El presidente ya es precandidato

Sandro Rosell, presidente del FC Barcelona, oficializó de forma solemne ante el senado del club azulgrana su intención de presentarse a la reelección, decisión que ya había anunciado en las últimas entrevistas concedidas a algunos medios de comunicación. Aunque esperado, el anuncio causó cierta sorpresa por cuanto su mandato no finaliza hasta 2016. ¿A qué viene publicitar su deseo de continuar cuando no ha cumplido ni la mitad de camino después de ser elegido en junio de 2010?

La directiva está a la espera de poder aprobar una reforma de los estatutos que prevé endurecer las condiciones sociales y económicas para presentarse a los comicios: se exigiría una cierta antigüedad y unos avales o garantías a los precandidatos. Uno de los posibles rivales de Rosell será Agustí Benedito, el segundo candidato más votado en 2010, y se está a la espera de que se pronuncie el expresidente Joan Laporta, que tiene pendiente una conferencia de prensa, suspendida aproximadamente hace un mes.

“Tenemos muchos retos por delante”, argumentó Rosell antes los 200 socios más veteranos del Barça. Y los enumeró: “Seguir regando el jardín de nuestra Masia, seguir apostando por un modelo de juego que mantenga la excelencia deportiva, trabajar para fortalecer nuestra economía y ofrecer a nuestros socios las mejores propuestas para tener un estadio a la altura de nuestro equipo. Debemos construir el futuro que el Barça merece. Queremos seguir siendo un club de referencia”.

La reforma de los estatutos prevé endurecer las condiciones sociales y económicas para presentarse a los comicios

Acompañado de la plana mayor del consejo directivo, Rosell fue interrumpido en su discurso por los aplausos de los socios en un nuevo marco institucional de gran boato como es el Auditori 1899. La obra de gobierno de Rosell tiene como uno de sus puntos fuertes el saneamiento económico del club sin necesidad de aumentar las cuotas de los socios. Así, al presidente le encanta que se visualice la austeridad con medidas como “las de seguir haciendo las fotocopias en blanco y negro”.

El presidente azulgrana reiteró su intención de reducir la deuda de la institución hasta hacerla “relativamente aceptable”, cosa que significaría situarla en unos 200 millones de euros. “No queremos depender de los bancos y pretendemos afrontar nuestros deberes patrimoniales como el futuro del Camp Nou”, explicó. “Hay que acometer las inversiones sin poner en riesgo nuestro proyecto deportivo”. “Tenemos la Liga muy de cara”, añadió, “y si se gana, será una de las más especiales de la historia”.

“Pase lo que pase en el campo”, insistió Rosell, “ya hemos ganado la recuperación de Tito Vilanova y el retorno de Abidal”, jugador que manifestó a Rac1 que está a la espera de que el club le cite para afrontar la renovación o no de su contrato que vence el próximo junio. Rosell calificó precisamente de “héroes” al segundo entrenador Jordi Roura y su ayudante Aureli Altimira, por saber gestionar el equipo mientras Tito Vilanova era tratado de su enfermedad en Nueva York.

“Las emociones vividas han sido tan intensas como las de cualquier título”, acabó el presidente. “El vestuario se sobrepuso a los golpes con la unión y el compromiso”. No ha habido mayores discusiones en la directiva que el conflicto con la Grada Jove, paralizada por la participación de los Boixos Nois después de ser anunciada como un compromiso electoral. Quedan por resolver también la acción de responsabilidad contra la anterior junta, la sentencia de los avales y decidir el futuro del estadio.

Rosell es el presidente más votado de la historia del Barça con 35.021 votos (el 61%) por delante de Benedito (8.044), Marc Ingla (7.014) y Jaume Ferrer (6.168).