes de la temporada 2004-2005 y tras los cambios introducidos por Joan Laporta en la cúpula de la sección, Pesic decidió abandonar el Barcelona. “Ganar sin emociones no es posible. Yo tenía una idea clara al respecto. Me reprocharon que quisiera controlarlo todo. Le dije a Laporta: ‘Si quiero controlarlo todo, pero ganamos, ¿cuál es el problema?’ Me renovaron por tres años. Me fui de vacaciones y al volver lo habían cambiado todo. Pregunté a Laporta por qué cambiaron algo que producía grandes resultados. Me dijo que la vida es cambio y proyectos. Le respondí: ‘Tengo mi proyecto’. Y se acabó. Me arrepentí muchas veces. No es bueno ser tan orgulloso”.