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Contra la maldición de Guttman

El Benfica, que se disputa el título con el Chelsea en Ámsterdam, ha perdido seis finales desde que el entrenador húngaro le lanzó el anatema

El entrenador del Benfica, Jorge Jesus, ayer en el Ámsterdam Arena.
El entrenador del Benfica, Jorge Jesus, ayer en el Ámsterdam Arena.FRANCISCO LEONG (AFP)

La bola de energía y pasión que es Jorge Jesus, el técnico del Benfica, de 58 años, cayó fulminada el pasado sábado, de rodillas sobre el césped de Do Dragão, cuando Kevin, suplente de Oporto, marcó en el descuento el 2-1 que, a falta de una jornada, dejaba la Liga en manos de los dragones. A punto de ganarlo todo o quedarse sin nada, frente al abismo, así está ahora Jorge Jesus, que disputará la final de la Copa lusa el 26 frente al Vitória después de saber si conquista o no la primera Liga Europa para el Benfica, esta noche en Ámsterdam ante el Chelsea (Cuatro, 20.45). El Benfica vuelve al escenario donde ganó su última final, la Copa de Europa de 1962, ante el Real Madrid, un año después de vencer al Barça. El entrenador, el húngaro de origen judío Bela Guttman, conquistó esos dos trofeos, se marchó y lanzó una maldición ("el Benfica no volverá a ser campeón sin mí") que todavía no ha sido superada. Atrás quedan cinco final de Copa de Europa perdidas: dos frente al Milan (1963 y 1990), una frente al Inter (1965), otra ante el Manchester United (1968) y una quinta contra el PSV (1988). En la Copa de la UEFA también cayó en 1983 ante el Anderlecht belga. 

Discípulo de Johan Cruyff, a quien fue a visitar a Barcelona para ver sus entrenamientos, Jorge Jesus pateó mucho fútbol modesto en Portugal antes de disponer de la dirección del popularísimo Benfica (200.000 socios). “Tenemos que recuperar el prestigio perdido en la década de los sesenta”, proclamó el técnico. Su mayor logro ha sido seguir compitiendo —ganó la Liga de 2010— tras ingresar 175 millones de euros por los traspasos de Witsel, Di María, Coentrão, Javi García, Ramires y David Luiz. Este último lo tendrá enfrente esta noche como uno de los líderes del Chelsea.

Jorge Jesus ha traspasado jugadores por valor de 175 millones

En el banquillo de los blues, el repudiado por su público y frío Rafa Benítez, de 53 años, a un paso de dejar al Chelsea en Champions (sigue tercero en la Premier) y de repetir en un torneo que ya atrapó con el Valencia en 2004. Sería el segundo técnico, junto a Giovanni Trapattoni que lo consigue en equipos diferentes.

El Chelsea de Benítez se ha caracterizado por su facilidad goleadora en Europa, con 31 dianas, por 19 del Benfica. Más exuberante en ataque, gracias a Torres, Oscar, Mata y Hazard (ausente esta noche por lesión), que fiable en defensa. A favor del cuadro londinense, la cartera para fichar casi lo que le ha apetecido a su dueño, el millonario ruso Roman Abramovich, en verano pasado: los lujos de Hazard (40 millones) y de Oscar (30). Pero también la experiencia de haber jugado tres finales en las últimas seis temporadas, desde la final de Champions perdida en 2008 ante el Manchester United y la ganada el año pasado frente al Bayern contra todo pronóstico. En el duelo de goleadores, el español Torres, con cinco, afila a los blues y sigue la estela del paraguayo Cardazo, con 6, la punta de lanza de las águilas lisboetas, a dos tantos del máximo anotador de la competición, Kozak, del Lazio.

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