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Nadal se siente listo para París

El balear supera 6-4 y 6-3 a Almagro y gana su octavo título en Barcelona A menos de un mes de Roland Garros, dice que ha vuelto “a un nivel muy alto contra los mejores”

Nadal posa con el trofeo del Godó.
Nadal posa con el trofeo del Godó.JOSEP LAGO (AFP)

Rafael Nadal se acerca al jugador irresistible que domina la temporada de tierra batida desde su irrupción en 2005. La lesión en la rodilla izquierda que le mantuvo fuera del circuito durante siete meses está olvidada. Desde que el pasado febrero regresó a la competición, ha alcanzado la final en los seis torneos que ha disputado y se ha impuesto en cuatro de ellos. Su progresión ha sido brutal. Y en Barcelona ha ofrecido su mejor versión. Nadal ha recuperado la confianza, es el de siempre. En la final del Open Banc Sabadell lo demostró, superando a Nico Almagro por 6-4, 6-3 en una hora y 32 minutos para sumar su octava corona en su club, el RCT Barcelona. “Hay que aceptar que Rafa es un monstruo en esta superficie”, reconoció el murciano.

Todo el trabajo que he hecho ha valido la pena”

Almagro se quedó corto. El murciano salió dispuesto a darlo todo en la pista y lanzó un ataque furibundo, sin tregua desde el primer juego. Fue tal su dominio en los tres primeros juegos que Nadal solo consiguió anotarse tres puntos hasta el 3-0. Pero entonces la lluvia apareció con fuerza en la central y Nico pidió que se suspendiera el juego. No estuvo de acuerdo Nadal. Y el juez árbitro le dio la razón. El partido prosiguió, pero algo había cambiado porque Almagro, agresivo y preciso hasta entonces, vio cómo el manacorense le arrebataba los tres primeros puntos del cuarto juego y le rompía el saque por primera vez. “En algunos momentos de la primera manga la pista estaba para parar”, indicó Nadal; “tanto Nico como yo hicimos un esfuerzo porque la pista estaba llena y no queríamos defraudar a nadie”.

Nadal muerde el trofeo del GodóFoto: atlas | Vídeo: JOSEP LAGO

De ahí al final de la manga, Almagro ganó solo otro juego. ¿Jugó mal? No. Siguió ajustando sus golpes, continuó repartiendo el juego a uno y otro lado con sus potentes drives y revés de fondo, abrió ángulos increíbles. Pero las condiciones habían cambiado, la pista era más lenta y pesada, sus tiros hacían menos daño y enfrente tenía ya a otro tenista. El Nadal de los primeros juegos había desaparecido para dejar paso a su versión más agresiva, más combativa. El heptacampeón de Roland Garros tenía ganas de seguir mandando en el Godó, quería agregar su nombre en el palmarés por octava vez, en los nueve años que ha disputado el torneo. Y Almagro no podía pararle.

El murciano se adelantó por 0-3, pero luego perdió agresividad y precisión

Es cierto que el murciano bajó un poco su porcentaje de aciertos, pero siguió compitiendo a un altísimo nivel en la segunda manga. No el suficiente. Frente a un Nadal entonado, motivado y lleno de confianza, Almagro necesitaba rendir al 100% y ofrecer, además, un plus de motivación. Sin todo eso, la distancia entre el número cinco del mundo y el 12º es todavía muy grande. Tal vez no en golpes, porque Almagro es de los pocos jugadores capaces de desbordar a Nadal y dominar los puntos.

Almagro posa con el trofeo de subcampeón.
Almagro posa con el trofeo de subcampeón.JOSEP LAGO (AFP)

Pero Nadal le exigió algo más. Le obligó a pensar que necesitaba otro golpe ganador, que con los habituales no le bastaba, que él seguía ahí en situaciones en las que otros ya se habían rendido. Y ese cambio mental pesó en exceso en la cabeza de Almagro. A sus 27 años, el murciano está bragado en grandes batallas. Posee 21 títulos, tiene nivel de top-ten (fue 9º en 2011) y se ve capaz de ganar a los mejores. Pero, por ahora, no lo consigue. Lleva 10 derrotas contra Nadal, cinco derrotas ante Federer, ha perdido 13 veces contra David Ferrer y solo cuenta con una victoria sobre Murray (en Roland Garros 2008) en cuatro enfrentamientos. Por eso aún no ha ganado ningún Masters 1000 y no ha llegado más lejos de los cuartos en el Grand Slam. Por eso perdió la final del Godó. Almagro aún no ha dado el gran salto. “Me falta seguir trabajando día a día y luchando en partidos como el de hoy”, asumió.

“Esta victoria es la confirmación de que vuelvo a jugar a un nivel muy alto contra los mejores”, explicó Nadal. “Haber ganado cuatro títulos y disputado otras dos finales en los seis torneos que he jugado me sitúa en el segundo lugar de la clasificación del año. Y eso es fantástico. Significa que todo el trabajo que hemos estado haciendo ha valido la pena”. Espera Roland Garros, desde el 21 de mayo.

6 finales, 4 títulos

Desde su vuelta, Nadal suma 4 títulos en 6 torneos:

- Viña del Mar, Chile (4-10 febrero). Arcilla. Cae ante Horacio Zeballos (7-6, 6-7, 4-6).

- São Paulo, Brasil (11-17 de febrero). Arcilla. Gana a David Nalbandian (6-2, 6-3).

- Acapulco, México (25 febrero-2 de marzo). Arcilla. Gana a David Ferrer (6-0, 6-2).

- Indian Wells, EEUU (4-18 de marzo). Asfalto. Gana a Del Potro (4-6, 6-3, 6-4).

- Montecarlo (14-21 abril). Arcilla. Pierde ante Novak Djokovic (2-6, 6-7).

- Barcelona. Arcilla. Gana a Nico Almagro (6-4, 6-3).

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