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Giovani da vida al Mallorca

El Celta se coloca como colista tras encajar el gol decisivo en el descuento gracias a un rechazo aprovechado por el mexicano

Giovani celebra el gol de la victoria
Giovani celebra el gol de la victoriaMONTSERRAT T DIEZ (EFE)

En las catacumbas de la Liga, donde malviven aquellos equipos que marchan a casi 60 puntos del líder, reina el miedo. A estas alturas, cuando restan tan solo siete jornadas, mantenerse con vida puede depender de un simple golpe de suerte. Sobrevive el Mallorca gracias a un gol de Giovani que llegó cuando en Son Moix ya olía a muerto, en el último minuto del descuento. De la forma más traumática, cayó el Celta hasta la última plaza.

Mallorca, 1 - Celta, 0

Mallorca: Aouate; Hutton, Geromel, Bigas, Kevin García; Martí (Michael Pereira, m. 72), Tomás Pina, Javi Márquez (Tissone, m. 72); Alfaro (Arizmendi, m. 83), Giovani y Hemed. No utilizados: Calatayud; Conceiçao, Fontás y Ximo Navarro.

Celta: Javi Varas; Jonny, Jonathan Vila, Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Natxo Insa; Álex López (Orellana, m. 70); Augusto Fernández, Krohn-Dehli (Pranjic, 83); y Mario Bermejo (Park Chu-Young, m. 77). No utilizados: Blanco; Cabral, Madinda y De Lucas.

Gol: 1-0. M. 92. Giovani.

Árbitro: Gil Manzano. Mostró tarjeta amarilla a Roberto Lago, Bigas y Pina.

Unos 18.000 espectadores en Son Moix. Último partido de la 31ª jornada. El Mallorca se queda 19º con 27 puntos y el Celta es 20º con 24.

Como en un nostálgico homenaje al ADN que demostró allá por septiembre, recién inaugurado el curso, el Celta supo tratar mejor el balón en los minutos que siguieron al impreciso comienzo del partido. Huérfano de gol por la sanción de Iago Aspas, el conjunto vigués no acertó en la diana y dio un paso atrás. A ello contribuyó el Mallorca con una esforzada producción de jugadas a balón parado. Los baleares jugaron siempre con todas las esperanzas puestas en su recurso más preciado, la calidad de Giovani como lanzador. Con faltas directas, saques de esquina y balones colgados al área, el mexicano capitalizó la práctica totalidad de las ocasiones locales y obligó a Javi Varas a realizar algunas intervenciones de mérito.

El Celta volvió a tomar aire tras el descanso y, esta vez sí, logró que el miedo cayera del lado del Mallorca. Abel se fue a por los tres puntos dando entrada a Orellana y Manzano buscó la reacción de su equipo con el doble cambio de Tissone y Pereira. En la media hora final, el partido se desbocó. Hubo protestas por posibles penaltis, remates a bocajarro, contragolpes clarísimos y la sensación de estar asistiendo a una lucha entre dos gladiadores armados con espadas de juguete. Hasta que, en el minuto 92, un rechace de Varas fue a parar a las botas de Gio. Mallorca y Celta seguirán malviviendo en las catacumbas, al menos, durante una semana más.

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