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Arbeloa y la encrucijada del lateral derecho

La expulsión del español y la lesión de Essien refuerzan la idea de José Mourinho de devolver a Sergio Ramos al costado de cara a la ida de la semifinal

Diego Torres
Benzema protesta mientras Arbeloa deja el campo expulsado ante el Galatasaray.
Benzema protesta mientras Arbeloa deja el campo expulsado ante el Galatasaray.Alex Livesey (Getty Images)

La carrera de los jugadores tarde o temprano atraviesa una crisis de tipo físico que antecede una turbulencia emocional, o viceversa. Álvaro Arbeloa lleva meses jugando con molestias físicas, compitiendo sin parar para no perder el puesto, cumpliendo con cada indicación que le hace Mourinho con celo fanático. A sus 30 años esto no es sencillo. El jugador cree que el entrenador debería considerar sus esfuerzos; y el entrenador piensa que es el jugador el que debería estarle agradecido por no haber fichado un lateral derecho el verano pasado. Mourinho ha resuelto el dilema mandándole al banquillo para situar a Essien en el lateral derecho. La decisión, que generó bastante revuelo en el vestuario el día de la ida de los cuartos ante el Galatasaray, hace una semana, se resolvió el martes, en Estambul, de forma fortuita. Essien sufrió una lesión muscular en la pierna izquierda y Arbeloa le sustituyó en el minuto 31. En el minuto 90, Arbeloa, señalándose la sien como quien denuncia un desequilibrio mental, en un gesto que habla mucho de su exasperación, hizo lo necesario para provocar al árbitro, Stéphanne Lannoy, a que le mostrase la segunda amarilla: fue expulsado. Por paradójico que pueda parecer, el enredo le puede servir a Mourinho para cuadrar sus planes y alinear a su zaga ideal en las semifinales de la Champions.

El mánager quiere restablecer a Pepe en el equipo titular sin prescindir de Varane.

Desde hace meses, hay jugadores y empleados del Madrid que advierten que Mourinho acaricia la idea de trasladar a Ramos al lateral derecho para cerrar el eje de su defensa con Varane y Pepe. Si no lo ha hecho antes, aseguran, ha sido por consideraciones más relacionadas con la gestión de recursos humanos que con su deseo. El mánager quiere restablecer a Pepe en el equipo titular sin prescindir de Varane. Esto no dejaría más hueco para Ramos que la banda. El lateral derecho es el sitio que ha defendido Arbeloa desde hace casi dos años sin interrupción. También es la demarcación a la que Ramos no quiere regresar, salvo por razones de urgente necesidad. Así se lo ha hecho saber el sevillano a Mourinho. Pero la lesión de Essien, cuyo alcance no ha sido revelado por el club, y la sanción de Arbeloa para la ida de la semifinal, pueden proporcionar esa situación excepcional que necesita el entrenador para persuadir a Ramos de moverse a la derecha.

Arbeloa se sintió muy decepcionado cuando el mánager eligió a Essien para suplirle hace una semana. El asunto debió afectarle anímicamente. Constantemente exigido por los atacantes del Galatasaray, en Estambul hizo poco por demostrarle a Mourinho que será fiable ante rivales más duros. Esto puede repercutir en Ramos si el mánager lo mueve al lateral para reconstruir la zaga. El sevillano, que ha cumplido con creces en ambas demarcaciones, experimenta cada traslado al costado como una degradación. Mourinho, por su parte, lleva tiempo comentando en la caseta que duda de Ramos como central. Como casi siempre, ha escamoteado las razones técnicas. Son, parafraseando al mánager, feelings, sensaciones que hacen que viva más tranquilo con la exaltación de Pepe que con la salida de balón de Ramos.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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