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Diego López, preparado para el lío

El trauma del descenso con el Villarreal armó de carácter al portero del Madrid

Diego Torres
Diego López, en el encuentro liguero en el Calderón (1-2).
Diego López, en el encuentro liguero en el Calderón (1-2).César Manso (AFP)

Hay cosas más graves que jugarse la décima. Cosas más terribles que dejar en el banquillo a Iker Casillas, el mejor portero del mundo, y convertirse en el último hombre, la última barrera, entre el éxito discreto y el fracaso rotundo del ciclo más tumultuoso de la historia del Madrid. Lo sabe bien Diego López, que hace un año luchó a brazo partido por evitar el descenso del Villarreal a Segunda y fracasó.

Diego López se pondrá los guantes mañana por la noche para disputar la final de Copa contra el Atlético. Si juega como lo ha hecho desde que llegó al Madrid en enero se mostrará sereno. Asombrosamente tranquilo en medio del torbellino de partidos decisivos y guerrillas que se han desatado en torno a la portería en los últimos meses.

“Diego no tendría esa serenidad si las cosas le hubiesen ido bien”, cuenta César Sánchez

¿A qué se debe tanta entereza? Quizás no exista nadie más cualificado que César Sánchez para dar una respuesta. César, portero del Madrid entre 2000 y 2005, también dejó a Casillas en el banquillo en una final de Copa, y, al igual que Diego López, debió emigrar fuera del Madrid en busca de mejores pastos. Volvieron a coincidir la temporada pasada en el Villarreal: uno con 30 años, el otro con 40; uno en el campo, el otro en el banquillo. Desde el banquillo, César vivió la pesadilla del descenso y asistió al sufrimiento de su compañero.

“No hay nada más duro que luchar por el descenso”, dice César. “Yo he perdido y he ganado finales pero la trascendencia de la pelea por no bajar empequeñece todo lo demás. Este proceso de madurez hace que Diego López esté preparado. A pesar de jugar con mucha presión, le llega en un momento idóneo: tiene la confianza del entrenador, tiene condiciones, y ha madurado gracias a las situaciones complicadas que ha atravesado en el último año y medio”.

Cuando un futbolista juega por la permanencia siente que su carrera peligra, que peligra la carrera de sus compañeros, que a los empleados del club los amenaza el paro, que rondan los acreedores y que la quiebra se asoma por las rendijas. No solo juega por un resultado deportivo, o por una prima económica. Juega por una comunidad.

“Cuando te vas del Madrid tienes la sensación de que vives al filo de la muerte”, dice César, que tras dejar Chamartín compitió por no descender con el Zaragoza. “Es puro estrés. No estás jugando por un puesto en Champions sino por no irte a Segunda. Si las experiencias son duras, uno aprende sin darse cuenta. Y en situaciones tan críticas como la del Villarreal la temporada pasada la incertidumbre no solo afecta al equipo sino a tu vida personal y de los compañeros”.

“Es muy metódico. Para trabajar es un pesado”, dice Basauri, su expreparador

“Luego Diego se fue a Sevilla”, prosigue César, “y allí pasó unos meses difíciles. Cuando lo llamó el Madrid se le abrió una ventana. Él no habría estado tan preparado, con esa serenidad, si las cosas le hubiesen ido bien, sin altibajos. Uno a veces dice ‘me podría haber ahorrado esta etapa...’. Pero la verdad es que esa etapa le ayudó”.

Enrique Basauri, responsable de la preparación de los porteros del Villarreal durante los últimos 15 años, y ahora sin trabajo, no parece sorprendido ante la respuesta prolija de su expupilo en el enredo creado por Mourinho. “Le veo bien porque mentalmente él es fuerte y en la adversidad siempre es muy metódico”, observa el veterano exportero vizcaíno. “Quiere superarse. En el trabajo que hacíamos siempre quería más. ‘¡Pero hombre, que mañana tenemos partido!’, le decía. ‘¡Que no!’, protestaba. ‘¡Que vamos a mejorar esto, que vamos a hacer salidas…!’. Y yo le insistía: ‘¡Que faltan 24 horas para el partido! Vamos a dejarlo para luego…’. ‘No, no, no…’, me decía. ‘Que hay que hacer esto o lo otro…’. Siempre quería mejorar cuestiones. Él para trabajar es un pesado. Que si el dominio de la pelota con los pies, que si las salidas, que si un despeje… Si había fallado en algo, repasábamos los vídeos de los partidos y en función de los puntos débiles decidíamos trabajar más una cosa u otra para modificar gestos o asimilarlos. Y con los pies practicábamos todos los días. Si había un lunes libre él iba a entrenarse. Si hubiera podido entrenarse 24 horas él las entrenaría”.

“Claro que hay mucha presión en el Madrid, y más considerando el portero que tiene en el banquillo”, concluye Basauri. “No hace falta decir quién es Casillas. Tenerlo en el banquillo supone que Diego tiene que superar diariamente un ambiente cargado por la prensa y por la afición de Madrid, que pesa mucho. Pero todavía no he oído a nadie decir que debe jugar Casillas”.

Diego López, que aprendió del fracaso para competir con aplomo, se ha ganado el derecho a jugar su primera final.

Xavi: “Iker no se merece lo que pasa”

La situación de Casillas y su enfrentamiento con Mourinho ha calado también en los jugadores españoles del Barça, muchos de ellos compañeros del meta en la selección. Si hace unos días fue Iniesta el que mandó su apoyo al portero —“Desde la distancia no lo entiendes, por lo que siempre ha representado Iker. No solo por no jugar sino por las cosas que escuchas. Es una situación difícil”—, ayer fue Xavi el que se alineó en el bando del arquero. “Quizás no soy el más objetivo. Me sabe fatal la situación por la que está pasando, porque es una gran persona y un gran jugador. En septiembre se le postulaba para el Balón de Oro y ahora está en esta situación. El fútbol tiene estas cosas”, comentó Xavi, antes de sentenciar: “No se lo merece”. Ambos fueron los encargados de limar las asperezas entre barcelonistas y madridistas en plena ola de enfrentamientos entre los dos equipos antes de la pasada Eurocopa.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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