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El Bayern funde a un Juventus pobre y sin épica

El conjunto alemán vuelve a superar al Juventus (0-2) y accede a semifinales sin haber encajado ningún gol en los cuartos

Ladislao J. Moñino
Pirlo trata de controlar el balón ante Müller
Pirlo trata de controlar el balón ante Müller ALESSANDRO GAROFALO (REUTERS)

El calcio es inmutable. Ni aunque haya una semifinal de la Liga de Campeones a la vista y se juegue en casa. Ni aunque sea necesario para alcanzar ese objetivo remontar dos goles. No tuvo casi nunca prisa el Juventus. Ni épica. Si en algo se destapó que necesitaba mejorar el resultado de la ida en Múnich fue en su mayor seriedad atrás. Esperó paciente el equipo de Conte, convencido de que en 90 minutos cualquier equipo puede cometer suficientes errores o se pueden dar una cantidad suficiente de jugadas a balón parado, barullos o rechazos como para empezar a edificar una remontada.

JUVENTUS, 0 - B. MÚNICH, 2

Juventus: Buffon; Padoin (Isla, m. 69), Barzagli, Bonucci, Chiellini, Asamoah; Pirlo, Pogba, Marchisio (Giaccherini, m. 79); Vucinic y Quagliarella (Matri, m. 65). No utilizados: Storari; Cáceres, Peluso y De Ceglie.

Bayern: Neuer; Lahm, Van Buyten (Boateng, m. 34), Dante, Alaba; Javi Martínez, Schweinsteiger; Robben, Müller, Ribéry (Luiz Gustavo, m. 79); y Mandzukic (Pizarro, m. 82). No utilizados: Starke; Rafinha,Shaqiri y Mario Gómez.

Gol: 0-1. M. 62. Mandzukic, de cabeza. 0-2. M. 91. Pizarro supera a Buffon con un remate raso en el área pequeña.

Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Bonucci, Mandzukic

Unos 41.000 espectadores en el Juventus Stadium.

Tenía que marcar tres goles el conjunto italiano, pero el dominio fue del Bayern, gobernador incontestable de la eliminatoria. Anoche le bastó a los alemanes con el equilibrio de Javi Martínez, la circulación aseada de Schweinsteiger, la cintura caliente de Robben y Ribéry y la movilidad de Mandzukic, que vio amarilla, y se perderá la ida de las semifinales. De este último trío surgió la mejor ocasión del Bayern en la primera mitad. Se juntaron los dos extremos en la derecha para engatusar a Asamoah y el centro raso de Ribéry lo desperdició el croata.

Jugó siempre la Juve en vertical, lanzada por Pirlo, para rapiñar lo que fuera en las inmediaciones de Neuer. Como un par de faltas que ejecutó el propio Pirlo y apuraron al meta alemán. Casi siempre fue Vucinic el destinatario de ese juego en línea recta y casi siempre fue el montenegrino el que dio la sensación de poder hacer algo.

Sin grandes agobios, el Bayern se desplegó a partir de una presión más ambiciosa sobre la pelota. Y desde ahí fue creciendo hasta que Mandzukic ratificó su superioridad con un cabezazo certero. Fue mejor el Bayern por juego y por ambición. Pizarro hizo el 0-2 en el descuento en una noche que la Juve pretendió agitar solo desde una pizarra sin altura, con un plan que nunca concibió la heróica. Pero la noche fue inmutable para los juventinos. Como el calcio.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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