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“¿Cómo volveré a las pistas?”

Kobe Bryant estará entre seis y nueve meses de baja por una lesión en el tendón de Aquiles

R. Á.
Kobe Bryant, tras lesionarse ante los Warriors.
Kobe Bryant, tras lesionarse ante los Warriors.

A las tres y media de la madrugada, Kobe Bryant permanecía en su habitación sumido en la pesadilla más que en el insomnio. Los medicamentos aliviaban su dolor físico, pero no la profunda herida anímica que acababa de sufrir tras saber que probablemente tiene una de las peores lesiones que puedan afectar a un deportista y especialmente a un jugador de baloncesto. “Probable rotura del tendón de Aquiles”, decía el tradicionalmente prudente comunicado oficial de los Lakers después del partido. Tras las pruebas médicas de ayer, el club confirmó la gravedad de la lesión y puso números a la baja de su estrella, que pasó ayer mismo por el quirófano: entre seis y nueve meses apartado de las pistas, adiós a la temporada y buena parte de la siguiente y una seria amenaza para la carrera de Bryant.

“Es la primera vez que me enfrento a algo así. Ha sido una jugada que hago cientos de veces. Al caer, le he preguntado a Harrison Barnes si me había dado un puntapié. Cuando me ha dicho que no, he comprendido que había sufrido una lesión grave”, había relatado Kobe Bryant tras el partido.

Es la primera vez que me enfrento a algo así”, reconoció justo al acabar el partido

Antes de abandonar la cancha y casi sin poder andar transformó los dos tiros libres por la falta, posiblemente inexistente, con que fue castigada la acción y empató el partido contra Golden State, vital para los Lakers, que acabaron ganando por 118-116. Pero los 34 puntos de Kobe, el triple doble de Pau Gasol —26 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias— y la vital victoria de los Lakers para meterse en los playoffs pasaron a un segundo plano dada la magnitud de la tragedia. “Maldita sea. Lo siento por Kobe. Si alguien puede recuperarse de esa lesión es él. Mis mejores deseos”, tuiteó LeBron James. “No se lo merece”, dijo Pau Gasol con lágrimas en los ojos.

Bryant, antes de ser operado.
Bryant, antes de ser operado.TWITTER

Se trata de la lesión más grave que haya sufrido Kobe. A sus 34 años, en su 17ª temporada en la NBA, con una media de 38 minutos disputados esta temporadas, de 45 en los últimos siete partidos este mes, incluidos los 48 que había jugado el miércoles contra Portland, Kobe estaba rindiendo a un nivel fuera de lo común, incluso para una estrella como él.

No se trata solo del número de minutos sino de la intensidad con que los disputa y las múltiples tareas en la cancha de las que se encarga, desde subir el balón, a ser el eje ofensivo de la mayoría de las jugadas, el que más veces tira a canasta —20 tiros de campo y 8 tiros libres de media—, e incluso el que se encarga de defender al mejor anotador del rival, como sucedió ante los Warriors.

No es extraño que se le preguntara a Mike D’Antoni los motivos por los que apenas concede descanso a Kobe. “Es algo que acordamos hace dos semanas. Es un competidor increíble”, explicó el entrenador de los Lakers.

No se lo merece”, dijo su compañero Pau Gasol con lágrimas en los ojos

Los pensamientos de Kobe son contradictorios. Por un lado explicó, nada más concluir el partido, que tras saber lo que dicen los expertos sobre este tipo de lesiones, ya se estaba llenando de “combustible”. Poco después, a través de un emotivo mensaje en Facebook, hizo patente su rabia y su tristeza. “¿Por qué demonios ha pasado esto? No tiene maldito sentido. ¿Y ahora se supone que tengo que volver a las pistas siendo el mismo jugador o mejor con 35 años? ¿Cómo se supone que haré eso?”. Y también: “Quizás el padre tiempo me haya derrotado. Pero… ¡quizás no!”.

El propio Kobe comentó su intención de conocer a fondo los casos de jugadores que han pasado por este tipo de lesión. El ejemplo más cercano es el base de los Clippers, Chauncey Billups, que se rompió el tendón de Aquiles en febrero de 2012 cuando tenía 35 años y regresó a la actividad 10 meses después.

La lesión también acentúa la incógnita sobre el futuro de los Lakers. Su contrato concluye en julio de 2014, al igual que el de Pau Gasol. Y los Lakers, el equipo con la masa salarial más elevada en la NBA —76 millones de euros— apenas tiene capacidad de maniobra a no ser que se desprendan de alguno de los contratos más elevados. En Los Ángeles vuelve a hablarse sobre la posibilidad de que los Lakers efectúen un traspaso o amnistíen el contrato de algún jugador como Pau Gasol, Steve Nash o World Peace.

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Sobre la firma

R. Á.
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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