Revés histórico para los Lakers

Los Lakers, apalizados en casa por los Spurs (89-120), están a solo un paso de despedirse de una temporada calamitosa. Duncan y Parker, pletóricos; los Spurs, un equipo con una plantilla muy compensada y que ha llegado en un buen momento a los playoffs; y por si no fuera suficiente, la plaga de lesiones, han empujado al equipo de Los Ángeles al último confín del tortuoso camino por el que ha transitado durante toda la campaña.

La paliza ante los Spurs fue histórica, la mayor recibida en casa por el equipo de Los Ángeles en unos playoffs. Los 31 puntos de desventaja superaron su peor marca. Estaba fijada en los 29 puntos, 77-106, por los que perdió uno de sus partidos de la final de la Conferencia ante Portland, en 2000, aunque acabó ganando aquella serie y proclamándose campeón.

El desastre se consumó tanto en la cancha como en la enfermería de los Lakers. A la baja definitiva de Kobe Bryant, se han añadido las de Nash, Blake y Meeks. El equipo se quedó sin todo su perímetro exterior, el titular y los suplentes, para afrontar el tercer duelo ante los Spurs.

Más que nunca dependió el equipo de Mike D’Antoni de su pareja interior, la formada por Pau Gasol y Dwight Howard. Pero ni siquiera sus buenos números evitaron el desastre. De poco sirvieron los 25 puntos y 11 rebotes de Howard y el primer triple doble de Pau Gasol en unos playoffs: 11 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias. Fue muy poco frente a los 26 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias de Tim Duncan. El pívot de los Spurs abrumó en ataque a Gasol y también a Howard.

La excepcional actuación de Duncan, que cumplió 37 años el pasado jueves, se complementó con la de Tony Parker, autor de 20 puntos y 7 asistencias. Los Spurs dominaron de principio a fin. Solo 10 puntos consecutivos de Andrew Goudelock, MVP esta temporada en la Liga de Desarrollo, sirvieron para despabilar a los Lakers cuando peor lo estaban pasando, absolutamente sobrepasados por el rival ya en el segundo cuarto.

Perdían los Lakers por 48-30, habían fallado sus siete primeros triples, World Peace había errado los cinco tiros que había lanzado y Howard solo había anotado dos de los ocho tiros libres de los que había dispuesto. El propio Goudelock había fallado también sus primeros tres lanzamientos, cuando recuperó la puntería y evitó que el desastre se consumara de una forma prematura. Llegaron al descanso con 44-55 y una mínima esperanza de poder remontar. Se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos porque los Spurs consiguieron 20 puntos de ventaja, 59-79, y a partir de ese momento el partido quedó visto para sentencia.

Cuando faltaba poco para el final, Splitter sufrió un esguince del tobillo izquierdo. Buena parte del público del Staples abandonó el pabellón mucho antes del final no sin antes expresar su descontento con el equipo y con el entrenador, con cánticos que reclamaban la vuelta de Phil Jackson al banquillo.

Solo Smith perturba a los Knicks

Los Knicks están decididos a solventar por la vía rápida su serie ante los Celtics. Vencieron en Boston con autoridad, 76-90, y pusieron el 3-0 en el duelo que puede darles su primera clasificación para una segunda ronda de los playoffs desde 2000. Sin Rondo, el ataque de los Celtics ha perdido muchísima pólvora. Doc Rivers intentó levantar el listón ofensivo de su equipo y dio entrada en el quinteto titular a Jason Terry en lugar de Brandon Bass. No surtió efecto la nueva disposición de los Celtics, que solo sumaron 31 puntos en la primera parte.

Carmelo Anthony volvió a liderar a su equipo en ataque, con 26 puntos. Felton, con 15 puntos y 10 asistencias, y JR Smith, con otros 15 puntos, lideraron el ataque del equipo de Nueva York. Pero fue precisamente JR Smith, recién elegido el Mejor Sexto Jugador de la temporada, quien estropeó la fiesta de su equipo. Le propinó un codazo a Jason Terry y fue expulsado del partido.