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Falcao reina en la confusión

Dinamizado por Adrián al suplir a un polémico Diego Costa, el Atlético derrota con un tanto del colombiano a un bravo Sevilla

Rafael Pineda
Falcao celebra el gol del Atlético.
Falcao celebra el gol del Atlético.Marcelo del Pozo (REUTERS)

Le falta al Atlético finura, pero compite siempre. Le sobran las acciones de Diego Costa, que se perderá el derbi del sábado ante el Madrid por acumulación de tarjetas, empeñado en una guerra absurda con los jugadores del Sevilla. El brasileño no fue el delantero letal de tantos partidos del Atlético. Fallón, no ayudó a su equipo, que se empequeñeció ante el empuje del conjunto andaluz y que renació, curiosamente, con la salida del campo de Costa. Eso sí, él no fue el único en provocar incendios en un encuentro de pierna fuerte. Tras 30 faltas (12 del Sevilla y 18 del Atlético), al final no hubo tanta tensión en el campo y se impuso el fútbol.

También ganan los equipos por la amplitud de sus plantillas. Raúl García y Adrián dinamizaron al Atlético, que encontró el gol en la enésima demostración de Falcao. Mario Suárez, eso sí, se llevó el balón con la mano. Lo mejor del encuentro, agitado y áspero, llegó en el cuarto de hora final. El Sevilla respondió con raza al tanto del colombiano. Entonces se encontró con Courtois y el larguero. Mereció más el Sevilla, superior en muchas fases, pero derrotado por el olfato de Falcao.

Sevilla, 0 - Atlético, 1

Sevilla: Beto; Coke, Botía (Maduro, m. 59), Cala, Fernando Navarro (Babá, m. 78), Alberto; Kondogbia, Rakitic; Navas, Reyes (Perotti, m. 67) y Negredo. No utilizados: Palop; Cicinho, Hervás y Manu.

Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Koke (Saúl, m. 88), Gabi, Mario Suárez, Cebolla Rodríguez (Raúl García, m. 62); Diego Costa (Adrián, m. 67) y Falcao. No utilizados: Asenjo; Cata, Insúa y Óliver.

Goles: 0-1. M. 75. Falcao remata con la planta un tiro de Raúl García.

Árbitro: González González. Amonestó a Falcao, Godín, Botía, Mario, Diego Costa (se pierde el derbi del sábado) y Courtois.

Sánchez Pizjuán. Unos 25.000 espectadores.

Entre golpe y golpe apenas hubo un resquicio para el buen juego. Será lo que tienen los duelos entre el Sevilla y el Atlético, dos clásicos de la Liga que siempre parecen tener cuentas pendientes. A Emery, un técnico que hace cosas, siempre inquieto, se le ocurrió dibujar un Sevilla con tres centrales y una acumulación de hombres en banda para sorprender al Atlético. Coke y Alberto Moreno se convirtieron en interiores, mientras que Rakitic retrasó su posición para tratar de organizar el juego. Un Sevilla intenso, que se adaptó al despliegue ofensivo que supone la presencia de Falcao y Diego Costa, a los que sometió a una vigilancia constante. En definitiva, un Sevilla que perdió juego y ganó mucho en organización defensiva. El Atlético, agobiado, casi nunca pudo con la atosigante presión de los andaluces. El partido, en realidad, apenas ofrecía nada, porque en cada choque y en cada dura disputa se diluía la posibilidad de que los jugadores destinados a marcar las diferencias cobraran protagonismo. En el Sevilla no había noticias de Rakitic, Navas o Reyes. En el Atlético, ni Koke ni Gabi fueron capaces de administrar con criterio el balón.

Ante tanto agobio, los dos equipos simplificaron el juego con balones en largo, sin complicaciones. Un suplicio para el espectador, que contemplaba cómo cada salto se convertía en una falta, de un lado y de otro, con los futbolistas más preocupados del barullo y la protesta que de jugar con sentido.

El brasileño se perderá el derbi del sábado ante el Madrid por sanción

Apenas un par de destellos brillaron para civilizar un juego tan emboscado. Un disparo de Mario después de una buena jugada de Falcao en el área o una hábil maniobra de Negredo constituyeron la excepción. También un jugadón de Falcao, que quebró a la defensa del Sevilla para centrar en busca de Diego Costa cuando quizás lo más oportuno hubiera sido disparar sobre la meta de Beto. Falcao, agobiado por Cala, apenas mostró detalles.

Con los porteros de protagonistas y la agresividad como condimento principal, un posible penalti de Fernando Navarro a Diego Costa, en el minuto 44, pudo alterar el guion. El Atlético jamás encontró huecos ni aire para que el balón le llegara en ventaja a sus dos delanteros.

El Sevilla salió con fuerza en la segunda mitad. Pudo marcar Coke tras un buen centro de Navas y hubo momentos en los que se erigió como vencedor. No tuvo pegada ni suerte, mientras el Atlético volaba tras la sustitución de Diego Costa. El Atlético supo jugar sus bazas, encontrando un gol en el que se unieron el talento de Adrián y el remate impecable de Falcao. También la mano de Mario que no vio González González.

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